Desde la red de alianzas con expertos y think-tanks en diferentes partes del mundo, compartimos la opinión del experto Georgui Bovt del medio Russia Beyond The Headlines. La paciencia que contagie la política, el ejercicio de la diplomacia; allí están las claves para contener cualquier impacto que empeore la situación tras el asesinato del Embajador de la Federación Rusa Andrei Karlov en Turquía. Fluye en la prensa internacional artículos que analizan cómo actuó este criminal, pero logró el efecto mediático que busca siempre el terrorismo para sembrar miedo, tener el mayor efecto de comunicación. Mientras se conocen detalles a través de las noticias, compartimos estas reflexiones que ayudan a ver el origen y entender el contexto que tiene este acto inhumano que parece orientado a dinamitar las relaciones entre Rusia y Turquía.
Moscú y Ankara coinciden en que el asesinato del embajador de Rusia en Turquía, Andréi Kárlov, ha sido un atentado terrorista. Si este perseguía el objetivo de frustrar el reciente acercamiento entre Moscú y Ankara, por ahora la actitud es precisamente la contraria: se ha insistido en la solidaridad ante el enemigo común, el terrorismo, así como en la continuación de la búsqueda de vías de regulación para el conflicto sirio.
El atacante fue abatido a tiros, lo cual puede dificultar la investigación del caso. ¿Quién está detrás de este asesino de 22 años, agente de policía turco que no se encontraba en servicio en el momento del ataque? Existen varias versiones.
Versión 1: Fethullah Gülen
En Turquía, respaldada por el gobierno, una de las versiones más populares es la de que tras el asesinato se encuentran fuerzas cercanas al imán Fethullah Gülen, que reside en EE UU después de huir de su país.
Este clérigo está considerado como el inspirador del golpe de estado fallido del pasado verano, en el que se intentó derrocar al presidente Erdogan. Gülen es el “enemigo del pueblo” número uno, y con él suelen relacionarse muchos de los disgustos del gobierno turco. Tras el fracaso de la rebelión, Erdogan emprendió unas purgas masivas dentro de las estructuras de poder. Sin embargo, como es sabido, ninguna purga puede ser eficaz al 100 %. Entre los organizadores del golpe de Estado había por lo visto algunos que se declaraban partidarios de una política más severa de Ankara en Siria contra Asad y, por lo tanto, contra Rusia, que apoya a Asad. Estas personas podrían no estar interesadas en el acercamiento entre Rusia y Turquía, por lo que tendrían razones para atacarlo. Y algo que podría gustarles todavía menos es la actitud de Turquía en el caso de la toma del control de la ciudad siria de Alepo par parte de las fuerzas de Bashar al Asad.
Existen razones para creer que entre Moscú y Ankara se ha alcanzado un “entendimiento” si no formal, al menos informal, respecto a la diferenciación de sus esferas de influencia en Siria. Turquía podría haber reducido el nivel de apoyo a sus “clientes” de la oposición siria. Esto podría haber ayudado a tomar la ciudad. Al mismo tiempo, los guerrilleros del principal “cliente” de Turquía en Siria, el Ejército Libre Sirio, abandonaron sanos y salvos la ciudad por los corredores humanitarios, organizados, como puede suponerse, con la mediación de Ankara. A Turquía no le interesa que el Ejército Libre Sirio se extinga por completo. Estos hombres todavía pueden servirle para defender sus intereses en Siria “después de Asad”.
Versión 2: los islamistas
A partir de esta interacción por ahora no formalizada de ningún modo entre Ankara y Moscú podría generarse una colaboración mucho más constructiva para la recuperación de Siria después de la guerra. Sin embargo, este escenario podría no satisfacer a otros islamistas. Entre ellos, a las fuerzas relacionadas con el Ejército Libre Sirio.
Turquía lleva mucho tiempo coqueteando con los islamistas y ahora está recogiendo los frutos de este juego: en el país se han incrementado los atentados terroristas. Algunas de estas fuerzas islamistas podrían haberse sentido “traicionadas” y haber decidido atacar tanto a Rusia como al acercamiento ruso-turco a la vez.
Además, el asesinato podría haber sido orquestado por otras fuerzas islamistas externas al Ejército Libre Sirio, cuyos partidarios han celebrado una auténtica fiesta en las redes sociales con motivo del asesinato. Entre ellas podrían encontrarse fuerzas relacionadas con el Frente al-Nusra o Ahrar ash-Sham. Estas organizaciones están apoyadas por fuerzas influyentes en Catar y Arabia Saudí, algunas de ellas cercanas al gobierno. Estas fuerzas se encuentran en una clara desventaja actualmente en Siria, y esto se debe en gran parte a la injerencia militar rusa.
Además, detrás del atentado podrían encontrarse fuerzas cercanas al Estado Islámico, servicios especiales turcos también han coqueteado con esta agrupación. Esta teoría es bastante probable si tenemos en cuenta que no se han realizado purgas “debido a la relación con el Estado Islámico”.
Versión 3: el terrorista actuó en solitario
Existe una versión más sencilla. Es posible que el asesinato sea obra o bien de un terrorista que actuaba en solitario o bien de un grupo reducido de islamistas.
Este tipo de grupos de 1 a 3 personas se han vuelto más frecuentes en muchos países. En esta ocasión también podría tratarse de uno de estos casos.
Uno de los factores que podría haber empujado a este policía de 22 años a cometer el asesinato podría haber sido el histerismo informativo desatado por muchos medios de comunicación de todo el mundo sobre las acciones de Rusia y Asad en el este de Alepo. Los medios turcos no se quedaron atrás en esta campaña, que ganó especial fuerza en el contexto de la operación a gran escala para la liberación de la ciudad iraquí de Mosul de manos del Estado Islámico emprendida por el ejército de Irak y varios destacamentos chiíes y kurdos. En el segundo caso, los medios que insisten en los “bombardeos barbáricos” del este de Alepo y sobre unas supuestas pérdidas “masivas” entre la población civil, guardan silencio cuando se trata de la operación en Mosul, donde hay más civiles, la operación es más amplia, la oposición étnica es más aguda y las acciones del Estado Islámicos son todavía más barbáricas. La impresión obtenida por este sensacionalismo mediático podría haber decidido al asesino a “vengar a Alepo”.
Versión 4: los kurdos
En teoría, la versión kurda también es posible. Los kurdos podrían estar vengándose de Ankara por todo lo que les está haciendo en el norte de Siria, organizando allí una “zona sanitaria” en los territorios libreados del Estado Islámicos con los esfuerzos de las formaciones kurdas.
Sin embargo, esta versión parece bastante poco probable: es difícil imaginar que en la policía turca trabaje un hombre relacionado con los kurdos. La discriminación étnica es muy alta en esta estructura.
Versión 5: una operación de la OTAN
Existe también una versión totalmente delirante. Algunos políticos rusos afirman que el asesinato del embajador podría ser resultado de una “operación secreta de la OTAN”.
Esto daría para escribir historias de detectives, como la igualmente escandalosa versión de la “venganza de Obama a Putin”. Pero esta versión, si se reflexiona por un segundo, se descarta rápidamente con la sencilla pregunta: ¿para qué necesita la OTAN un casus belli contra Rusia?
El propio hecho de que estas versiones quepan en la cabeza de algunos políticos es más bien una muestra de hasta qué punto están deterioradas actualmente las relaciones entre Rusia y Occidente en general y Estados Unidos en particular. En esta situación, sigue siendo mejor no caer en este sensacionalismo informativo y propagandístico.
Ya podemos ver a dónde pueden conducir estas cosas, ya que el asesinato del embajador Kárlov se produce precisamente en el marco del histerismo reinante alrededor de Alepo. Y eso es lo más importante, independientemente de cuál sea la versión definitiva sobre este asesinato.
Por Georgui Bovt. Publicado originalmente en https://es.rbth.com/