Cuna de una civilización milenaria y puente entre Oriente y Occidente, Azerbaiyán ha padecido un contexto geopolítico que ha sido siempre tenso en la región del Caúcaso, durante siglos las potencias no dejaron de competir en el intento de conquistar territorio e influencia.
En la tierra de los Shirvanshanks (desde 900 al 1400) o los Safávidas (1500), vamos a tomar un repaso de un momento puntual de la historia, el que tiene que ver con un significativo suceso política institucional. Nos situamos en los comienzos del siglo XX, para aproximarnos a la conformación de lo que fue la primera República Democrática de Azerbaiyán (RDA). Que, a pesar de que esta república tuvo poco tiempo de existencia, duró de 1918 a 1920, fue una las páginas más importantes de la historia azerbaiyana, porque en ese periodo se sentaron las bases para la independencia y surgimiento de la actual República de Azerbaiyán en 1991.
Pero antes de comenzar a repasar los acontecimientos, es oportuno tener presente que durante mucho tiempo se mantuvo bajo la sombra del misterio ya que los documentos de ese entonces estaban bajo la categoría “altamente secretos”, pero cuando el país restableció su independencia en 1991 logró desclasificarlos y dejarlos abiertos a investigación, posibilitando hoy conocer el curso de los acontecimientos que surgieron en un contexto donde la primera guerra mundial finalizaba. Es un periodo épico no sólo por estas consideraciones sino también porque en ese entonces cedieron tierras que dejaron heridas abiertas.
Cómo llegó a conformar su Primera República
Previo a este suceso, durante todo el siglo XIX se desarrollaba un periodo de confrontaciones constantes donde la Rusia imperial y el imperio persa se disputaban el territorio azerbaiyano; un conflicto reflejado en las tensiones entre los Kanatos y Sultanos (comunidades que conformaban el paisaje de esa época).
Tiempos donde la guerra era una constante durante más de 100 años, con breves periodos para una frágil paz; por ejemplo la firmada a través del tratado de Gulistán (1813), que dura hasta la segunda guerra ruso-persa de 1826-1828, hasta un nuevo tratado de paz (Turkmanchai). En cada acuerdo, Azerbaiyán perdía territorio y las potencias anexaban diferentes territorios. Incluso hasta en la guerra ruso-otomana de 1877-1878.
Entrado el siglo XX, podemos remontarnos al Imperio Ruso, más precisamente a la revolución de febrero de 1917. Este hecho conllevó a la abdicación del zar Nicolas II, poniendo fin a la monarquía rusa y conformando un Gobierno Provisional. Este escenario provocó un debilitamiento de control sobre las naciones de Transcaucasia.
En respuesta, se estableció un Comité especial para gobernar la región; no obstante, el poder real lo ejercían los diputados del Consejo Nacional de los Pueblos del Cáucaso. En consecuencia, el 9 de abril de 1918, surge la República Unida de Transcaucasia como el primer gobierno independiente de Transcaucasia que comprendía Azerbaiyán, Amernia y Georgia, además del este de Turquía y de la frontera con Rusia. Desde un principio, los diputados azerís, miembros de la Duma rusa y simpatizantes del Musavat, dominaron el Consejo Nacional.
Pero contradicciones y conflictos de intereses entre las partes obstaculizaron los esfuerzos para emprender cualquier avance específico al respecto, teniendo como efecto que la delegación georgiana lo abandone y proclame su independencia el 28 mayo de 1918.
En un contexto convulsionado se produce un efecto dominó y Azerbaiyán afronta la creación de su primera República. Desde entonces el país comenzó a construir los ejes que la definen al Estado del presente: esencia de modernismo, convivencia de culturas e identidades, instituciones democráticas. Azerbaiyán pasó a convertirse en la primera república democrática parlamentaria y laica del mundo musulmán. Y también la primera nación musulmana que otorgaba derechos políticos a la mujer, como por ejemplo el derecho al voto.
Como en cada proceso político histórico en cada pueblo, alguna figura emerge y su liderazgo es crucial para el caso de Azerbaiyán y la conformación de su república democrática, es espíritu de Mammad Amin Rusulzadeh, quien fue el primer y único presidente de la primera República Democrática de Azerbaiyán. Su frase “una vez que la bandera se levanta, nunca se caerá» (Bir kərə yüksələn bayraq, bir daha enməz) se convirtió en el lema del movimiento independentista en Azerbaiyán en el siglo XX.
La primera República Democrática
Entonces, Azerbaiyán pasó a convertirse en la primera república democrática parlamentaria y laica del mundo musulmán. En consecuencia, su creación marcó un hito para la gobernanza de una sociedad principalmente islámica en la medida en que otorgó la igualdad a todos los ciudadanos y previó el sufragio universal de las mujeres años antes que muchos países occidentales.
El elemento relevante es que la conformación de Azerbaiyán como república en Mayo de 1918, pero también aparece un factor que es pilar en la actual política exterior del país: la diversidad cultural, ya que en esta nueva nación convivían en paz diferentes grupos étnicos como rusos, judíos y armenios entre otras identidades.
Sin embargo, el destino oficial de la República tuvo que ser decidido por la Conferencia de Paz de París en 1919, la misma reunía a los Aliados para acordar las condiciones de la paz mundial después del armisticio. El gobierno de Azerbaiyán envió una misión especial, donde logró que el Consejo Supremo de los Aliados extendía el reconcomiendo de factor a la República azerbaiyana.
Y es entonces cuando el 27 de abril de 1920, el 11.º Ejército Rojo de la Rusia bolchevique invadió Azerbaiyán y el parlamento azerbaiyano se disolvió y dejó de existir la República.
La corta vida de la primera República Democrática de Azerbaiyán nos puede dar el reflejo, para todos los lectores interesados en las Relaciones Internacionales, de los pasos que buscan los líderes políticos para consolidar un Estado en los tiempos donde emerge el desafío de crear. Además de la prioridad de consolidar las instituciones, o significativos progresos para la sociedad por ejemplo la creación de la Universidad Estatal de Bakú, el foco es la diplomacia. Por ejemplo, las autoridades de Azerbaiyán avanzaron en el reconocimiento de su nación y uno de los primeros pasos fue con Inglaterra. Luego Azerbaiyán buscó romper el aislamiento con la comunidad internacional abriendo representaciones en principales capitales europeas. Los líderes azerbaiyanos buscaban moldear las relaciones exteriores con una proyección de apertura, pero también para buscar el equilibrio de poder y defender su soberanía. Como fue el convenio con Georgia el 27 de Junio de 1919, de protección mutua para la integridad de ambas naciones.
Cuando la Unión Soviética invadió Azerbaiyán democrática, lo hizo violando las leyes internacionales. A partir de entonces, volvería a escribirse otra etapa de la historia entre Azerbaiyán y los soviéticos hasta 1991, ya que tras el fin de la caída de la Unión Soviética, cuando este y otros 15 Estados, pasaron a ser naciones libres.
Por Mariano Danculovic
Relaciones Internacionales Universidad Católica Argentina
Fuentes:
-Firdovsiya Ah, “Major achievements of the Azerbaijan Democratic Republic”. Revista IRS History. http://irs-az.com/new/pdf/201405/1401109971537605054.pdf
-“Azerbaijan Democratic Republic”. Journal Volume 1.2. Año 2006. http://www.visions.az/en/news/100/af1b15fd/
-Altay Goyushov, “Azerbaijan History”. International Encyclopedia of the First World War. Año 2016. https://encyclopedia.1914-1918-online.net/article/azerbaijan
-Revista “Historia”. ISSN 0326-1352. Mayo 2012 número 25°.