El ascenso de Turquía al nuevo tablero geopolítico multipolar como un poder emergente a escala global presenta una oportunidad histórica para Argentina y los países de la región de crear una nueva agenda bilateral y multilateral con Turquía orientada a las energías renovables, a las nuevas tecnologías y la industria de defensa. La guerra de Ucrania hizo célebres los vehículos aéreos no tripulados turcos o drones, símbolos de la pujante industria militar turca que los medios internacionales no tardaron en mostrar.
Desde hace décadas, Ankara, por medio de una estrategia de largo plazo, impulsa el desarrollo y expansión de una industria de defensa sumamente competitiva, que no solo se limita a los vehículos aéreos no tripulados, sino a una amplia gama de productos, destacándose el alto nivel tecnológico alcanzado en pocas décadas.
Turquía: un poder emergente global que afianza sus vínculos con la región
Desde la llegada del AK Parti (Partido de la Justicia y del Desarrollo) al poder en 2002, se produjo un giro en la concepción de la política exterior turca a partir de la cual se redefinieron nuevas áreas estratégicas para Ankara: África y América Latina. Bajo la “Doctrina de Profundidad estratégica” impulsada por el ex Ministro de Relaciones Exteriores Ahmet Davutoglu (2009-2014) y luego Primer Ministro (2014-2016), la República de Turkiye pasó de proyectarse como un “poder regional” a posicionarse como “actor global”.
Según la escuela neorrealista de Relaciones Internacionales cuyo máximo exponente es Kenneth Waltz, el ascenso de las potencias emergentes puede explicarse por una nueva distribución de las capacidades materiales de los Estados emergentes, acumuladas progresivamente, lo cual les permite expandir su agenda internacional y ampliar su zona de influencia hacia otros territorios fuera de su zona de influencia. La política exterior de las potencias emergentes es muy activa en las zonas periféricas a través de la competencia hegemónica con los poderes establecidos de balance militar y no- militar y a través de la expansión de su agenda global. [1]
Siguiendo esta línea argumentativa, la presencia de Turquía en América Latina se ha desarrollado exponencialmente durante los últimos años, en la actualidad existen 16 embajadas latinoamericanas acreditadas en Ankara: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, dato no menor que muestra la presencia latinoamericana en Ankara y que se encuentra en plena expansión.
Algunos de los indicadores de la intensificación de relaciones entre América Latina y Türkiye son: el incremento de los vuelos directos de Turkish Airlines en los países de la región, las misiones comerciales y la política del soft power. Turquía intentó firmar un acuerdo de libre comercio con el Mercosur [2] (organismo regional conformado por Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela), pero que luego no prosperó. En la Organización de Estados Americanos, la Comunidad del Caribe (CARICOM) y el Grupo de Río Turquía tiene el estatus de “país observador». En Latinoamérica, la agencia turca TIKA tiene oficinas permanentes en México desde 2014 y en Colombia desde 2015. Y desarrolló actividades en Argentina y Brasil. De acuerdo con el registro publicado por la misma agencia TIKA en su sitio web, se han desarrollado 178 proyectos entre TIKA y los países de América Latina entre 2008 y 2018. [3] Otra institución relevante en la política de soft power es el instituto Yunus Emre (Yunus Emre Enstitüsü), fundado en el año 2007 comenzó sus actividades en 2009 para promover el idioma turco y la cultura turca en el exterior. La primera sede del Yunus Emre fue establecida en México y se inauguró una sede en Argentina hace dos años atrás.
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Con respecto a la relación bilateral entre Turquía y Argentina existen algunas instancias de cooperación y complementación económica entre las que destacamos:
- la cooperación tecnológico-satelital: la creación de la empresa GSATCOM Space Technologies, con la asociación entre INVAP (empresa estatal argentina) y Turkish Aerospace Industry (TAI) para la producción conjunta del satélite ARSAT (SG-1) [4]
- En el sector privado las empresas productoras de aeronaves “Cicare” (argentina) y su homóloga turca: “Titra teknoloji”, avanzaron en negociaciones para producir conjuntamente piezas clave de helicópteros.[5]
La industria de defensa turca. Una estrella en ascenso
La crisis de Chipre de 1974, impuso el veto de Estados Unidos en materia de adquisición de armamento por parte de Türkiye. Esto impulsó al liderazgo político turco a sentar las bases para el desarrollo de una industria de defensa autónoma en un escenario regional cada vez más militarizado. En Ankara, advirtieron que ser aliado de la OTAN, no significaba el acceso irrestricto a tecnología puntera de Estados Unidos, ni estar exento de presiones políticas por parte de la Casa Blanca cuando Turquía no estuviera completamente alineada a sus intereses.
Por medio de Fundaciones de cada fuerza militar, se crearon los instrumentos para buscar financiamiento extra-presupuestario para el sector industrial de defensa lo cual también benefició al sector privado. Por medio de la Ley 3388 de 1987, las fundaciones de cada arma, fueron unificadas en la Fundación de las Fuerzas Armadas, accionista mayoritario de las siguientes empresas:
ASELSAN: La mayor empresa de electrónica de defensa de Turquía, siendo fabricantes de sistemas tecnologías de la información y la comunicación, radar y guerra electrónica, electroóptica, aviónica, sistemas no tripulados, sistemas terrestres, navales y de armas, sistemas de defensa aérea y de misiles, comando y control. Sistemas, transporte, seguridad, tráfico, automatización y sistemas médicos.
ROKETSAN: produce tecnologías para munición propulsada, munición guiada, sistemas avanzados de misiles y soluciones balísticas.
HAVELSAN, que proporciona software, simulaciones de entrenamiento e integración de sistemas.
ASPİLSAN e İŞBİR, que se centran en sistemas de potencia y energía (como generadores y baterías) para operaciones terrestres.
TURKISH AEROSPACE: proporciona soluciones para la aviación y el espacio, produciendo helicópteros, aviones de entrenamiento básico, aviones de transporte.
MKEK, fabricante de armas y municiones.
ASFAT: modernización de instalaciones, desarrollo de infraestructura industrial de defensa.
STM: Desarrolla soluciones tecnológicas y sistemas, en materia de plataformas navales militares, ciberseguridad, sistemas tácticos de mini UAV, sistemas de radar, tecnologías satelitales, sistemas de comando y control, certificación y consultoría.
El sector privado cuenta con firmas de renombre mundial como FNSS, en materia de blindados y vehículos militares; los famosos Otokar, (vehículos tácticos); Baykar Makina, célebre productora de drones. El nivel alcanzado de la industria turca de defensa, le permitió posicionar 7 empresas turcas dentro de las cien más importantes del mundo, en el año 2020 Turquía escaló hacia el número 14 en exportador de productos militares del mundo. Las exportaciones turcas alcanzaron US $4400 millones, y para 2023, se estima que la industria turca podrá auto-proveerse del 70%, previendo alcanzar el 80% para 2025, casi la autosuficiencia estratégica.[6] El valor dado a este sector, llevó a que la Agencia de Industria de Defensa de Turquía o SBB, dependa directamente del Presidente de la República.
La República de Turquía tuvo desde la década del 70 una clara estrategia en el fortalecimiento de sus capacidades nacionales, donde socios europeos, por ejemplo, en el caso de Alemania en materia de construcciones navales y blindados, participaron en las licencias de construcción. A partir del año 2000, comenzaron los diseños parcialmente nacionales, sobre plataformas extranjeras como el caso del helicóptero de ataque T129 Atak. A partir de 2010, la industria comenzó el camino del desarrollo completamente nacional, siendo símbolos de éxito, los vehículos aéreos no tripulados, donde Turquía encontró un nicho de mercado.
El país cuenta con una una serie de proyectos en pleno desarrollo, siendo algunos de ellos:
-Tanque principal de batalla Altay
-Vehículos blindados de cadenas y a rueda.
-Camión pesado 8×8,
-Nuevo fusil de asalto reglamentario para las Fuerzas Armadas
-Patrulleros navales rápidos Tuzla.
-Buque de proyección estratégica / LHD basado en el Juan Carlos I español.
-Destructores de defensa aérea.
-Submarinos U214 de licencia germana, como la construcción de un submarino de diseño nacional.
-Avión de entrenamiento avanzado y caza ligero.
-Desarrollo del avión de combate de quinta generación
-Armamento guiado.
-Vehículos aéreos no tripulados de combate (UAV/UCAV)
-Nuevo helicóptero de ataque
-Satélites de uso militar.
El listado de proyectos, en marcha, pone en evidencia el nivel alcanzado por la industria turca en cuatro décadas. En 2012, el sector tenía 66 proyectos por US$ 5.000 millones, pasando a 2022 a 700 por US$ 60.000 millones. El Estado turco cuenta con un Fondo de Apoyo a la Industria de Defensa, fuera del presupuesto gestionado por la SBB, organismo de fomento, para proyectos de inversión e investigación y desarrollo. Asimismo, existe una política de apoyo a la exportación, como experiencia en materia de cooperación industrial y tecnológica, como queda reflejado en la empresa turco – catarí para blindados y vehículos militares, apoyo al desarrollo y construcción de UAV en Georgia y Azerbaiyán, y en materia naval con Ucrania. Las ventajas comparativas de los productos militares turcos, es que son probados por las Fuerzas Armadas, y en más de un caso en escenarios reales y que por sus precios competitivos, genera un creciente interés en clientes en Asia, África y América Latina.
La adquisición del sistema de defensa antiaérea de largo alcance S400 a Rusia, significó sanciones por parte de Estados Unidos, a la agencia de promoción de la industria de defensa, SBB. Esto aceleró desde 2015, a incrementar los esfuerzos para reducir la dependencia tecnológica de Estados Unidos, siendo la respuesta de ello, el desarrollo del caza nacional de quinta generación TF-X.
El financiamiento de la poderosa industria de defensa turca, viene no solo de los contratos del Ministerio de Defensa, sino de la política de exportaciones. Las sanciones impuestas por la Casa Blanca, obliga a Turquía a buscar socios para sus desarrollos de alta tecnología y extender la influencia de su industria militar fuera de las fronteras. Esta es una ventana de oportunidad para Argentina, que padece desde hace tiempo restricciones políticas impuestas por actores externos, para acceder a tecnología militar, y la industria de defensa turca, ofrece la posibilidad que sea el socio estratégico que requiere nuestro país, para impulsar el complejo industrial de defensa local, y modernizar las Fuerzas Armadas.
La realidad de la industria de defensa argentina
En 1984 el ámbito de investigación, desarrollo y producción para la defensa estaba constituido por una estructura I&D (investigación y desarrollo) dependiente del Ministerio de Defensa y tres estructuras independientes de investigación y producción dependientes de cada una de las Fuerzas Armadas. Este esquema se mantiene hasta la actualidad, con algunos cambios, destacándose la drástica reducción de capacidades industriales, como del mercado local.
En la estructura de investigación y desarrollo, encontramos el Centro de Investigaciones y Desarrollo Tecnológico de la Defensa o CITIDEF, dependiente del Ministerio de Defensa, funciona como órgano desconcentrado, dedicado a llevar a cabo actividades de investigación y desarrollo para las Fuerzas Armadas, tanto de carácter específico como conjunto. Por ejemplo, ha llevado exitosamente trabajos de recuperación, repotenciación, modernización de elementos y equipos de las FFAA, además de brindar asesoramiento al Ministerio de Defensa y Cancillería, en cuestiones sobre convenios vinculados a tecnología militar. En más de medio siglo de existencia CITIDEF – antiguamente denominado Centro de Investigaciones Científicas de las Fuerzas Armadas – acumuló una valiosa experiencia en distintas disciplinas, tanto de utilidad para el ámbito de la defensa como el civil. Esto le permitió tener cierto reconocimiento internacional.
En los últimos años CITIDEF vino trabajando en la modernización de los cañones FM CITER de 155 mm[ 1], la puesta en marcha del Sistema de Lanzamiento de Artillería de Cohetes Múltiples o SLAM Pampero y Lanza. En el caso del primero se trata de un sistema empleado en un camión UNIMOG 4×4, que lanza cohetes de 105 mm con 11 km de alcance, y el segundo, emplea un camión IVECO Trakker, en el cual es colocada una plataforma que lanza cohetes CP 30 de 127 mm, y 30 km de alcance. El sistema Pampero puede ser empleado desde helicópteros, desde contenedores especialmente diseñados por CITIDEF. Hemos indicado que el Instituto, tiene un rol activo en materia de modernización y recuperación de sistemas de armas, destacándose la modernización y extensión de la vida útil de misiles superficie aire Aspide y superficie – superficie Exocet en servicio en las fragatas Meko 360 de la Armada.
En la Fábrica Militar de Villa María, de la mano de CITIDEF, Argentina podrá tener un banco de pruebas para los cartuchos de los asientos eyectables y pirotecnia empleada para fragilizar las cabinas de las aeronaves. Esta capacidad solo estaba reservada a una empresa ubicada en Brasil.
En los últimos años, el Ministerio de Defensa, viene trabajando en impulsar convenios y mecanismos de cooperación para el desarrollo de vehículos no tripulados terrestres y subacuáticos (ROV) y aéreos (UAV por sus siglas en inglés), radares, simuladores, sistemas de entrenamiento de diversos sistemas de armas, etc. Desde la Secretaría de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa, se están llevando a cabo mesas de trabajo, con la finalidad de coordinar esfuerzos entre el sector público y privado, articulando proveedores en los ámbitos textil, automotriz, y tecnologías de la información. [7] Argentina fue el único país de América Latina en fabricar piezas de artillería de campaña. Los CITER 155/33, fueron empleados exitosamente en la Guerra de Malvinas de 1982, siendo una amarga sorpresa para los británicos.
Las Fuerzas Armadas cuentan con sus organismos de investigación y desarrollo para satisfacer necesidades que le son propias. Sus capacidades tienen limitaciones por razones de presupuesto, y se orientan básicamente a recuperación y modernización de sistemas en servicio. Últimamente, existe un creciente interés en el desarrollo de vehículos aéreos no tripulados. Por decisión del Ministerio, este campo, ahora es una actividad de carácter conjunta, a los fines de ahorrar esfuerzos. Los desarrollos Clase I y II, denominados Búho, Aukán y Vigía, que son proyectos originados en la Fuerza Aérea. La Armada junto con la empresa pública de alta tecnología INVAP Sociedad del Estado, trabaja en un vehículo aéreo no tripulado de alas rotatorias, conocido como RUAS.
En el campo de la investigación y desarrollo de defensa, la citada empresa de alta tecnología INVAP, es una empresa especializada en la producción de radares. Junto con la Armada trabaja en el desarrollo de radares de tecnología AESA para vigilancia aérea y exploración de superficie para las corbetas Meko 140 y fragatas Meko 360.
Las empresas y entidades estatales dedicadas a la producción para la defensa, operan sin una debida coordinación. Incluso tienen figuras jurídicas societarias diferenciadas:
Fabricaciones Militares, es una Sociedad del Estado, regida por ende por la ley correspondiente. Sus actividades están centradas en producir municiones y el ámbito civil reparaciones ferroviarias, productos químicos y explosivos.
FADEA. Es una Sociedad Anónima controlada por el Estado, pero en los hechos funciona como un apéndice más del Estado, por razones políticas. En el ámbito de la defensa, los trabajos se centran en el programa Pampa, modernización de un lote de aviones de ataque liviano Pucará, helicópteros AB 206, aviones de transporte C 130 H, mantenimiento de aeronaves, desarrollo de un avión de instrucción primaria, reparación y modernización parcial de un P-3 Orión. En el campo civil, mantenimiento y reparación de aeronaves, fabricación de componentes para el cohete Tronador II, componentes para el avión de transporte militar KC390.
TANDANOR- CINAR. Es una sociedad anónima controlada por el Estado, incluyendo en el paquete accionario la participación de los trabajadores. Es responsable también del Astillero Almirante Storni, instalaciones que antes pertenecían a los Astilleros Ministro Manuel Domecq García, destinado en su momento, frustrado proyecto de submarinos. Su potencial no está explotado a fondo. Su actividad está centrada en la reparación y mantenimiento, teniendo también contratos para la producción de embarcaciones, destacándose el proyecto del buque polar para la Armada Argentina.
INVAP. Es una Sociedad del Estado perteneciente a la Provincia de Río Negro. En el ámbito militar se destaca la producción de radares. Participa en otros programas para las FFAA que van desde el desarrollo e integración de plataforma giroestabilizadas, desarrollo de radares tipo AESA para los buques de la Flota de Mar, pod de inteligencia y reconocimiento ISR para los aviones Pucará Fénix, vehículo no tripulado de alas rotatoria RUAS, etc.
Astilleros Río Santiago. Entidad dependiente del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. En el ámbito de la defensa, está embarcado en la construcción de lanchas de instrucción para la Armada y de compuertas para los diques de los talleres de la Base Naval Puerto Belgrano. Está en proceso de transformación en Sociedad del Estado.
El mercado militar argentino y escenario de cooperación con la industria de defensa turca
Las Fuerzas Armadas desde hace cuatro décadas, no reciben inversiones significativas. La vigencia de la ley que prevé el Fondo Nacional de Defensa, permite garantizar un piso de ingresos por unos US$ 500 millones para el sector. Esto crea las condiciones para tener cierto nivel de previsibilidad en materia de inversiones en equipamiento y tecnología de defensa.
El mercado militar se encuentra reducido, pero ello no deja de ser atractivo. Existen una serie de necesidades muy puntuales, donde, la industria de defensa turca, en cooperación con empresas argentinas pueden proveer interesantes soluciones. En el ámbito de cada fuerza, identificamos las siguientes áreas, donde las empresas turcas pueden ofrecer excelentes oportunidades:
Ejército.
Blindados M113: desde hace años, la fuerza lleva a cabo trabajos para elevarlos al nivel A3, con diversas mejoras mecánicas. Estas son insuficientes, dado que los blindados precisan mejorar su protección en el marco del campo de batalla moderno. Tomando de ejemplo, la modernización llevada por la empresa turca FNSS para los M113 sauditas, que incluye llevarlos al estándar M113A4 que incluye nueva planta motriz, transmisión, sistemas de refrigeración del motor, estación de armas con cañón de 25/30 mm, protección contra minas terrestres, aire acondicionado, depósitos externos de combustible – mejorando la seguridad de los tripulantes – protección balística externa, nuevo panel de instrumentos, módulo de diagnóstico y gestión, cámara térmica, sistema automático de extinción de incendios, protección NBQ, etc.
Blindados a rueda. Argentina tiene un requerimiento de unos 150 blindados de este tipo 6×6. Por razones financieras quedó suspensa la adquisición de los Iveco VBR Guaraní. Las empresas turcas ofrecen en el caso de FNSS, distintas versiones como los vehículos blindados PARS NG-WAV (8×8) y PARS IV (6×6) Special Operations Vehicle-SOV, así como el PARS Scout en sus versiones 6×6 y 8×8. Las opciones son diversas, incluyendo también el Otokar Cobra, que puede presentarse como una interesante opción para unidades de exploración y seguridad. En este aspecto, Ecuador adquirió la versión Cobra II, para hacer frente a operaciones de seguridad interior, lo que abre posibilidades para las FFSS, especialmente Gendarmería.
Vehículos aéreos no tripulados. El Ejército cuenta con desarrollos de origen nacional, que precisan mayores inversiones. Turquía, puede ofrecer la posibilidad para un intercambio tecnológico, mejorando las capacidades existentes, especialmente en materia de reconocimiento, vigilancia, adquisición de objetivos, inteligencia, y ataque.
Helicópteros. El Comando de Aviación del Ejército, cuenta con una vieja flota de Bell UH-1H, en parte modernizados al nivel Huey II, además de un Augusta A109, y SA 330 Puma en un número reducido. Turquía ofrece la posibilidad, de modernizar el Escuadrón de Exploración y Ataque 601 con helicópteros de ataque propiamente dicho. En el ámbito de los helicópteros utilitarios, el programa turco T70, basado en el Sikorsky S70, puede ser una opción, en el marco de un programa conjunto con la FAA, abriendo las puertas para un posible programa de participación de la industria argentina.
Las industrias de defensa turcas tienen la capacidad en materia de artillería de cohetes, munición de diverso tipo. Existe una necesidad imperiosa de producir munición para tanques, como morteros, misiles antitanques.
Armada
Submarinos. Argentina tiene un requerimiento de 3 a 4 submarinos. Existen ofertas de Francia, Alemania, y Brasil (buques de segunda mano). Turquía lleva a cabo la construcción de submarinos U214 en los astilleros Golcuk. El nivel alcanzado por dicha entidad, le permitió llevar a cabo el diseño del submarino nacional MILDEN 2022, cuya construcción se iniciará en 2025. Esto es una oportunidad para promover acuerdos de cooperación entre los astilleros turcos citados y CINAR – TANDANOR, con la finalidad de adquirir capacidades de mantenimiento y reparación de submarinos, y eventualmente su construcción. La posibilidad que Argentina concrete un contrato con astilleros alemanes por los U214, no impide que TANDANOR, tenga un intercambio e incluso promover una alianza estratégica con la industria de defensa turca, en esta materia.
Infantería de Marina. Este componente de la Armada, precisa reemplazar los 36 blindados Panhard, donde la industria turca. Asimismo, la empresa FNSS, tiene el blindado de asalto anfibio Zaha, que reemplaza a los LVTP 7.[8 Otros requerimientos son vehículos tácticos, drones.
Fuerza de Superficie/Flota de Mar: astilleros turcos, están embarcados en el marco del proyecto MILGEM, donde la industria debe proveer buques de diseño y construcción local, que incluye dos destructores antiaéreos TF 2000 con tecnologías punteras.[9] Recordemos que la capacidad de defensa aérea de zona, fue perdida en los 80, con la salida en servicio de los destructores Tipo 42. Esto puede ser una oportunidad en el futuro. De diseño también tuco, las corbetas antisubmarinas Ada de 2.400 toneladas, con capacidad de llevar un helicóptero tipo Sea Hawk. Más modernas son las fragatas Istanbul, variante de la clase Ada, de carácter polivalente y 3.000 toneladas. El 75% de sus componentes son de fabricación turca. Estos buques pueden ser una opción para la modernizar la Flota de Mar, como también aprovechar las capacidades de la industria turca para modernizar las fragatas y corbetas Meko.
La industria de defensa turca, cuenta en producción misiles antibuque Atmaca, misiles aire superficie para su lanzamiento en helicópteros UMTAS, torpedos Akya, misiles de defensa aérea, etc.
Fuerza Aérea
Avión de Combate Futuro. Turquía se encuentra desarrollando el desarrollo de un nuevo caza. El objetivo sería generar un ámbito de cooperación en materia de investigación y desarrollo, servicios de ingeniería. Argentina tiene empresas que participan del proyecto Tronador II, con un alto nivel, como la empresa de alta tecnología INVAP o la empresa privada Valthe.
Helicópteros. Existe la necesidad de reemplazar los Bell 212, lo que abre la posibilidad para un programa conjunto con el Ejército, donde como señalamos anteriormente, la industria turca pueda ser socio estratégico, explorándose la posibilidad que FADEA participe en el montaje de los mismos, producción de algunos componentes, etc.
Vehículos Aéreos No Tripulados. Las empresas turcas tienen renombre mundial en este campo. La Fuerza Aérea Argentina por medio de la Dirección General de Investigación y Desarrollo, lleva a cabo proyectos de desarrollos de vehículos aéreos no tripulados, el más ambicioso el AR-2E “Kuntur”. Por lo tanto, la tecnología turca puede contribuir apoyar a desarrollos locales, como también ser proveedores de plataformas, como el célebre Bayraktar TB2.
[1] Vehículo anfibio de 25 toneladas, con prestaciones similares al AAVP 1 de los Estados Unidos, desarrollado por FNSS. Las Fuerzas Navales turcas contrataron 18 en versión de transporte, 2 de Puesto comando y 2 de recuperación. Nota de los Autores.
[2] Destructores de 8500 toneladas, de defensa aérea de zona. Propulsión CODOG. Los buques tienen la capacidad de identificar blancos a 1.000 km. Los sistemas antiaéreos como anti superficie, son desarrollos nacionales, además de emplear misiles superficie aire de largo alcance, misiles RIM-156 SM-2 Block IV (SAM)
RIM-162 Evolved Sea Sparrow Missile . La industria local, diseñó el cañón de 127 mm. Cabe desatracar la importante densidad de armamento por tonelada de desplazamiento: 16 AShM Atmaca de 220 km de alcance, 64 células VLS para misiles tierra-aire SIPER de más de 150 km de alcance (entre otros SAM) y misiles terrestres Gezgin de más de 1000 km de alcance. misiles de crucero de ataque, torpedos ligeros Orka de 324 mm, dos CIWS Gökdeniz Aselsan de 35 mm, dos láseres de alta energía Meteksan Nazar, sistemas de señuelo de paja, dos estaciones de armas para misiles guiados antitanque (ATGM) UMTAS y cuatro estaciones de armas remotas. Opera un helicóptero tipo S70 Sea Hawk.
Modernización de blindados M113.
Misiles, munición guiada, munición de tanques y artillería.
Vehículos aéreos no tripulados.
Blindados a rueda 6×6.
Vehículos tácticos 4×4.
Helicópteros ligeros y medios.
Los posibles escenarios de cooperación entre las industrias de defensa turca y argentina.
El complejo industrial de defensa argentino, tiene algo en común con el turco, las principales empresas son de propiedad o controladas por el Estado. Es por ello que, a nuestro entender, es imprescindible trabajar en un acuerdo marco entre ambos países. La Agencia de Industria de Defensa turca, o SBB, depende directamente del Presidente, por lo tanto, llegar a un entendimiento en esta materia, requerirá la intervención del máximo nivel político de ambos países.
Argentina cuenta con instalaciones, mano de obra calificada e instituciones de investigación científica de muy buen nivel. No olvidemos la existencia de una industria automotriz muy desarrollada y la industria naval privada que conserva valiosas capacidades. Las empresas de defensa turca, pueden encontrar en dichos sectores, una plataforma para proyectarse en la región. Por ejemplo, la flota de M113 es muy numerosa, además hay una creciente demanda por blindados a rueda y vehículos tácticos, especialmente para misiones de seguridad fronteriza, patrulla, como quedó reflejado en las compras realizadas por Ecuador a la empresa Otokar. En este contexto, proponemos crear un clúster industrial [1]orientado a la producción y modernización de blindados y vehículos tácticos, siendo el lugar elegido, las instalaciones del Arsenal de Boulogne, al norte de la Ciudad de Buenos Aires, que cuenta con las viejas instalaciones de montaje final de los blindados de la familia Tanque Argentino Mediano o TAM.
En la localidad de Morón, al oeste de la Ciudad de Buenos Aires, se encuentran las instalaciones de la Base Aérea Militar, que en su momento motivaron su posible utilización como clúster industrial aeronáutico. En 2011 se creó la empresa PITAM SA – Polo Industrial Tecnológico Morón – de propiedad del municipio del mismo nombre. En este espacio, aprovechando instalaciones, la existencia de una escuela técnica, como de la cercanía de la Facultad Regional de Haedo, de la Universidad Tecnológica Nacional, donde se dicta la carrera de ingeniería aeronáutica, crea condiciones para la instalación de empresas vinculadas al ámbito aeroespacial turco.
Fabricaciones Militares Sociedad del Estado, sus capacidades se reducen a producir municiones, armamento portátil, explosivos, productos químicos y reparaciones metalmecánica – vagones ferroviarios – además de modernización de ciertos sistemas de armas, como los cañones CITER 155 mm. La empresa junto a CITIDEF trabajan en la mejora de sistemas de artillería de cohetes, donde podría explorarse algún tipo de cooperación, especialmente:
Munición de artillería y para tanques.
Misiles antitanques.
Artillería de cohetes.
Modernización/construcción de blindados.
Las empresas de defensa turcas, buscan hacer pie en la región, y Fabricaciones Militares puede ser una oportunidad para tener un representante en América Latina, agregándose la propuesta de crear un clúster industrial especializado en modernización y eventualmente producción de blindados y vehículos tácticos.
En materia aeronáutica y espacial, el campo de cooperación, dado la experiencia argentina con INVAP con la producción de satélites y radares, unido al proyecto de contar con capacidad propia de lanzamiento de cargas útiles al espacio, de la mano del cohete Tronador II, abre posibilidades de alcanzar acuerdos con la agencia espacial de Turquía o TUA. La participación de FADEA, en la construcción del cohete Tronador, la calificarían para ser un proveedor de componentes, como también por la experiencia exitosa respecto a Embraer, produciendo componentes para el avión de transporte KC 390. En el campo de los vehículos aéreos no tripulados, o UAV, Turquía, tiene experiencia en materia de programas de cooperación industrial y tecnológica, como los casos de Georgia y Azerbaiyán. La industria turca produce 24 tipos de UAV, una gran oportunidad para la Argentina, donde FADEA, puede beneficiarse en programas de cooperación tanto para necesidades locales, como para clientes en la región. Vale la pena recordar que una de las grandes apuestas de la Fuerza Aérea Argentina es el desarrollo de UAV Vigía 2B (AR-2E “Kuntur” )[2] como del 2 A, con peso de despegue de 350 kg. La posible cooperación con empresa con experiencia en el desarrollo y producción de este tipo de medios, será de sumo valor. FADEA puede encontrar un nuevo nicho de mercado. Finalmente, la citada empresa trabaja en un avión de instrucción primaria, si contara con un socio extranjero, sus perspectivas mejorarían. Existe también interés en desarrollos en los campos de la aviónica, armamento lanzable, donde ambos países pueden generar sinergias y proveer soluciones a la región.
Turquía está embarcada en el desarrollo de un avión de entrenamiento avanzado y caza ligero (LCA) TAI Hürjet. En algún momento, habrá que pensar en el reemplazo del excelente IA 63 Pampa, y la posibilidad de llegar a un acuerdo con Turkish Aerospace Industries y FADEA en este campo, abren la posibilidad de buscar un sucesor para el Pampa. La empresa TAI invitó a Malasia – posiblemente por razones políticas – a producir componentes y participar en el proyecto. No cabe duda que TAI precisa de socios para proveer componentes y eventualmente tener un rol más activo en el proyecto. FADEA con sus capacidades, como también el sector privado, pueden brindar soluciones para el avión de combate ligero turco, en una primera instancia como proveedores de componentes, para avanzar en un mayor grado de participación.
La industria naval turca, en estos últimos años tuvo importantes hitos, como la construcción de fragatas y corbetas de diseño nacional, con alto grado de nacionalización y empleando tecnologías punteras. Vale la pena recordar que esta actividad tiene seis siglos de existencia. El país cuenta con más de 70 astilleros, tres de ellos son militares. Los astilleros de Turquía tienen una capacidad de construcción de barcos nuevos de 4.4 millones DWT (tonelada de peso muerto), 19 millones DWT de capacidad para reparación y mantenimiento, una capacidad de procesamiento de acero de 239.000 toneladas y una capacidad de 80.000 DWT para la construcción de barcos nuevos en una pieza. Los astilleros turcos cuentan con 15 diques flotantes de distintos tamaños y un dique seco. La industria naval genera 20.000 puestos de trabajo directo y 60.000 indirectos. Los astilleros turcos también tienen un papel destacado en el mercado del desguace de embarcaciones en condiciones de seguridad y bajo estándares internacionales. En 2008, la industria naval turca estuvo en el puesto 5 en el ranking mundial.
El sector naval argentino, en lo que respecta a las empresas estatales, estas podrían operar como “astilleros de segundo piso”.[3] Los constructores navales turcos, podrían emplear estas valiosas instalaciones y personal, para construir tanto para la Armada Argentina y/o Prefectura Naval, como terceros países. Por medio de un esquema UTE o Unión Transitoria de Empresas entre CINAR Tandanor, astilleros turcos y privados argentinos. Estos últimos serían los responsables del proyecto, corriendo a cargo de la contratación de navalpartistas, empleados. El CINAR aportaría infraestructura, personal apoyo ante organismos estatales, obtención de garantías y financiamiento. En este contexto podemos hablar de los paquetes PIFLO (Paquetes Importados Financiación Local). En otras palabras, la mecánica sería la siguiente:
Conformar una UTA entre CINAR + Astillero A, agregándose un grupo externo en el esquema PIFLO – empresas turcas – aportando equipos importados, con financiamiento local, para proveer buques al Estado, ya sea para la Armada o Prefectura Naval.
CINAR + Astillero B. Bajo financiamiento internacional, la UTAE adquiere insumos en el mercado local y externo, para llevar a cabo un proyecto para el extranjero: por ejemplo, un buque de patrulla para un país de la región.
CINAR + Astillero C, adquiere insumos en el mercado nacional y los importados en el exterior, para construir un buque para un armador privado nacional.
El sector privado puede llegar a acuerdos con la industria de defensa turca. Un ejemplo, es el acuerdo entre la Federación de Industria Naval Argentina y la Royal IHC, de los Países Bajos, para conseguir financiamiento y transferencia de tecnología. Esto significa que las empresas neerlandesas aportan el financiamiento y los equipos que no se producen en Argentina, pero la construcción se llevaría a cabo en astilleros argentinos. Este modelo puede ser replicado para un escenario de cooperación Turquía – Argentina.
La propuesta de cooperación en el ámbito de tecnología e industrias de defensa, es un caso win-win para Turquía y Argentina. Las empresas turcas exportan tecnología, materiales y equipos, además de la posibilidad de obtener financiamiento, ganando un nuevo mercado y proyectándose hacia América Latina. En el caso argentino, las empresas ganan al incorporar nuevas tecnologías, diversificando sus alianzas estratégicas, generando empleo y valor agregado, que luego conlleva al desarrollo.
[1] Los clústeres industriales son agrupaciones de empresas de distintas industrias, que tienen como objeto acceder a nuevos mercados, desarrollar oportunidades de negocio, mediante la nivelación de sus recursos y por ende sus competencias. Estamos ante un modelo de desarrollo regional, que busca consolidar las fortalezas de los sectores industriales y servicios e una región, impulsando su crecimiento sostenido. Esto impulsa a micro y pequeñas industrias. Un clúster también puede ser una agrupación de proyectos de investigación, que se unen para abordar y resolver problemas importantes. Nota de los Autores.
[2] El vehículo aéreo no tripulado Vigía 2B, tiene previsto una envergadura de 12 metros, longitud de 8.3 metros y su peso máximo de despegue rondará los 1020 kilogramos. Alcance de 1800 kilómetros, autonomía de 14 horas y techo de servicio de 18000 pies, el Vigía 2B estará impulsado por un moderno motor de la compañía austriaca BRP Rotax.) Nota de los Autores.
[3] El sector privado está representado por 17 empresas.
Algunas consideraciones finales
A la luz de lo expuesto anteriormente observamos un futuro prometedor en la cooperación bilateral y multilateral entre Turquía y Argentina en el ámbito de la industria de defensa. La creciente y sostenida presencia de Turquía en la región permite vislumbrar las posibilidades de trazar una agenda conjunta en la cual Argentina puede convertirse en una “puerta de entrada” para Turquía, tanto en el campo de la defensa como en otros ámbitos.
Las Fuerzas Armadas argentinas han estado fuertemente condicionadas por problemas de presupuesto, falta de una visión estratégica y unificada respecto de la defensa, junto con las limitaciones de una política exterior indefinida. El veto británico sobre repuestos y componentes que emplean sistemas de las Fuerzas Armadas argentinas, obligó a su salida de servicio y también limitó la adquisición de equipos en el exterior, que tengan componentes de este origen. Un ejemplo: el caza ligero KAI T 50 Golden Eagle, surcoreano, que su posible venta quedó frustrada por el veto británico sobre determinados componentes de la aviónica. En este contexto aparece Turquía como un actor clave cuya industria de defensa cobró relevancia mundial y puede convertirse en un jugador competitivo para la región. El país cuenta con alto grado de desarrollo tecnológico y autosuficiencia, lo que reduce drásticamente condicionantes políticos de determinados actores.
La ley que creó el Fondo Nacional de Defensa, prevé recursos específicos para las Fuerzas Armadas, lo que impulsa a crear un mercado militar estable y con cierta previsibilidad. El complejo industrial de defensa, tan golpeado en las últimas décadas, subsiste y mantiene aún capacidades relevantes, donde apareció un nuevo actor, la empresa estatal INVAP, de alta tecnología. La política llevada a cabo de incrementar el grado de nacionalización de componentes aeronáuticos, como de crear una red de proveedores para el proyecto del cohete lanzador de satélites Tronador II, fomenta al desarrollo de un entramado de empresa de alta tecnología. Pero queda un largo camino por recorrer, y no cabe duda que es preciso un socio estratégico, bajo el concepto win win.
Las empresas turcas pueden brindar un amplio abanico de opciones y tecnología a las Fuerzas Armadas argentinas. El impulso a una alianza estratégica en el área de tecnología e industria de defensa, que incluya la creación de empresas conjuntas, cooperación en investigación y desarrollo, intercambios académicos, acceso a financiamiento puede convertir a la Argentina en una “puerta de entrada” a la región.
Material elaborado por:
Lic. Fátima Funes. Licenciada en Relaciones Internacionales. Experta en Integración Regional y en Cultura Turca. Actualmente doctorando en Relaciones Internacionales en la Universidad del Salvador.
Dr. Alejandro Suárez Saponaro. Abogado. Magíster en Defensa Nacional. Columnista de Defensa y Seguridad. Corresponsal de Diario El Minuto (Chile).
Fuentes:
[1] https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/197731/CONICET_Digital_Nro.36cf0a10-2b73-4d00-b01e-423adf72f59e_B.pdf?sequence=2&isAllowed=y
[2] Año 2008.
[3] https://www.tika.gov.tr/en/news/tika_carried_out_172_projects_and_activities_in_10_years_in_latin_america-49205
[4] https://www.rionegro.com.ar/politica/tecnologia/el-tercer-satelite-de-arsat-lo-hara-invap-junto-a-sus-socios-turcos-2178205/
[5] https://www.aa.com.tr/es/econom%C3%ADa/importantes-compa%C3%B1%C3%ADas-de-turqu%C3%ADa-y-argentina-cooperar%C3%A1n-en-el-campo-de-los-helic%C3%B3pteros/2585287
[6] Para ampliar información consultar: https://orientxxi.info/magazine/la-industria-armamentistica-en-turquia-un-gigante-con-pies-de-barro,5143
[7] Argentina fue el único país de América Latina en fabricar piezas de artillería de campaña. Los CITER 155/33, fueron empleados exitosamente en la Guerra de Malvinas de 1982, siendo una amarga sorpresa para los británicos.
[8] Vehículo anfibio de 25 toneladas, con prestaciones similares al AAVP 1 de los Estados Unidos, desarrollado por FNSS. Las Fuerzas Navales turcas contrataron 18 en versión de transporte, 2 de Puesto comando y 2 de recuperación. Nota de los Autores.
[9] Destructores de 8500 toneladas, de defensa aérea de zona. Propulsión CODOG. Los buques tienen la capacidad de identificar blancos a 1.000 km. Los sistemas antiaéreos como anti superficie, son desarrollos nacionales, además de emplear misiles superficie aire de largo alcance, misiles RIM-156 SM-2 Block IV (SAM)
RIM-162 Evolved Sea Sparrow Missile . La industria local, diseñó el cañón de 127 mm. Cabe desatracar la importante densidad de armamento por tonelada de desplazamiento: 16 AShM Atmaca de 220 km de alcance, 64 células VLS para misiles tierra-aire SIPER de más de 150 km de alcance (entre otros SAM) y misiles terrestres Gezgin de más de 1000 km de alcance. misiles de crucero de ataque, torpedos ligeros Orka de 324 mm, dos CIWS Gökdeniz Aselsan de 35 mm, dos láseres de alta energía Meteksan Nazar, sistemas de señuelo de paja, dos estaciones de armas para misiles guiados antitanque (ATGM) UMTAS y cuatro estaciones de armas remotas. Opera un helicóptero tipo S70 Sea Hawk.
[10] Los clústeres industriales son agrupaciones de empresas de distintas industrias, que tienen como objeto acceder a nuevos mercados, desarrollar oportunidades de negocio, mediante la nivelación de sus recursos y por ende sus competencias. Estamos ante un modelo de desarrollo regional, que busca consolidar las fortalezas de los sectores industriales y servicios e una región, impulsando su crecimiento sostenido. Esto impulsa a micro y pequeñas industrias. Un clúster también puede ser una agrupación de proyectos de investigación, que se unen para abordar y resolver problemas importantes. Nota de los Autores.
[11] El vehículo aéreo no tripulado Vigía 2B, tiene previsto una envergadura de 12 metros, longitud de 8.3 metros y su peso máximo de despegue rondará los 1020 kilogramos. Alcance de 1800 kilómetros, autonomía de 14 horas y techo de servicio de 18000 pies, el Vigía 2B estará impulsado por un moderno motor de la compañía austriaca BRP Rotax.) Nota de los Autores.
[12] El sector privado está representado por 17 empresas