Compartimos recurso desde alianza con think-tank en Sídney, el «Lowy Institute» y la novedad de la publicación que trata las perspectivas geopolíticas australianas desde el factor de la seguridad del mar. Los contenidos del nuevo libro conecta la cooperación con la India.
El nuevo libro de The Sea Power Centre´s “Una escuela marítima de pensamiento estratégico para la perspectiva de Australia” brinda interesantes perspectivas sobre la visión australiana de la evolución del mar.
Desde el punto de vista indio, este libro es interesante en tres puntos. En primer lugar, los dilemas marítimos discutidos no son específicos solo para Australia, sino para otros países también. La “imaginación continental” que Michael Evans lamenta en su trabajo, es una enfermedad que afecta a la clase política en muchas capitales, como Nueva Delhi. De hecho, la noción de «el culto a la tierra adentro» es un tema que resuena fuertemente entre los pensadores marítimos indios.
En segundo lugar, los capítulos no solo tratan los clásicos temas navales, sino que también profundizan en temas como las construcciones navales, el pensamiento marítimo respecto al comercio, políticas oceánicas, ley marítima, turismo y seguridad de transporte. Con el ambiente marítimo siendo tan impredecible como es, y la “infraestructura” oceánica fuera de vista, ciertamente hay una necesidad de una respuesta global y coherente. El libro precisamente presenta no solo las perspectivas de defensa y seguridad, sino también puntos de vista de la academia y de la industria.
Por último, la audaz promoción de un marco “Indo-Pacifico” aporta claridad al debate sobre el interés de la política exterior de Australia.
Desde un punto de vista externo, la franqueza con la que se tratan los temas discutidos en el libro es refrescante. Por ejemplo el “espacio aire-mar” al que el vicealmirante Griggs se refiere en su trabajo es un trabajo institucional con el cual muchas marinas del mundo se identifican (incluida la Marina de India). El “espacio aire-mar” es un elemento básico de la mentalidad “continental” que sostiene que el “mar” y “aire” carecen de características interesantes o de valor. Su mensaje acerca de la necesidad de una reforma radical en las escuelas australianas de pensamiento estratégico quizás puedan ser aplicadas de igual manera en la India.
Peter Layton sobre la gran estrategia (negación, compromiso y la reforma) sostiene que la estrategia marítima refleja una interesante paradoja. En teoría, la estrategia marítima de un país debe depender de un tipo de estrategia nacional perseguido. Operativamente, sin embargo, las armadas deben planificar religiosamente tanto los escenarios de compromiso como los de conflicto. Incluso cuando se está utilizando una fuerza marítima a modo de “compromiso” simultáneamente se utilizan las prácticas de contingencia para la “negación” y “reforma”. Esto, por supuesto, se aplica sobre todo en los casos en que un marina tiene conflictos con otra.
El libro aborda muchos temas de interés marítimo pero no logra responder a una pregunta fundamental: ¿Podrá la nueva escuela de pensamiento marítimo pasar por encima de las formas tradicionales de inseguridad marítima debido a las rivalidades de estado y las amenazas a las líneas marítimas de comunicación para dar cuenta también de las cuestiones no tradicionales, como la delincuencia transnacional, la seguridad ambiental y la crisis del cambio climático inducido?
El capítulo de Mark Hinchcliffe sugiere una amplia concepción de estrategia marítima que tal vez pueda subordinar la fuerza militar a la diplomacia en una región donde el paradigma de la seguridad se centra en temas no tradicionales.
Sin embargo, este enfoque tiende a descartar el papel de las fuerzas marítimas en la prestación de la seguridad no tradicional. La solución diplomática funciona bien a nivel político, pero en términos operativos, es el componente naval que hace el trabajo duro de proporcionar seguridad real permitiendo el acceso a los bienes comunes marítimos, la obtención de recursos y reservas de alimentos y la protección del medio ambiente marino.
El profesor Geoffrey Till plantea una cuestión pertinente que a menudo se pasa por alto. Un entorno marítimo complejo, señala, requiere una combinación de las funciones navales cooperativas y competitivas que conducen a las cuestiones de la «elección» y la «prioridad». Cuando las naciones priorizan una fuerza marítima que se ocupa fundamentalmente de una determinada categoría de operaciones (en su mayoría tradicionales), impone un costo. Con el concepto de seguridad marítima ampliado más allá de la defensa nacional frente a las amenazas militares convencionales para incorporar también las amenazas de la delincuencia transnacional y el terrorismo internacional, el profesor Till acertadamente pone de relieve la necesidad de un enfoque más equilibrado.
Desarrollo & Contenido adaptado al español
Eric Paredes – Universidad de Palermo