El testimonio del Dr. Félix Peña, uno de los mayores referentes del campo académico en materia de comercio internacional, para interpretar claves estratégicas de la crisis actual del sistema de gobernanza económica y el rol de Asia, el rol de China en los tiempos de incertidumbre que se avecinan. El Director de Comercio de la Fundación Standardbank interpreta que los efectos de una dimensión de la actividad económica en Europa, o una dimensión económica en los EEUU, se producen exclusivamente por lo que es la integración de los sistemas productivos de hoy en día, que producen efectos de transmisión con mayor o menos intensidad a todos los países del mundo. Entonces, puede ser que un país esté menos expuesto, o más directamente expuesto, o más abiertamente expuesto que otros; pero es muy difícil de imaginar que lo que estamos viviendo va a no producir efectos en algún país, serán menores, serán mayores.
Ante la pregunta del cierre de las economías, Félix Peña recomienda leer al autor Ian Bremmer que señala que estamos en una transición que no se sabe cuánto tiempo va durar, y el título principal es “Cada Nación por las Suyas”. Este es un título que parece como duro, como demasiado brutal, pero en cierta medida es la forma en que los países están viviendo esta situación actual: cada uno por las suyas, no en un sálvense quién pueda, pero cada uno por las suyas. En una palabra, si un país grande, chico, Norte, Sur, Este u Oeste no tiene una estrategia de cómo navegar en un mundo de la globalización, ese país puede tener problemas. Y esto es algo que nosotros también, en América del Sur, tenemos que tenerlo relativamente clave. Ian Bremmer también habla de “Ganadores y Perdedores” , algo que a veces, como políticamente incorrecto, es decir: van haber ganadores y perdedores, cada uno por las suyas, tienes que traer tu estrategia porque mira que van haber ganadores y van haber perdedores.
Tendrá que venirse un mundo “G-0” Esto es, que no va haber G – 20, que va a poder resolver problemas como de alguna manera parecieron ser resueltos en 1944, a partir de la Conferencia de Bretton Woods. Y quienes dicen necesitamos un nuevo Bretton Woods muchas veces se olvidan de un pequeño detalle, Bretton Woods fue la resultante de una guerra en que había alguien, Estados Unidos, había ganado; y el nuevo orden que se dibujó a partir de Bretton Woods en el campo económico – financiero fue la resultante de una definición clara sobre quién estaba en condiciones de imponer un orden.
Hoy en día estamos en un mundo G – 0 donde es muy difícil esperar que el orden, esto de las reglas de juego, las instituciones, permitan desarrollan una convivencia política y económica pacifica; es decir, no basada en el uso de la fuerza, que es lo que ha caracterizado a la historia de la humanidad, a través de la historia. Va a ser relativamente difícil de que se produzca y eso hace que cada vez más vamos a tener la necesidad en nuestra América del Sur de trabajar juntos, en nuestro barrio, para poder defender nuestros intereses, pero cada uno va a defender sus intereses.
Mucha gente está razonando en términos de escepticismo sobre el proceso de integración en Sudamérica, sobre el Mercosur. Es producto de varias cosas; es producto de frustraciones, frustraciones que a veces son producto de idealizaciones de lo que es la integración. A veces es producto de lo que uno podría llamar la “Diplomacia Mediática”, de generar hechos históricos que salen titulados en los diarios y que en tres días después nadie más habla de eso. Estamos viviendo en un mundo en que el ciudadano, el consumidor, el trabajador, cada vez más conciencia de que tienen poder, y por lo tanto es un mundo en que la gente demanda realidades. Yo creo que el desgaste de los esquemas de integración se ven en diferentes ámbitos, y en muy diferentes realidades; se absorbe en la Unión Europea, se absorbe en nuestro Mercosur. Se está señalizando que de alguna manera hay una crisis de cómo organizar el trabajo conjunto entre Naciones vecinas, la historia larga demuestra que cuando las Naciones vecinas no optan por trabajar juntas, más temprano que tarde se pelean. En el caso de Europa, obvio, que la historia es profunda en enseñanzas en cuanto a los millones de muertos que puede producir el no tener vocación de trabajo en conjunto.
En nuestra América del Sur, tenemos la ventaja que no tenemos esa historia tan dramática, pero de alguna manera creo que lo que estamos enfrentando es la necesidad de actualizar, podríamos utilizar la palabra ayornar, los métodos del trabajo conjunto entre nuestros países que son vecinos. En parte nos señala la CEPAL esa necesidad del trabajo conjunto, de cooperar, de sumar esfuerzos, que se está acentuando en parte como consecuencia de los efectos de la crisis en las economías más desarrolladas, y en parte como consecuencia del surgimiento de Asia como un gran protagonista; que significa enormes oportunidades, y basta ver con lo que demandan los países asiáticos (no sólo China), pero que significa a su vez enormes desafíos porque son países que, indudablemente, van a adquirir cada vez más presencia en nuestras economías y eso es un hecho de la vida, va a ser natural, se va acentuar. Y frente a eso, entonces, va surgiendo cada vez más la necesidad de modernizar, si se quiere, la forma en que desarrollamos la integración. Por lo tanto yo no visualizo tanto una crisis de la idea de integración sino una crisis de los métodos de integración, que es todo un gran desafío no solo para los gobiernos sino también para el sector empresario, para el mundo académico. Es decir, nosotros en el mundo académico, tenemos que ayudar a repensar qué significa integración, qué significa trabajar juntos, qué significa Unión Aduanera. Muchas veces hemos tenido una cierta tendencia a aplicar conceptos de libro de texto, y citamos a Bela Balassa que define lo que es una Unión Aduanera. Entonces la hacemos tan perfecta a esa Unión Aduanera a la teoría, que frente a lo que hacemos a la práctica terminamos bautizándola como imperfecta, sin darnos cuenta que nadie compra productos imperfectos. Yo creo que sobre esto tenemos que reflexionar porque al instalar conceptos tan rígidos estamos dificultándoles la vida a quienes tienen que tomar decisiones de política, o decisiones empresariales. Por lo tanto la necesidad de ayornamiento, de la renovación de métodos, de conceptos, va más allá del plano gubernamental y del plano empresarial, nos incluye a los que estamos en la actividad académica e incluye, también, a los que están en los medios de comunicación.
Pensamos en la crisis del Mercosur, qué nos está pasando, y demás; y de sentir la obligación de aportar algo y no de juzgar. He elegido tres conceptos que de alguna manera refleja lo que son condiciones para movernos en campo sudamericano, en el barrio, pero son condiciones para movernos en la competencia económica global y creo que esto de alguna manera es estimulado por un hecho positivo que es la presencia de Asia, de China e India en nuestra región; y para hacer enormes oportunidades que significa ese crecimiento de clase media urbana, antiguamente en los países del Asia, pero también en nuestra América del Sur, donde los próximos quince años va haber más de 50 ciudades con más un millón de habitantes.
Finalmente llego a la conclusión de que de las muchas condiciones o de las principales, identifico tres que están muy inspiradas en el deporte también, no sólo en la vida política, en la integración, en la competencia económica global. La primera es la que de alguna manera, Del Potro o Messi, nos diría: lo primero que necesitas para competir es saber qué quieres y qué es lo que puedes, es decir, no vas a competir con alguien que no le puedes competir. Pero para competir como país, en el plano internacional, se necesita tener estrategia de desarrollo. Hay un profesor de Hardware muy especializado en el desarrollo económico, el profesor Dani Rodrik. Dani Rodrik ha instalado el concepto “Home Grow Plan”, es decir lo primero que necesitas para moverte en un escenario internacional es saber qué es lo que quieres y lo que puedes, y en función de tu estrategia sentarte a negociar y a proyectarte al mundo. Esto es una primera reflexión con respecto, también, a nuestra competencia con el Asia, Europa, África, Estados Unidos, o quien sea. La segunda reflexión es que para competir necesitas tener en tu plano interno y en el plano del conjunto, mecanismo de producción de reglas de juegos, que sean efectivas, que se apliquen. Vuelvo al ejemplo del deporte: imaginémonos jugar la final de campeonato mundial del 2014 en el Maracaná, nosotros con Brasil y que las reglas de juego las pueda cambiar unilateralmente el dueño de casa, nadie compite así. Entonces, de alguna manera, en la competencia tenemos que tener reglas que se cumplan, y ahí viene la tarea principal de la definición de un nuevo orden internacional, de cómo va haber una gobernanza global en lo económico con reglas de juegos que sean legitimas, aceptadas por los distintos protagonistas, y esa es la tarea del G – 20; con la dificultad que tiene el G – 20 para desarrollar una tarea de ese tipo, porque no necesariamente representa a la totalidad de los países o no se consideran representados por el G – 20. Pero reglas de calidad es una segunda condición, esto hace a nuestra relación con China, Asia, India, África, Estados Unidos, Europa, con América del Sur (entre nosotros). La tercera condición es practicar el arte (pongo estos términos porque es un poco heterodoxo); el arte de los encadenamientos productivos, el arte de tejer redes, de insertarnos en redes, en cadenas de valor, de trepar dentro de las cadenas de valor para morder cada vez más la parte más suculenta de una cadena de valor, que es aquella que está más vinculada al consumidor final. Es decir, en un alimento procesado está el insumo y está lo que finalmente aparece en la góndola que lleva la marca, entonces cómo llegar lo más cerca posible a ese tipo de localización en las cadenas de valor.
Yo diría que éstas son tres condiciones que necesitamos para trabajar más intensamente con Asia. Por ejemplo a mi no me disgustó la propuesta de sugerencia, creo que así se llamó, de Wen Jiabao, del primer Ministro chino, cuando sugirió hacer un estudio de factibilidad sobre una eventual negociación de acuerdo del libre comercio. Estuve examinando los estudios de factibilidad por ejemplo del acuerdo de libre comercio entre China y Corea y son estudios que permiten, precisamente, encontrar elementos que te ayudan a definir ganadores y perdedores, condiciones para ganar y para perder. Entonces si fuera cierto lo que muchos temen, la primarización de nuestro comercio exterior como consecuencia de la relación con China, siguiendo lo que pasó en el Siglo XIX, particularmente con Gran Bretaña; eso surgiría del estudio de factibilidad y nadie se sentará a negociar un acuerdo que lleve a cristalizar un desequilibrio, una asimetría cualitativa de esas características. Por lo tanto, yo creo que lo que tenemos que tener deviene especialmente de una estrategia nacional; saber qué es lo que quiero, qué es lo que puedo, te lleva a ser asertivo de la agenda positiva y después sentarte a negociar, y negociar las 72 horas del día.
Ante la crisis del Euro, Peña considera que en la UE van a superar este escollo pero no va a ser la misma Europa de antes. Europa y EEUU van a tener que reconocer que en este nuevo mundo que estamos entrando, las cosas han cambiado radicalmente con respecto a los últimos 500 años y es ahí en donde se observa el cambio sustantivo. Ahora, para mucho protagonistas, es un mundo que no tiene un centro pre determinado y quien se acostumbró a ser centro a veces le cuesta reconocer que ya no son más el centro, lo cual no quiere decir que no son protagonistas, lo cual no quiere decir que entraron en decadencia, quiere decir que el papel que tenían han cambiado y se tienen que adaptar a las nuevas realidades y yo creo que eso le paso a Europa, le paso a Estados Unidos, nos pasa a todos. China abierta al mundo compitiendo en todo el mundo, no es lo mismo que la China cerrada de los últimos cinco siglos. Entonces todo el mundo tiene que entender que se está navegando en un mundo diferente. En el cual no tenes que tener un GPS, tenes que tener olfato, intuición, organización, inteligencia competitiva, manejo de la información y una serie de elementos que no te los va a dar nadie; cada uno por las suyas. . Y acá es donde viene un campo espectacular a la convergencia público – privada, académico – empresario, sector laboral – sector productivo, que es lo que tenemos que terminar de armar, a nivel nacional en nuestro país, y a nivel regional en América del Sur.
Desarrollo & Contenido
Vanina Soledad Fattori