Timor Este es un país, que no solo ocupa la parte oriental de la Isla de Timor, sino que cuenta con un enclave en el sector occidental de la isla, llamado Oecussi, más las islas Atauro y Jaco. La nación timorense cuenta con 14874 km2 y una población de 1.4 millones de habitantes. Siendo su capital, la ciudad de Dili, la más importante del país. Las lenguas oficiales son el portugués, utilizado especialmente en el gobierno y organismos públicos, y el tetum, lengua franca, dado que los distintos grupos étnicos, utilizan una treinta lenguas y variantes dialectales. La religión predominante es la católica. La Iglesia tiene un rol muy importante en la cultura de los timorenses, como en la construcción de su identidad nacional.
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El país es colonia portuguesa desde fines del siglo XVI. En 1769 fue fundada la capital, Dili. Timor Este, siempre fue parte de la periferia del imperio ultramarino y Lisboa nunca realizó inversiones importantes. El país era un simple proveedor de café, maderas y otros productos agrícolas. El despertar nacionalista fue tardío, a raíz de la caída del régimen salazarista. Fuerzas progresistas y nacionalistas de la mano del FRETILIN, se hicieron con el poder local luego de una breve guerra civil con los partidarios de mantener lazos con Portugal. El 28 de noviembre de 1975, fue proclamada la independencia, pero pocos días después, por razones geopolíticas, Indonesia invadió el territorio, en tiempos de la dictadura de Suharto. El saldo fueron cientos de miles de muertos y la anexión de Timor Este como una provincia más.
La caída de la dictadura y la crisis de económica 1998, aceleraron los tiempos y bajo auspicios de Naciones Unidas los timorenses apoyaron la independencia por unanimidad. La retirada de las fuerzas indonesias y grupos afines desencadenó el caos y una crisis humanitaria, que obligó a Naciones Unidas bajo mandato del Capítulo VII. En 2002, la Administración Internacional entregó el poder al nuevo gobierno de la República Democrática de Timor Este, siendo su primer presidente, un héroe de la lucha por la independencia, Xanana Gusmao.
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El proceso de construcción en un nuevo país
Timor Este es una república semi presidencial, basado en el modelo portugués. El poder ejecutivo reside en el Consejo de Ministros, cuyo titular, el primer ministro, surge del liderazgo del partido o coalición que controle el Parlamento. Actualmente dicho cargo lo ostenta, Xanana Gusmao. Timor Este, ha estado dominado desde la independencia en 2002, por figuras de tiempos de la lucha por la liberación nacional. Estamos ante una democracia pluripartidista, con alternancia de poder y gobiernos formados por coaliciones. El país tiene elevados estándares en materia de libertad de expresión.
Desde 2002, Timor Este ha mejorado su calidad institucional, como señalan las sucesivas encuestas de Transparencia Internacional, donde queda reflejado las mejoras en materia de corrupción. Prueba de ello es el uso de la ayuda internacional, donde el gobierno de Timor Este, se ha mostrado siempre prudente y cumpliendo con las exigencias de sus donantes.
La política exterior del país está marcada por las buenas relaciones con Indonesia. Dili adoptó una política de reconciliación y la cuestión del genocidio, siguió el ejemplo sudafricano, con las comisiones de la verdad. La relación con Yakarta se ha desarrollado a un nivel muy constructivo. En julio de 2022 el presidente Widodo, de Indonesia, recibió a su par timorense Ramos Horta. Allí se conversaron sobre cuestiones muy interesantes. Un proyecto a tener en cuenta es la Zona Económica Transfronteriza o FTZ. En el Sudeste de Asia, este tipo de zonas son verdaderos motores de desarrollo. Incluso creadas como áreas de promoción industrial, se han convertido en polos de innovación tecnológica. Yakarta preside el bloque ASEAN – Asociación Económica de Naciones del Sudeste de Asia – apoyando abiertamente para que Timor Este, tenga membresía completa. Esto abre importantes perspectivas para el país, al ingresar a un enorme mercado de más de 600 millones de consumidores.
Timor Este es un país, donde la mayor parte de la población vive del sector agrícola. Podemos decir, en cuanto a las exportaciones, el café y el petróleo, son los productos estrella. Diversos gobiernos de Timor han buscado diversificar la economía, impulsando el desarrollo agropecuario, pesca y turismo. Se han creado zonas económicas especiales para atraer inversores. Es por ello que el ingreso al bloque ASEAN, puede ser calificado como una verdadera causa nacional.
El actual presidente José Ramos Horta, mantiene una activa agenda de política exterior; para lo que es un país de pequeña escala como Timor Leste. Pero arrastra prestigio de tiempos pasados, cuando era él mismo era la cara visible ante la comunidad internacional, como voz activa en la lucha por la independencia de su país. Asimismo, ha tenido participación como Enviado del Secretario General de Naciones Unidas en diversos procesos de pacificación y entre otras responsabilidades presidió el Panel Independiente de Alto Nivel de la ONU sobre Operaciones de Paz. Las relaciones con Indonesia como hemos visto, se mantienen fluidas. Respecto a la potencia regional, Australia, Dili, está embarcado en un complejo proceso de negociación sobre los yacimientos marítimos de gas y petróleo, en el Mar de Timor conocido como Greater Sunrise. El potencial que tiene dicha cuenca, abre nuevas perspectivas para los timorenses, como herramienta para promover el desarrollo e incluso, es un elemento táctico con el que aspiran a contar con cierta capacidad para el procesamiento de petróleo y participar en el negocio de exportación de gas natural licuado o GNL. Por ello, Australia movilizó toda su influencia involucrándose en un complejo proceso de negociaciones, a los fines de evitar que China incremente su peso en la economía timorense. La estrategia de Timor Este sin ninguna duda está marcada por una realidad geopolítica donde dos actores de peso tienen papel protagónico e influencia como Australia e Indonesia.
Pero no en vano, para que Timor Leste pueda moverse inteligentemente en las dinámicas geopolíticas de la región, Dili mantiene estrechos lazos con Portugal y forma parte del PALOP, comunidad de países de lengua portuguesa. Vínculos que son una alternativa a la influencia que ejercen Canberra y Yakarta; y por supuesto tienen que ver con la construcción de la identidad nacional asociada a la herencia lusitana. Algo no separado con el objetivo de forjar la cuestión identitaria y reforzar un concepto de mayor independencia y autonomía de política exterior basado en el equilibrio de fuerzas.
Por Dr. Alejandro Suárez Saponaro
Abogado. Magíster en Defensa Nacional. Director Corresponsal para diario El Minuto y columnista de la revista Defensa y Seguridad en su formato digital (deyseg.com).