Los países con mayor población del mundo están obligados a plantearse una sencilla pero categórica pregunta: ¿cómo es posible evitar el desastre demográfico de su superpoblación? Este, es indudablemente el caso de India, con su más de 1.300 millones de habitantes. Y en ascenso en un contexto donde muchos países se ven afectados por el decrecimiento de su cantidad de población. Y los problemas que genera esta situación son diversos, especialmente por el desempleo juvenil, (que, en el caso de India, aumentó durante los últimos 5 años). En esta nota, Alejo Inza desarrolla un análisis y adaptación sobre la opinión del joven político y especialista Feroze Varun Gandhi sobre una publicación en el reconocido medio The Indian Express. Sus comentarios, son una advertencia para el mundo: “en un contexto internacional globalizado y competitivo, no abordar estos desafíos significa resignar el futuro».
La irrupción de la pandemia en 2020 generó un enorme impacto en la economía global, como consecuencia de las restricciones sanitarias y las difíciles circunstancias epidemiológicas internas de los países. El caso de India no fue la excepción. En diciembre de 2021, la tasa de desempleo alcanzo un máximo del 7,9% luego de meses de sostenido incremento, junto al desempleo urbano que aumentó al 9,3%. Para mencionar otro ejemplo concreto, es posible referirse al estado de Uttar Pradesh, ubicado al norte de la India. Según el Centro de Monitoreo de la Economía India (CMEI), la fuerza laboral aumentó de 149,5 a 170,7 millones de personas en los últimos 5 años, pero el porcentaje de personas empleadas disminuyó de 38,5% a 32,8% durante el mismo período. Estas tendencias reflejan, indudablemente, cómo la economía del país fue afectada y también que aún continúa con dificultades para recuperarse.
Si bien esta situación es crítica para la población en su conjunto, afectó con mayor gravedad a los jóvenes de India. Para ellos, la tasa de desempleo aumentó considerablemente en los últimos años, desde alrededor de 15,66% en 2016-2017 al 28,26% en el período 2020-21. Incluso, alcanzo la cifra de 32,03% el año pasado. Otro dato importante para considerar es que, a pesar de obtener un título universitario, 9 de 55 millones de graduados estaban desempleados en 2019. En este sentido, parecería que la decisión de estudiar bajo estas condiciones socioeconómicas no representa una garantía para los jóvenes.
La magnitud de la crisis comenzó a preocupar a distintas figuras locales, que señalaron las enormes consecuencias que tendrá la falta de empleo sobre el potencial del país. Especialmente, el problema será para las generaciones más jóvenes que no encuentran oportunidades laborales formales para crecer. En este sentido, sería desaprovechar el potencial demográfico que tiene India en comparación a otros países de la región y el mundo, como así también ignorar el siguiente desafío: ¿Cómo logrará India absorber el “excedente demográfico” sin políticas que fomenten el empleo? Al respecto, se calcula que el país necesitará generar 90 millones de empleos no agrícolas entre 2023 y 2030, aunque aún no es certero en que rubros productivos, debido a la reducción del empleo público. Sin embargo, una alternativa que promete hacia el futuro son las empresas tecnológicas emergentes, que en 2021 alcanzaron la cantidad de 53 mil y contrataron, aproximadamente, a 570 mil personas.
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En la otra cara de la moneda, se encuentra los trabajadores y trabajadoras pobres que continuaron labrando la tierra y empleados como mano de obra en las construcciones. Para la mayoría, esta situación se traduce en un sentimiento de decepción hacía el estado, que se prolonga. Incluso, muchas personas desistieron en su búsqueda laboral. Para ilustrar este panorama con datos, debemos señalar que la tasa de participación en la fuerza laboral se redujo al 40-42% cuando en 2016 era de 47,26%. Es decir, el 60% de la fuerza laboral sencillamente no está buscando trabajo por las condiciones actuales. Sin embargo, en los últimos años la gente comenzó a solicitar más empleos al estado, específicamente, en el marco del Esquema Nacional de Garantía de Empleo, que aumentó a casi 85,6 millones de personas entre abril y octubre de 2021 a diferencias de años anteriores. De esta manera, India sigue adelante, con la esperanza de que los trabajos de fabricación lleguen desde China.
Ahora bien, ¿es posible que surja un “Estado diferente” ?, es decir, ¿Uno que fomente la creación de bienes públicos e invierta en capital humano? Mientras se simplifiquen las regulaciones y se invierta en producción, es posible que se generen nuevos puestos de trabajo. Un primer paso sería rejuvenecer el Estado expandiendo notablemente los servicios públicos básicos. A partir de 2019, antes de la irrupción de la pandemia, había alrededor de 200 millones de vacantes para trabajar en el área de salud; 1 millón de vacantes para maestros; y aproximadamente 1,17 millones de puestos de trabajadores anganwandi (cuidadoras rurales tradicionales), lo cual acumula un total de más de 2,5 millones de puestos vacantes. Además, existe una clara necesidad de ampliar la capacidad médica que ofrece el país, como así también de regularizar a los trabajadores temporales y por contrato en estos sectores mencionados. Adoptar estas políticas, contribuiría a generar más de 5,2 millones de puestos de trabajo.
Al mismo tiempo, otro aspecto a modificar consiste en mejorar las habilidades de la fuerza laboral existente, especialmente en la zona urbana de India. Por ejemplo, es posible implementar un esquema nacional de garantía de empleo urbano, centrado en la creación de activos públicos, que mejore las habilidades de las personas y brinde apoyo a los ingresos. Dicho plan, podría cubrir a 20 millones de trabajadores urbanos ocasionalmente durante 100 días, a una tasa salarial promedio de 4 USD por día y un costo total aproximado de 130 mil USD. Cabe destacar que el estado de las ciudades en India continúa siendo pobre y, por ende, un esquema de expansión de la obra pública y rehabilitación podría contribuir.
Por otro lado, una opción a explorar consiste en los “empleos verdes”, incluidos los que tradicionalmente compitieron con los servicios públicos (conservación del agua, gestión de residuos, entre otros). Se estima que una ciudad basada en un consejo municipal podría crear alrededor de 650 empleos de este tipo, mientras que un consejo municipal de la ciudad generaría 1875 puestos de trabajo y, finalmente, una corporación municipal de pleno derecho podría generar 9.085. Alrededor de 150-2500 de estos puestos de trabajo en esta última área serían en las energías renovables, mientras que entre 300 y 2000 puestos adicionales se generarían en la gestión de residuos y el resto en actividades como la agricultura urbana.
Lo que resulta indudable es que, si las autoridades no abordan la situación, las consecuencias sociales serán enormes. Para tener una referencia, en 2021 la localidad de Shivpuri, en el estado de Madhya Pradesh, protagonizó un escenario de caos y disturbio social como reacción a la falta de empleos. Sucedió que 8000 ciudadanos esperaban en fila para acceder a la oportunidad de convertirse en uno de los 20 peones reclutados para el tribunal de distrito. En Gwalior, otra localidad del estado, se ofrecían 15 vacantes para varios roles junior (desde un conductor hasta un vigilante) que convocaron a más de 11,000 jóvenes desempleados para recolectar formularios. Frecuentemente, la misma persona (con educación para un MBA o un doctorado) solicitaría el puesto de peón, mientras se preparaba para el examen de juez. Estos ejemplos sugieren que la situación necesita un cambio y acción con urgencia.
Además, debemos considerar otra problemática. Se trata de las jóvenes mujeres de India, que mantienen una mayor responsabilidad sobre el cuidado infantil y la familia. Especialmente, de sus hijos e hijas. En algunos casos, los grupos familiares se extienden a más de 5 o 6 infantes, afectando la autonomía de la mujer para trabajar. Esta situación visibiliza una injusticia que implica la sobrepoblación. Al respecto, muchas han decidido recurrir a métodos de esterilización, más efectivos para evitar la maternidad, y así lograr orientar sus esfuerzos a un desarrollo individual.
Como conclusión, hay que destacar qué las ciudades de India podrían funcionar como imanes para la creación de empleo. Sólo se requieren las políticas adecuadas. El país necesita un diálogo nacional sobre el desempleo urbano, con reuniones de mesa redonda entre funcionarios gubernamentales, parlamentarios y aún más relevante, con la presencia de los jóvenes. La mera retórica ya no será suficiente. Enfrentar el desafío de la creación de empleo y mejora de sus habilidades en el mercado laboral, es indispensable para evitar un desastre demográfico, mejorar la calidad de vida de la gente y cambiar las perspectivas a futuro.
Adaptación & Traducción, Alejo Inza
Relaciones Internacionales Universidad Torcuato Di Tella
En Twitter: @AlejoInza
Artículo publicado originalmente en «Indian Express»