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Malala Yousufzai es la activista paquistaní de quince años de edad de la ciudad Mingora (la principal del Valle de Swat)  que fue herida el 9 de Octubre tras recibir dos disparos a manos de un talibán, en represalia por sus campañas en favor de la educación de las niñas en su país. Reseña de Vanina Fattori para la revista «Reconciliando Mundos» de Argentina.

Malala Yousufzai ha sufrido un hecho lamentable por defender algo tan importante como es la educación para las niñas de Pakistán. Su activismo por la educación pakistaní comenzó cuando tenía apenas 11 años, dos años después que el Talibán llegara al poder con una consigna clara: cerrar las escuelas para las niñas. De esta manera y bajo el seudónimo “Gul Makai” (nombre de una heroína de un cuento popular Patzun) comenzó a relatar, para el servicio urdu de la BBC, todos los sufrimientos que provocaban los talibanes a las personas del Valle de Swat, prohibiendo el derecho inherente a la educación para niñas, escuchar música en autos, usar ropas coloridas, y hasta la imposición de la Sharia o Ley musulmana en su máxima expresión, con todo lo que ello significa.
Ya en 2009, se convirtió en una voz que cada vez se escuchaba más fuerte en foros activistas por la educación. Su identidad se reveló cuando, la joven ganó el Premio Nacional de Paz (una vez que el Talibán estaba fuera del poder), renombrado luego como Premio Nacional Malala de Paz para menores de 18 años. También recibió el Premio Infantil de Paz concedido por la Fundación The Kids Rights.
Si bien el gobierno Talibán ya no está presente desde 2009, la represalia contra la adolescente llegó de todas formas. Fue el 9 de octubre a la salida del colegio, cuando le dispararon dos veces. Hay diferentes versiones al respecto de cómo sucedido el ataque, informes de fuentes oficiales aseguran que un talibán paró el vehículo en el que viajaban estudiantes preguntando quién era Malala para luego iniciar el ataque. Sin embargo, lo cierto y concreto es que este suceso ha dejado un mensaje: las niñas paquistaníes tienen valor para luchar por sus derechos. Por ello, la representante de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, Kamila Hayat, la alabó por hacer frente a las prohibiciones exigiendo la asistencia escolar a todos lo niños y niñas ejerciendo la igualdad de género.
Palabras escritas en su blog como “Hoy estaba de mal humor mientras iba a la escuela porque mañana empiezan las vacaciones de invierno. El director las anunció, pero no mencionó la fecha en que el colegio volverá a abrir. Mi conjetura es que el Talibán va a prohibir la educación de las niñas desde el 15 de enero”; ó, “¿Cómo se atreven los talibanes a quitarme mi derecho básico a estudiar?”, son las que dan muestras de que Malala es ejemplo de valentía y compromiso, puesto que con su corta edad se ha atrevido a algo que muchos no han podido: cuestionar en público al Talibán. Debemos tener presente que las amenazas estuvieron y están siempre presentes, ya sea cuando la joven asistía a la escuela o cuando exponía sus puntos de vista sobre la importancia de la educación para las niñas.
Por ese valioso derecho a la educación (que muchas chicas adolescentes de lugares más estables ya dan por sentado) Malala voluntariamente ha puesto en riesgo su vida con el fin de preservarlo, no sólo por su derecho individual propio sino también por el derecho de todas chicas paquistaníes.
Con este ataque se ha intentado poner fin a sus demandas, sin embargo, con él han generado un efecto contrario: toda comunidad internacional brindo reconocimiento y admiración expresando su apoyo hacia la causa, exigiendo un tan básico y esencial derecho como es el de asistir al colegio.

“Cuando damos prioridad a la educación, podemos reducir el hambre y la pobreza, poner fin al despilfarro de capacidades y aspirar a conseguir sociedades más sólidas y mejores para todos.” Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki moon

 De esta manera, miles de niños y adultos, no sólo de Pakistán, se han movilizado bajo el lema “Yo también soy Malala”. Las conmemoraciones hacia ella reflejan la gran solidaridad de la comunidad internacional hacia la niña pakistaní en pro de los derechos de género. Tal es así, que el 10 de Noviembre se celebra el Día de Malala, pero no sólo será una fecha que recordará la motivación por la educación sino también será una oportunidad para hacer realidad los deseos de esta niña, como el garantizar el derecho de aprender y  el derecho de asistir a la escuela.A malala CHICO

Indudablemente, este suceso ha sido una lección de vida que ha dejado un mensaje crucial: la educación ya no es un privilegio de pocos sino un derechos todos, sin ninguna justificación cultural, ni económica, ni social para negar a las niñas y mujeres la educación. La humanidad se debe encontrar en una única y universal comunidad con el ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales para todos los ciudadanos con por igual.

Malala: símbolo para la educación
En un mundo en el que se estima que 67 millones de personas de edad escolar no asisten a una institución educativa por la carencia de garantizar el derecho a la educación, Pakistán es el segundo país con mayor cantidad de niños sin escolarizar, con 5,1 millones. Sin embargo, las dos terceras partes, que presenta esta triste realidad, son niñas que afrontan una grave desventaja en materia de educación. Aunque en las últimas décadas se han logrado progresos en la reducción de las desigualdades de género, las niñas siguen encontrando obstáculos considerables para acceder a la escuela. Es reflejo de ello la tasa de escolarización neta de las niñas en la enseñanza primaria, que es todavía inferior a la de los niños en un 14%, esto quiere decir que sólo hay ocho niñas por cada diez niños en ese nivel, y específicamente en el distrito de Swat, apenas una de cada tres niñas está escolarizada. 

“No me importa sentarme en el suelo del colegio. Sólo quiero educación. No tengo miedo a nadie.” Malala Yousufzai

Con este escenario, Malala representa una campaña por la educación de las jóvenes que combate contra el matrimonio forzado que saca a 10 millones de chicas al año de las escuelas; el trabajo esclavo infantil que evita que 15 millones de menores de 14 años tengan educación; y el servicio militar de soldados infantiles que afecta a unos 100.000 chicos por año. Acorde a ello, resulta importante tener presente la iniciativa de Naciones Unidas “Education Firts” que descansa sobre tres pilares fundamentales: escolarizar a todos los niños, mejorar la calidad aprendizaje, y fomentar la conciencia de ser ciudadanos del mundo. El enviado especial de Naciones Unidas para la Educación Global y jefe del programa “Primero la Educación”, Gordon Brown, ha sido el impulsor para que miles personas del mundo se movilizaran bajo la consigna “Yo soy Malala”, comprometiendo a la comunidad internacional a concientizar sobre la educación que padece el mundo entero a través de la figura representativa de esta niña pakistaní.
Este suceso pone en relieve el propio significado de la educación. Si consideramos que en donde existe un déficit educativo se engendra conflictos dando paso a la represión, entonces, la educación es la herramienta más poderosa que tienen los países para impulsar el crecimiento económico, una mayor prosperidad y un establecimiento de sociedades más pacíficas y equitativas.

“La educación es derecho humano fundamental, esencial para poder ejercitar todos los demás derechos, dado que promueve la libertad y la autonomía personal y genera importantes beneficios para el desarrollo.” Director General de Unesco, Irina Bokova

Por lo general, los Estados hacen frente a los problemas educativos de forma unilateral siendo considerado un problema de la propia esfera interna. Pero con lo ocurrido en Pakistán, la comunidad internacional ha puesto en primer plano la relevancia en trabajar para la educación, siendo que es la base formación de los países.

Aproximación al grupo talibán pakistaní
Los talibanes describieron a Malala como “espía de occidente” por haber abogado (desde una interpretación talibán) por la cultura occidental a través de su compaña por la educación de las niñas en Pakistán, motivo que los llevo a realizar su propia interpretación de la ley islámica materializándose en el ataque hacia la niña. Sin embargo, cómo se puede justificar tal ataque a una joven de 15 años de edad. Este lamentable suceso atenta, también, a la propia sociedad pakistaní, a sus derechos fundamentales como a la libertad de expresión, a la educación y a la libertad propiamente dicha.A mala CHICO DOSSSSSSSS
Debemos recordar que el talibán tomó el poder en el Valle de Swat en 2007, y permaneció de facto hasta que fue expulsado de la zona por el ejército paquistaní durante una ofensiva en 2009. Entre otras medidas, durante el poder talibán, cerraron las escuelas femeninas, y promulgaron la Sharia en su máxima expresión.
Formalmente conocido como Tehreek-i-Taliban Pakistan (TTP), es el mayor grupo de milicianos en Pakistán quienes llevaron a cabo el ataque contra Malala.  Tiene fuertes tendencias ideológicas sunitas y Deoband y de acuerdo a su fundación del líder Baitullah Mehsud, busca imponer la ley islámica en Pakistán para librar la yihad contra el Estado paquistaní y el Ejército de Pakistán.
Este grupo formado en el 2007,  conglomera a unos 30 grupos establecidos originalmente en el sur de la región pakistaní de Waziristán, zona fronteriza con Afganistán. Por ello  el está muy estrechamente vinculado con su homónimo afgano, así como con Al Qaeda. Si bien comparte su ideología extremista religiosa, y aunque tengan tácticas similares, es un grupo distinto con un objetivo distinto, como ya se ha dicho el objetivo principal es el Estado pakistaní y su ejército.
El TTP se diferencia en su estructura a los talibanes afganos en que carece de un mando central y es una coalición mucho más flexible en cuanto a varios grupos militantes, unidos por su hostilidad hacia el gobierno central. En cuanto a su estructura es considerada como una amplia red de grupos dispersos constituyentes que varían en tamaño y en niveles de coordinación.  Como resultado de sus orígenes, desde su formación ha estado dominado por una tribu: Mehsud. Esta tribu representa el 60% de la población del sur de Waziristán.
Dado que el TTP pareciera operar con impunidad, es poco probable que el ejército tenga la capacidad para emprender una ofensiva eficaz, aunque dadas las circunstancias caóticas en la región, el gobierno de Pakistán está haciendo lo que tenga a su alcance de acuerdo a su margen de acción que lo contextualizada. La verdadera prueba para Pakistán es estabilizar el Valle de Swat crear un programa de integración que descanse sobre los derechos fundamentales de la población pakistaní.

Desarrollo & Contenido
Vanina Soledad Fattori
Publicado en Revista «Reconciliando Mundos». Edición número 15º Julio-Agosto 2013.

Fuentes:
http://educationenvoy.org/press/unicef-condemns-shooting-of-school-girls-in-pakistan
http://world.time.com/2012/10/09/malala-yousafzai-the-latest-victim-in-pakistans-war-on-
children/#ixzz2J7uiUgvL

http://indiatoday.intoday.in/story/november-10-as-malala-day/1/228552.html
http://pakistanisforpeace.wordpress.com/2012/10/10/nation-shocked-hate-targets-hope/
http://www.un.org/spanish/News/story.asp?NewsID=24928#.UQSpRB2siSo
http://muslimheroes.org/tag/tehrik-i-taliban/
http://www.unicefusa.org/campaigns/stand-with-malala/
http://www.unesco.org/new/es/education/themes/leading-the-international-agenda/education-for-all/single-view/news/malala_yousafzai_honoured_at_unesco_seminar_in_pakistan/
http://www.stanford.edu/group/mappingmilitants/cgi-bin/groups/view/105

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