En el marco de una conversación con el embajador de Noruega en Argentina, Halvor Sætre, pudimos acceder a datos muy relevantes para los intereses energéticos de Argentina. El jefe de la diplomacia noruega en Buenos Aires comentó de la agenda bilateral y nos compartió sus reflexiones sobre los desafíos globales de seguridad. Publicamos en esta nota las opiniones del Embajador Halvor Sætre acerca de la importancia del multilateralismo, de la situación del Ártico y el futuro de la cooperación energética. Por supuesto, tema de la invasión de Rusia a Ucrania para saber de la posición de Noruega. Y como plus, nos compartió su visión sobre el aporte de la diplomacia en tiempos de incertidumbre y dejó un mensaje con sus recomendaciones para quienes aspiran a ser servidores del servicio exterior.
Halvor Sætre es diplomático de carrera del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega y su trayectoria combina gestión multilateral, cooperación energética, seguridad internacional y desarrollo. Ocupa el cargo de embajador en la República Argentina desde 2023. A lo largo de su carrera ocupó puestos clave tanto en la Cancillería noruega como en misiones diplomáticas alrededor del mundo, siempre con especial atención al vínculo entre democracia, sostenibilidad y gobernanza global. En su misión actual, busca fortalecer las relaciones estratégicas entre Noruega y América Latina, en especial con Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Pregunta: Como punto de partida quisiéramos consultar, ¿cuáles son las principales referencias que puede compartir sobre la agenda bilateral entre Noruega y Argentina?
Embajador Halvor Sætre: Primero quiero decir que tenemos relaciones de muy largo plazo. Comenzaron muy temprano, luego de nuestra independencia. Noruega obtuvo su independencia en 1905, después de haber sido dominada por los daneses y luego por los suecos. En ese contexto, Argentina fue uno de los primeros diez países en establecer relaciones diplomáticas con Noruega.
Aunque éramos un país pobre en ese momento, contábamos con una marina comercial muy importante a nivel mundial. Tenemos una tradición marítima muy fuerte, y ya desde principios del siglo XX nuestros marineros viajaban por todo el mundo. Buenos Aires era uno de los puertos más significativos de esa época, así que muchos marineros noruegos pasaban por aquí. Fue en aquellos momentos donde se forjaron lazos muy profundos.
Y quisiera resaltar un aspecto muy interesante, que fue el vínculo con los exploradores polares noruegos. Primero exploramos el polo Norte, pero luego muchos pasaron por Argentina para dirigirse a la Antártida. Roald Amundsen, por ejemplo, fue el primer explorador en llegar al polo Sur, y su capitán terminó siendo socio de un argentino para fundar una empresa de pesca en la Antártida.
Además, existe una historia notable: una expedición sueco-noruega quedó atrapada en el hielo sin comunicación durante todo un invierno y se dividió en tres grupos. Uds. pueden imaginar las condiciones, en esa época. Fue en 1902. Argentina organizó entonces su primera misión de rescate en la Antártida, la cual resultó exitosa.
Pregunta: Es una historia muy poderosa, muy humana; gracias por mencionarla porque los argentinos debemos sentirnos orgullosos de ser parte de este elemento de acercamiento entre dos pueblos. Y lo llevo al presente. ¿Cómo se proyecta hoy esa tradición de cooperación?
Embajador Halvor Sætre: Siempre hemos tenido muy buenas relaciones bilaterales, pero también una cooperación multilateral ejemplar, por ejemplo, en el marco de las Naciones Unidas. También compartimos intereses importantes en la Antártida. Ambos países tienen reclamos en el continente y somos fundadores del Tratado Antártico, un acuerdo exitoso que ha mantenido al sexto continente como una zona pacífica. Y donde se ha trabajado intensamente para poner foco en la ciencia y en el cuidado del medioambiente. Ese sistema es un gran logro, en el que trabajamos junto a Argentina y otros socios.
Actualmente, hay bastantes empresas noruegas presentes en Argentina. No estamos a pleno, porque el país todavía necesita abrirse más a las inversiones, pero hay un gran interés, sobre todo en el sector energético. También hay actividad en la pesca, la industria y los fertilizantes. Por ejemplo, tenemos una empresa llamada Yara, es un importante proveedor de fertilizantes, lo cual es importante para el campo argentino.
La agenda cultural también es fundamental. Hay un flujo constante de artistas, teatro, literatura y música. Muchos jóvenes argentinos viajan a Noruega, especialmente con el programa de Working Holiday. Tenemos un acuerdo que permite que unos 300 argentinos viajen cada año, aunque en realidad hay muchos más que llegan con pasaporte europeo. Y al mismo tiempo, muchos estudiantes noruegos vienen a estudiar a Buenos Aires, porque la ciudad es muy atractiva.
El año pasado, por ejemplo, recibimos a un estudiante, quien ahora es pasante en nuestra embajada. Recibimos a más de 100 estudiantes por temporada, y siempre los invitamos a la residencia oficial. Creo que hay una muy buena conexión y mucho potencial para seguir creciendo en esta relación.
También existen grupos de amistad a nivel parlamentario, como en la Cámara de Diputados, hay un grupo nórdico en el Senado argentino y solemos recibir a comisiones del Parlamento noruego. Por ejemplo, hace dos años vino la Comisión de Industria y Comercio, y el año pasado tuvimos la visita de la comisión parlamentaria de la EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio).
Son muestras de un interés y una cooperación que se desarrolla en varias esferas. Aunque la distancia geográfica impide una frecuencia mayor; ello no impide que en diferentes áreas de la sociedad prosperen vínculos. Tenemos como telón de fondo un ambiente muy propicio desde ambos lados para sostener prósperas y sólidas relaciones.
Pregunta: Vamos a un asunto actual que ha sido noticia pero que muchos no conocen. El pasado mes de mayo se firmó un contrato a 20 años con la empresa Golar para desplegar unidades de licuefacción en Vaca Muerta. ¿Qué oportunidades ve Noruega para que más empresas inviertan en Argentina?
Embajador Halvor Sætre: El sector energético y todo lo relacionado con el ámbito marítimo son áreas donde Noruega tiene tecnología avanzada. Contamos con un clúster tecnológico muy potente en la costa noruega, con raíces profundas en nuestra tradición marítima, que hoy se ha traducido en innovación energética.
EQUINOR, nuestra empresa estatal de energía ya está presente en Argentina. Y el año pasado llegó GOLAR, una empresa con raíces noruegas, hoy internacional, especializada en gas natural licuado (GNL). Y efectivamente, ya están trabajando en conjunto con varias empresas argentinas, en un consorcio llamado Southern Energy. La tecnología de GOLAR es fundamental para permitir a Argentina avanzar en la exportación de gas natural.
Argentina dispone de Vaca Muerta, un recurso de gas de primer nivel internacional. El gran desafío es, sin embargo, exportarlo; esa limitación dificulta la producción de GNL. Y justamente, la tecnología y el know-how de GOLAR va a permitir licuar el gas y exportarlo, incluso a gran escala. Es una inversión muy estratégica para las prioridades que tiene Argentina hoy, y tiene una importancia enorme para el futuro que viene.
Y quisiera mencionar que tenemos una Cámara de Comercio binacional. Es un grupo muy dinámico, aunque pequeño todavía. Mi ambición es que crezca. Estamos trabajando bien, con foco en temas clave como energía y sostenibilidad. Con la apertura gradual de la economía argentina, la baja del riesgo país y el fortalecimiento de la confianza, hay más oportunidades. Las empresas noruegas están observando este proceso de cerca, y en contacto permanente con nosotros.
Creo que el camino que está siguiendo el actual gobierno busca aumentar la confianza, y eso es esencial para atraer nuevas inversiones. Hay señales positivas. Empresas como GOLAR, Yara y EQUINOR están sentando las bases para que lleguen más compañías noruegas en el futuro cercano.
Pregunta: ¿Cuál es la posición de Noruega respecto al diálogo en el Ártico, especialmente en el marco de la relación con Rusia? ¿Qué desafíos de seguridad se proyectan a futuro?
Embajador Halvor Sætre: Históricamente hemos mantenido muy buenas relaciones con Rusia en el Ártico. Compartimos recursos naturales como la pesca, que son móviles, y cooperamos para gestionarlos. Siempre hubo baja tensión en el norte, incluso siendo Noruega miembro fundador de la OTAN. Además, existió una cooperación estrecha entre los pueblos del norte, y estructuras como el Consejo de Barents facilitaron ese diálogo.
La guerra cambió por completo la situación. Generó en Noruega un fuerte sentimiento de vulnerabilidad, especialmente porque compartimos frontera con Rusia y tenemos una costa muy extensa. Si bien seguimos buscando relaciones pacíficas, entendemos que con una Rusia en “modo guerra” necesitamos asumir más responsabilidad en nuestra propia seguridad.
Embajador Halvor Sætre: Es histórico. Si bien siempre tuvimos una cooperación muy fuerte entre países nórdicos, antes estábamos en diferentes organizaciones de seguridad. Ahora, con los cinco países nórdicos como miembros de la OTAN, podemos planificar juntos y tener una postura más creíble. Eso fortalece nuestra capacidad defensiva colectiva.
Uno de los enfoques es la protección aérea. Podemos integrar mucho más nuestras defensas, por ejemplo, con los aviones de combate. Pero también comprendemos que la seguridad va más allá de lo militar. Debemos aumentar la resiliencia de la sociedad. Vimos recientemente, incluso en España, la vulnerabilidad de la infraestructura civil. Por eso firmamos una nueva estrategia nacional de seguridad civil. El Ártico es una zona estratégica, incluso para nuestros aliados como Estados Unidos y Reino Unido. Estamos aumentando la vigilancia para proteger nuestros intereses en esa región.
Pregunta: ¿Noruega ha recibido armamento o apoyo externo para reforzar su defensa? ¿Hubo llamados al reclutamiento, como en otros países vecinos?
Embajador Halvor Sætre: Tenemos un plan de largo plazo para fortalecer nuestras fuerzas armadas. Estamos aumentando significativamente el gasto en defensa, incrementando el número de efectivos y realizando inversiones importantes en nuestra marina. Vamos a adquirir nuevas fragatas, submarinos, y ya tenemos una buena flota de aviones F-35 estadounidenses. Todo esto está en proceso, porque después de décadas de baja tensión, desinvertimos mucho en defensa. Reconstruir la infraestructura, el personal y el sistema completo lleva tiempo.
Hay un consenso muy fuerte entre los partidos políticos, desde la izquierda hasta la derecha, y también en la población. Todos entienden que el contexto cambió, y que necesitamos invertir más en nuestra seguridad para proteger nuestra democracia y nuestros valores. Noruega tiene una costa estratégica con infraestructura clave para el suministro de hidrocarburos a Europa. Exportamos gas natural al continente, y eso nos convierte en un actor esencial en la seguridad energética europea.
Nuestro consumo eléctrico es 100% renovable, basado principalmente en energía hidroeléctrica, con algo de eólica. El gas natural que producimos no lo usamos localmente, lo exportamos. Eso es clave para ayudar a Europa a reducir su dependencia del gas ruso. Por eso, Noruega también tiene un rol estratégico en este nuevo equilibrio geopolítico.
Pregunta: A lo largo de la entrevista hablamos bastante sobre la agenda internacional. En ese contexto, ¿cuál es la posición oficial de Noruega respecto a la guerra en Ucrania?
Embajador Halvor Sætre: Para nosotros, la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania significó un cambio de paradigma total. Que un país grande invada a su vecino representa una violación flagrante del derecho internacional. Es una afrenta directa al corazón del sistema internacional.
Los ataques sistemáticos contra la población civil y contra la infraestructura civil son inaceptables. No se trata solamente de objetivos militares. Están atacando hospitales, viviendas, plantas de energía. Nosotros entendemos que la lucha de Ucrania por sobrevivir como Estado y como pueblo también es una lucha por proteger la democracia en Europa.
Nuestro apoyo ha sido fuerte desde el principio y se ha ido ampliando. Ayudamos con asistencia militar, económica y humanitaria. También colaboramos para reforzar la infraestructura energética ucraniana, que está siendo atacada constantemente. El esfuerzo es muy grande y va a continuar. Hay una cadena de apoyo en múltiples niveles, y eso incluye recursos financieros, equipamiento y cooperación técnica.
Hay un apoyo muy sólido tanto en la población como en todos los partidos políticos. En Noruega hay un consenso claro: la lucha de Ucrania es también una lucha europea. No podemos permitir que Rusia gane esta guerra, porque si lo logra sin consecuencias, la pregunta es: ¿cuál será el próximo país en ser invadido?
Pregunta: Noruega forma parte de numerosos acuerdos internacionales. ¿Qué lugar ocupa la cooperación multilateral para su país y qué relevancia tiene el Tratado Antártico en ese marco?
Embajador Halvor Sætre: Para Noruega, y también para países como Argentina, la cooperación multilateral solo funciona si se basa en reglas claras y en el derecho internacional. Es clave para nuestros intereses, para nuestro desarrollo económico y bienestar. Y creo que lo mismo aplica para Argentina, que siempre ha sido muy activa en el ámbito multilateral. Son preceptos que adoptamos como pilar de nuestra diplomacia.
Estamos en diálogo con Argentina en varios temas, incluso cuando hay cambios de posición en organizaciones internacionales. Por ejemplo, apoyamos su interés en convertirse en socio global de la OTAN y también valoramos su postura clara de apoyo a Ucrania. Son ejemplos donde nuestras posiciones están más cerca. En otros temas quizás no coincidimos, pero la esencia del multilateralismo es el diálogo y la búsqueda de soluciones pragmáticas.
Pregunta: Noruega, como parte de la EFTA, está negociando un acuerdo con el Mercosur. ¿Cuál es el estado de esas negociaciones y cuáles son las prioridades noruegas en el proceso?
Embajador Halvor Sætre: Noruega no es parte de la Unión Europea, pero junto con Suiza, Islandia y Liechtenstein integra la EFTA, una organización que desde hace tiempo se dedica a acuerdos de libre comercio. Contamos con unos 30 acuerdos, ya probados y de tercera o cuarta generación, centrados en los aspectos esenciales y prácticos.
Tuvimos un proceso paralelo al de la Unión Europea con el Mercosur, pero se frenó en 2019 por razones similares: preocupaciones medioambientales, especialmente por la gestión del Amazonas durante el gobierno de Bolsonaro. Ahora estamos avanzando nuevamente. La presidencia argentina del Mercosur ha dejado en claro que este acuerdo es una prioridad, y eso ha sido muy positivo. Estamos trabajando intensamente con ese objetivo.
Tengo mucha fe en que podamos terminarlo durante esta presidencia argentina del Mercosur, que culmina en julio. Es un acuerdo importante porque regula el comercio, pero también aporta un marco jurídico que da seguridad a las empresas para invertir. Entra en toda esta lógica de generar confianza para atraer inversiones. Para Noruega y para la relación bilateral con Argentina, sería un paso enorme.
Pregunta: Cambiando de eje, ¿qué rol tienen las redes sociales en la diplomacia pública noruega?
Embajador Halvor Sætre: Por supuesto que para la diplomacia hoy son una herramienta muy importante. Aunque la práctica de diplomacia pública se desarrolla desde hace siglos; hoy con los medios digitales se ha vuelto aún más poderosa. Nos permiten comunicar no solo con instituciones, sino directamente con la sociedad.
En esta embajada usamos mucho las redes para interactuar con la comunidad. Voy a citar un ejemplo, cuando vinieron artistas noruegos, hicimos sorteos de entradas para sus conciertos; y eso nos permitió conectar con los clubes de fans de artistas como Sigrid, Aurora y Girl in Red. Hay una llegada directa, la utilizamos para dar a conocer nuestra agenda.
Queremos mostrar que una embajada no es solo un espacio de formalidades y protocolo. También hacemos cosas que pueden interesar a los jóvenes y a diferentes generaciones. Ser auténticos funciona. No somos profesionales del marketing, pero tuvimos buenas ideas. Por ejemplo, lanzamos un desafío en el que mis colegas me presentaban actividades típicas argentinas que debía cumplir: tomar mate, hacer un asado, cruzar la Avenida 9 de Julio en un solo semáforo… Fue divertido y generó conexión.
Sobre la utilización de las redes sociales en la diplomacia, creemos que debe ser un diálogo natural. Nos mostramos interesados en la cultura local, y a partir de esa conexión, también compartimos aspectos de nuestra sociedad. Así se genera un vínculo auténtico. Por eso, lo que hacemos en redes no es artificial, sino parte de una filosofía: mostrarnos como somos y construir desde ahí.
Pregunta: Y como estamos hablando de lo que ocurre en su Embajada, en mayo pasado, más precisamente el 17, se celebró el Día Nacional de Noruega. ¿Qué significa esa fecha y cómo se vive estando lejos del país?
Embajador Halvor Sætre: Efectivamente, una fecha que vivimos como un símbolo muy fuerte de nuestra identidad nacional. Celebramos la Constitución noruega, adoptada en 1814, una de las más antiguas aún en vigor. Esa constitución permitió desarrollar nuestra sociedad democrática y moderna. Por eso, el 17 de mayo es una fiesta de la democracia.
Lo interesante es que no tenemos desfiles militares. En su lugar, hay desfiles de niños con banderas, celebrando la primavera, la libertad, y la democracia. Es una tradición hermosa, única en el mundo. Para nosotros es importante transmitir esos valores a las nuevas generaciones. Y aún desde el extranjero, mantenemos esa tradición y organizamos festejos con la comunidad noruega.
Pregunta: ¿Y cómo afecta la guerra en Europa la celebración de este año?
Embajador Halvor Sætre: Sin duda hay un tono más serio. Como ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Noruega fue ocupada y se prohibió la celebración, hoy sentimos nuevamente la necesidad de valorar lo que tenemos. Celebramos con alegría, pero también con conciencia del contexto: hay una guerra en Europa, y eso refuerza el compromiso con la democracia y la seguridad. Es parte de la conversación que estamos teniendo también con Argentina.
Pregunta: Para cerrar la entrevista, y pensando en los jóvenes que se ven motivados a dedicarse a la diplomacia: ¿Puede compartir algunas palabras acerca de qué lo llevó a elegir esta carrera? Y si puede Ud. contarnos ¿qué les aconsejaría?
Embajador Halvor Sætre: Desde chico me interesaron mucho las ciencias políticas, la historia, la economía. Puedo contarles que tuve tres opciones al momento de decidir: derecho, economía y ciencias políticas. Elegí esta última porque me gusta pensar en lo general, porque se trata de una ciencia que tiene un abordaje amplio. Me siento más cómodo como generalista, más que como especialista. Me interesa lo interdisciplinario.
El servicio diplomático es ideal para eso, porque te permite trabajar en muchos temas dentro de un sistema organizado. Alternas entre prestar servicio en la cancillería y cumplir labores en las embajadas en otras partes del mundo. Al tener que viajar, uno tiene la posibilidad de cambiar de foco geográfico y temático.
A quienes aspiran hoy a ser diplomáticos les diría que, más allá de los estudios, lo importante es tener la capacidad de construir relaciones humanas. La diplomacia no es solo rigor técnico: es generar confianza. Si puedo establecer una buena relación con una contraparte, eso es clave para avanzar en proyectos, resolver problemas, construir acuerdos.
Y eso no se puede reemplazar con inteligencia artificial. Se necesita sensibilidad, empatía, creatividad. Creo profundamente que hay un potencial enorme en la diplomacia para hacer cosas buenas, y que, en un mundo con tantos desafíos, necesitamos invertir más en diplomacia, no menos. La paz se protege con diálogo, y para eso necesitamos más diplomáticos comprometidos.
Por Camila Fernanda Verón.
Periodista
Estudiante avanzado de Derecho, Universidad de Buenos Aires
Directora de Contenidos en Equilibrium Global
Becaria en programas de formación jurídica y comunicación política.
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Agradecimiento: Daniel Paz Rossebø
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