«República de Belarús, no Bielorrusia. Bielorrusia es parte de la época soviética«, explica el diplomático Pavel Mironov, en referencia a cómo es el nombre correcto de su país, utilizado también por las Naciones Unidas. “Esta es una cuestión muy importante para nosotros. Hasta 1991 éramos parte de la Unión Soviética y nuestro país era llamado Bielorrusia. El nombre oficial la República de Belarús se adoptó con la llegada de la independencia reemplazando al de Bielorrusia en 1991 cuando el Sóviet Supremo de Bielorrusia decretó que el nuevo Estado debería llamarse como la República de Belarús o Belarús para reflejar las formas belarusas correctas. Es difícil de comprender por qué en los medios la siguen llamando como en los tiempos soviéticos, lo cierto que el nombre correcto, utilizado oficialmente por nuestro país y por las Naciones Unidas, es República de Belarús”, explica el joven diplomático con un perfecto español.
Equilibrium Global accedió a una charla con el Cónsul de la Embajada de Belarús en Argentina para conocer los aspectos de política exterior de este país del que poco frecuente se habla en la prensa y que tiene un papel estratégico por su ubicación en una zona “tapón” entre la Unión Europea y la Federación Rusa o bien, un puente entre la Europa y Rusia.
En la prensa de Argentina poco se mencionan las noticias de Belarús, para quienes se sienten interesados por los asuntos internacionales, es importante remarcar que es reconocido por sus contribuciones por la paz a lo largo de la historia. El representante diplomático de Belarús comenta sobre las relaciones bilaterales, “se va a celebrar este año un aniversario especial porque en el mes de noviembre se cumplen 25 años de relaciones diplomáticas. Luego de nuestra independencia, Belarús comenzó a acrecentar su presencia en los diferentes países del mundo. La Embajada en Argentina se instaló en el año 2000. Primero nuestro país se preocupó por asegurar las relaciones con su entorno geográfico cercano y vecinos históricos, por ello pasaron casi 10 años para que apareciera la representatividad diplomática en la ciudad de Buenos Aires. Son 5 las Embajadas en América Latina: Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador y Venezuela. Creemos que aún son pocas, debemos seguir apostando a la relación con Latinoamérica. Al igual que con el resto de los países de la región, con Argentina tenemos un vínculo muy joven por el que apostamos para seguir desarrollando mediante acuerdos multisectoriales. El año pasado sentamos las bases para una iniciativa importante: la supresión de visas para que los argentinos viajen a Belarús y viceversa. Ello puede incentivar los viajes de negocios como de turismo.”
Tierra de inmigrantes, Argentina también recibió a muchas familias procedentes de las entonces repúblicas de la Unión Soviética, no eran sólo los rusos sino también de otros sitios como la entonces tierras belarusas. De acuerdo a la información que posee la Embajada acreditada en Buenos Aires, el cónsul reconoce que “es difícil tener medición de la cantidad de familias de raíces belarusas que viven en Argentina, porque el mayor flujo se produjo durante la época que casi la mitad de Belarús pertenecía a la Polonia y la otra formaba la Unión Soviética. Según los datos de científicos se puede decir que en Argentina hay alrededor de unas 300 mil personas procedentes de las tierras belarusas y la mayoría de ellas con pasaporte polaco, y hoy en día forman parte de clubes de colectividades de diferentes culturas, una de ellas es “Vostok” en Berisso. Hoy siendo argentinos en tercera o cuarta generación tienen en su alma un poco de Belarús”.
Por la posición geográfica del país, el destino de Belarús es tejer alianzas, participa en alrededor de 3900 tratados, de los cuales más de 2200 son bilaterales y alrededor de 1650 son multilaterales. En referencia a nuestro país, Pavel Mironov complementa que “se canaliza a través de diferentes niveles: político, cultural, económico y consular. El político, trabajamos para llegar al máximo desarrollo, creo que compartimos muchos puntos sobre la visión del mundo. El año pasado el Secretario de Relaciones Exteriores de la Cancillería, Embajador Carlos Foradori visitó nuestro país, lo que significó un paso importante en profundizar las relaciones. Asimismo, en 2016 se realizó el encuentro de los Cancilleres de ambas naciones en el marco del Foro de Naciones Unidas. Para nosotros sería muy importante poder materializar un encuentro entre ambos presidentes, Mauricio Macri y Aleksandr Lukashenko, lo que significaría un suceso trascendental para acrecentar los vínculos bilaterales. En referencia a lo económico, ambos Estados pueden potenciar las relaciones económicas mediante la complementariedad, Argentina cuenta con un potencial en la agricultura; nosotros en Belarús fabricamos las picadoras que se proponen a los empresarios argentinos a través de la compañía “Gomselmash”. La empresa se instaló en el 2006 en Argentina, proponiendo las máquinas picadoras al campo argentino. El comercio exterior bilateral no es grande lo que se debe a la joven relación entre ambas naciones y la distancia que las separa. Allí está el desafío. La diversificación de socios comerciales es un reto que lo tienen todos los países, y éste caso no es la excepción. Desde el 2015 contamos con la Comisión Mixta Belaruso-Argentina, el objetivo del cual es impulsar acciones tendientes a consolidar y diversificar los vínculos en el ámbito económico-comercial y profundizar el trabajo conjunto en materia agrícola, científico-tecnológica, industrial y energética”.
Los tiempos que corren, caracterizados por la incertidumbre y la crisis de liderazgo en el sistema internacional, ponen a prueba las relaciones interestatales y a los tejidos institucionales de alianzas económicas y libre comercio en el mundo. El entrevistado se refirió al Mercosur, “que es un bloque comercial que debemos tener presente cuando hablamos de comercio en América del Sur. A nosotros nos interesa poder acercar productos de Belarús al espacio del Mercosur cerrando acuerdo con sus Estados miembros. Nosotros estamos en la Unión Euroasiática Económica, por lo que es una oportunidad para acercar a ambas regiones, siendo que en el mundo se acrecientan cada vez más las tendencias de formar alianzas y bloques.
El Estado belaruso preside este año el foro CEI, Central European Initiative, que componen 18 estados: Austria, Albania, Belarús, Bulgaria, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Italia, Macedonia, Moldavia, Montenegro, Polonia, Rumania, Serbia, República Checa y Ucrania. Esta es una de las muchas participaciones que tiene la agenda de la política exterior de la República. Además, el funcionario de Embajada cuenta que “cuando ONU comenzó a dar sus primeros pasos, Belarús fue uno de los países presentes, es decir, fue uno de los fundadores. Es muy importante para nosotros el rol de Naciones Unidas, apostamos a contribuir a la paz y a la negociación, incluso, desde Minsk oficiamos de ser un espacio neutral para resolver el conflicto en Ucrania. Asimismo, mi país hace una gran apuesta sobre los organismos culturales que protegen y salvan las reliquias y patrimonios culturales, tal como UNESCO.”
Justamente, sobre estos pilares de paz y debido a la proximidad geográfica, Belarús oficia de intermediario para hallar la solución al conflicto en Ucrania. El formato más representativo de diálogo entre las partes involucradas precisamente lleva el nombre de “Minks”. El entrevistado no dejó de lado este asunto. “Me gustaría explicar, hay dos hermanos y entre hermanos hay diferentes conversaciones, diferentes pensamientos, y como tal hay fricciones o no entendimiento sobre ciertas cuestiones. Pero tenemos un vínculo histórico muy fuerte, por lo que apostamos a tener relaciones armoniosas en un momento donde tenemos pequeñas diferencias. En relación a Ucrania, nuestro rol es ayudar a evitar conflicto armado en una región que es próxima a nuestro país”.
En referencia a la relación con la Federación Rusa, su “gran vecino”, se enmarca en algo más que un importante socio económico. El Cónsul entiende que, “Rusia es nuestro principal socio. Pero es parecido a lo que sucede en lo económico entre Argentina y Brasil. Si en Rusia hay problemas económicos, entonces nosotros sentimos los efectos. Trabajamos para diversificar y tener mayor competitividad. Principalmente buscamos tener mayor independencia energética, parte de ello ha sido la planta nuclear de energía que a partir del 2013 se construye con ayuda de Rusia”.
Pero en el contexto global, de perfil multipolar, la perspectiva de Minks explicada en la voz del diplomático representante en Buenos Aires se expone que “de acuerdo a la posición hacia China. Beijing es un socio estratégico, un socio muy fuerte. Incluso, estamos en el corredor de la ruta de la seda, por lo que allí podremos obtener muchos beneficios económicos, ya que somos la puerta entre occidente y oriente. Ser parte del megaproyecto del corredor no significa que genere fricciones con Rusia ya que ella también tiene sus intereses sobre el mismo. Nuestra política exterior no es confrontativa, mostrarnos como un socio fiable y confiable y que seguimos las reglas.
Ucrania, Rusia, relación comercial y la ubicación geográfica nos llevan a debatir sobre el factor de la geopolítica, donde Belarús ocupa una posición estratégica. Pavel Mironov entiende que “cada país en su territorio considera que puede tener predominancia sobre el mismo expandiendo su influencia. Hay partes del mundo donde esa situación se acentúa más, Eurasia es una de ellas. Yo sólo puedo decir que nuestra geopolítica está vinculada a la economía, como así también a tejer relaciones con Rusia. Nosotros somos un país de casi 10 millones de habitantes, no tenemos las mismas capacidades de influencia que otros, pero aún, así buscamos trazar nuestros propios intereses bajo una estrategia geopolítica autónoma. Así como hay actores que ejercen influencia de geopolítica mundial, como Estados Unidos, Unión Europea, Rusia, nosotros tenemos una geopolítica regional, pensada en nuestro entorno más próximo”.
Sobre esos ejes de geopolítica mundial no podemos ignorar el impacto de la asunción de Donald Trump, donde fluyen los interrogantes sobre cómo será el diseño de la política exterior de Washington para Europa, para Rusia; por lo que Pavel Mironov remarca que “cuando eran épocas de compaña electoral en EEUU, nuestro presidente predijo que Trump ganaría. Cuando él ganó, los medios citaron a nuestro presidente. En referencia a su rol como presidente, creo que es conveniente esperar para evaluar qué sucederá por ejemplo con la cuestión de las visas. Ha pasado poco tiempo para decir si habrá cambio o no en cuestiones de impacto económico o político. Un dato interesante es que el yerno de Trump, Charles Kushner, tiene raíces belarusas, incluso, las familiares de Kushner visitaban a Belarús y tienen ideas de construir un monumento en la ciudad belarusa de Novogrudok donde estuvo el gueto judío. Puede ser de utilidad para que Belarús sea más conocida en el mundo y ser una oportunidad para ser visitada”.
Mironov, que estudió español en la Universidad Estatal de Belarús cuenta que un punto de conexión con América Latina es por supuesto el turismo, donde “apostamos fuerte. Como decimos, Belarús es el pulmón de Europa. Hay muchos lugares por visitar. Minsk es uno de ellos, es una ciudad muy vistosa, limpia y segura, donde el parque nacional es muy representativo de ello. También, nuestra capital es mundialmente famosa por la Biblioteca Nacional. Nosotros la llamamos el “diamante gigante” por su forma arquitectónica con 72 metros de altura repartidos en 22 plantas, donde los turistas se enamoran por su dimensional estructura. Representa uno de los símbolos de la ciudad y motivo de orgullo para sus ciudadanos”.
En el contexto internacional, caracterizado por su perfil cambiante y por la incertidumbre, los Estados buscan revalorizar sus estrategias frente a la dinámica que imponen los actores potencia. Belarús, entre la Federación Rusa y la Unión Europea, apuesta a desarrollar relaciones con Sudamérica. «Grupo Minsk»…»Cumbre de Minsk»…»Acuerdos de Minsk»,…diferentes eventos de la política internacional han tenido a Belarús como protagonista. Hay mucho potencial por acercar al país que ha venido liderando iniciativas en el seno de las Naciones Unidas en la lucha contra el tráfico de personas. Y conocer la voz de su diplomacia es un primer paso, pero por nuestras latitudes por la poca atención que se da en la prensa a las potencialidades de nuestra región con este joven país.
Por Guillermo Axel Castillo
Relaciones Internacionales UCASAL