Nuestra redactora Vanina Fattori ha sido una de las ganadoras del concurso “¿Qué sé sobre Azerbaiyán?”, certamen organizado por el Ministerio de Juventud y Deporte de la República de Azerbaiyán y la coordinación en Argentina de la “Cátedra de Estudios de Azerbaiyán” que depende del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata IRI, con auspicios de la Embajada de Azerbaiyán en Buenos Aires. En su experiencia de viaje, Vanina Fattori nos describe sobre el factor multicultural de este joven país del Cáucaso.
Uno de los mayores atractivos por descubrir de Azerbaiyán es que este joven y pujante país posee raíces de los persas, turcos, rusos y musulmanes, siendo el multiculturalismo una herramienta para salvaguardar la integridad y valor social y humano de su población. Hablamos de la diversidad en un país que cuenta con características propias producto de una rica historia cultural; a diferencia de otros países, el multiculturalismo no quedó marginado, inclusive resulta ser un activo importante para la cohesión de su sociedad, como así también para su identidad. Este aspecto es importante para poder facilitar la comunicación entre los diferentes grupos que co-existen dentro del territorio azerbaiyano.
El país dimensionalmente más grande del Cáucaso presenta una estructura social integrada por diferentes grupos entre sí pero interrelacionados, de modo tal que cuando pensamos en la definición de multiculturalismo, esos grupos comparten los rasgos de este concepto a través de la comunicación, del comportamiento e interacción, constituyendo un conjunto de identidades que reconocen y validan la diversidad de expresiones y contribuciones culturales. Es menester saber que estamos frente una Nación de carácter multiconfesional, multinacional y, por ende, multicultural.
Muchos factores, como el tiempo y los sucesos históricos, económicos y culturales, hicieron de Azerbaiyán un país multicultural por excelencia, conformando un Estado que pone en relieve la tolerancia y el respeto a otras identidades, independientemente de su lengua, raza, etnia, religión. Lo mismo sucede hacia los grupos minoritarios desplegados por todos el país, como por ejemplo, el ucraniano, el Kurdo, Laks, Tártaro, Talish, Comunidad de Akhiska turcos, Judios, alemanes, griegos, y más.
Un viaje hacia el multiculturalismo azerbaijano
Cuando uno transita por las calles de Bakú se puede observar los indicadores que incidieron para formar una ciudad caracterizada por la diversidad, desde su estructura arquitectónica hasta las costumbres y tradiciones en la sociedad. El devenir del tiempo y los acontecimientos históricos han hecho posible esta caracterización; el hecho de haber transitado por diferentes religiones como el zoroastrismo, el cristianismo y el Islam, ha generado el rico legado socio-cultural de los turcos, persas y musulmanes. Estos aspectos se materializaron cuando, en una misma tarde, se pudo visitar las tres religiones monoteístas de Azerbaiyán: la mezquita Goy Mescid (Ajdarbey Mescidi) en donde pueden concurrir chiítas como sunitas; Iglesia Ortodoxa Rusa Catedral del Santo Mirra-Portadores y la Sinagoga de Judíos Europeos inaugurada en el año 2010.
Muchos de estos edificios religiosos, como la mencionada Iglesia Ortodoxa Rusa y la Mezquita, fueron destruidos durante la etapa soviética, pero también comenzaron a ser reconstruidos a partir del año 1998.
La Mezquita, la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Sinagoga fueron visitas indispensables para visualizar la imagen de tolerancia y multiculturalismo en la ciudad de Bakú. Si bien el país presenta un fuerte legado turco, el 95% de la población actual siguen la interpretación chiíta. Con respecto a los judíos, podemos decir que su mayor comunidad vive en la capital del país, pero también hay grandes grupos en Krasnaya Alobada y Ogus. La mayoría de los judíos emigraron para Israel después de 1990, pero este suceso fue menos grave en Azerbaiyán que en otras partes de la antigua Unión Soviética. Es oportuno tener presente que el país tiene una estrecha amistad con Israel, ello se evidenció luego cuando apoyó a Bakú tras lo acontecido con Armenia en la guerra de Nagorno Karabaj. Por su parte, la comunidad cristiana está integrada principalmente por la Ortodoxa Rusa, con pequeños grupos de católicos y protestantes. La Iglesia Catedral del Santo Mirra-Portadores fue fundada en 1909, cerrada en 1920 y reabierta en 2003 con una imagen renovada que da cuenta de su largo legado histórico.
En efecto podemos ver esta convivencia y tolerancia que hacen a ese respeto al “otro”, siguiendo un concepto que se remonta al ethos básico de la propia política constitucional del país, recordemos que Azerbaiyán en su Constitución permite la libertad de practicar todas las religiones sin restricciones. La Mezquita Goy Mescid (Ajdarbey Mescidi), la Iglesia Ortodoxa Rusa Catedral del Santo Mirra-Portadores y la Sinagoga de Judíos Europeos son parte de un recorrido obligado para comprender el factor multicultural de la ciudad de Bakú.
La experiencia de maravillarse con las estructuras arquitectónicas de estos espacios religiosos merece una descripción más extensa, aunque las palabras no pueden superar el significado de vivir las sensaciones de la proximidad con las raíces del pueblo de Azerbaiyán. El factor multicultural es uno de los atractivos más sobresalientes de la capital Bakú, habiendo muchos lugares por descubrir en otras ciudades locales y también considerando que la moderna Azerbaiyán de hoy también fue en el pasado “ruta de la seda”; seguramente esto no es lo único que sorprenderá cuando uno pasea por el país de mayor crecimiento en el Cáucaso, guardando un legado cultural realmente atrapante.
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Vanina Soledad Fattori
Para conocer más sobre la predominancia de las diferentes religiones en Azerbaiyán: http://www.azerbaijan.az/_GeneralInfo/_TraditionReligion/_traditionReligion_e.html