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Compartimos la voz de la diplomacia de Turquía en Argentina, entrevista al Embajador S. E. Vural Altay. Presentamos en esta nota algunas perspectivas de política exterior de Ankara, los temas de la agenda internacional desde el prisma de Turquía.

Equilibrium Global: ¿Puede ayudarnos a comprender cuál es la actual situación de la política exterior de Turquía? ¿Estaría de acuerdo Usted con quienes definen a su país como una “potencia regional emergente»? En caso de ser así, ¿es ésta la razón que explica las fricciones con otros estados que tienen intereses en la región, como Francia?

Embajador S. E. Vural Altay: en el actual escenario mundial, que conlleva cambios en el equilibrio de poder, las ecuaciones geopolíticas son cada vez más complejas y se ven alimentadas por desafíos más acuciantes que afectan a toda la humanidad como lo es la irrupción de la pandemia del Covid-19. La incertidumbre se ha convertido en la nueva norma. Sin embargo, pese a la volatilidad de estos tiempos, el lema fundamental de Turquía sigue siendo el mismo que estableció el fundador de nuestra República, Atatürk, en los inicios del Siglo XX: “Paz en nuestro hogar, paz en el mundo”. Esta política aún constituye el principio rector de la  política exterior de la Turquía moderna. Esta premisa puede ser percibida como una política pacifista, pero en la práctica no nos confina a una postura pasiva. Hoy definimos a nuestra política exterior como “emprendedora y humanitaria”. Esta definición emerge de la necesidad de proseguir una política exterior activa, debido a las múltiples crisis que enfrentamos tanto a nivel global como regional.
Turquía es una democracia vibrante, una potencia económica de primer orden y un importante actor en del sistema interancional con una democracia que jamás ha perdido su preeminencia en la región. Personalmente, no creo que denominar a Turquía como una “potencia regional emergente”, pero es compatible con la realidad del terreno, de su vecindad. Turquía, con su compromiso en varias plataformas y foros multilaterales, se ha convertido en la voz de la razón en muchas de las cuestiones globales más acuciantes; tales como las migraciones, la lucha contra el terrorismo y la cooperación internacional. Gracias a su tradición en el oficio de la diplomática, costumbre profundamente enraizada y reconocida en la comunidad interancional; y gracias a las fortalezas adquiridas por su propia posición geográfica central; y desde su rica experiencia histórica; hoy vemos sus instituciones como robustas. También, en este sentido, son un pilar a citar sus fuertes recursos humanos y su economía tan dinámica; lo que lleva a Turquía a tener una “sólida política exterior en el terreno y en la práctica”. Esto representa, naturalmente, una circunstancia que eleva el status de Turquía como un poder regional central en la escena internacional. Con 248 misiones diplomáticas y representaciones consulares, Turquía ha construido la quinta red diplomática del mundo.

Turquía y su relación con la Unión Europea.  ¿Puede hacernos algunos comentarios sobre el estado actual de esta relación? ¿Qué está sucediendo con la solicitud de su país para ser miembro pleno del bloque comunitario?

Embajador S. E. Vural Altay: la membresía plena en la Unión Europea continúa siendo un objetivo estratégico fundamental para Turquía. Sin embargo, desde su temprana asociación con la Comunidad Económica Europea (CEE), que tiene su base legal en el Acuerdo de Ankara firmado el 12 de Septiembre de 1963 y que entró en vigor el 1º de Diciembre de 1964; y luego su solicitud formal para ser miembro pleno realizada en 1987, todo el proceso de acceso de Turquía ha encontrado algunos obstáculos en el camino. Esto ha sido producto de muchas promesas rotas y dobles estándares, situación que ha tomado un nuevo giro en las últimas décadas.
Sin embargo, nuestro compromiso con una membresía plena es aún válido y está presente. Esta determinación está reflejada en las más de 2000 normas legales que ya hemos adoptado en alineamiento con las leyes y regulaciones (acquis) de la Unión Europea. Todo en la última década. Y todos estos compromisos se fueron desarrollando por nuestro país pese a que hemos sufrido el azote del terrorismo, la pesada carga que representan los migrantes irregulares y el sangriento intento de golpe de estado del año 2016. Desafortunadamente, el proceso de negociación con la Unión Europea no ha podido avanzar más debido a las condiciones políticas traídas a la mesa por nuestros socios europeos.
Adicionalmente, es importante puntualizar que el no acceso de Turquía a la Unión Europea no define sus relaciones con los países del bloque ni su “europeidad”. Turquía es un país europeo, que comparte una larga historia y los mismos valores con el resto de Europa. Por otra parte, Turquía es parte del mercado común europeo gracias a su participación en la Unión Aduanera de la Unión Europea. Nuestra cooperación no se limita a la esfera económica, sino también a otras áreas como la gestión de la migración irregular y la defensa colectiva. Nuestras relaciones con la UE se están ajustando de acuerdo con las necesidades y requisitos actuales. En este sentido, Turquía le propuso al Consejo Europeo en el año 2016, una extensión y modernización del acuerdo Turquía – Unión Aduanera de la Unión Europea. Se brindaronelementos muy precisos y desde la base de considerar el mismo como muy beneficioso para ambas partes. Otro punto en nuestra agenda común de trabajo con el bloque es nuestra propuesta para liberalizar el requisito de visas, para liberalizar el requisito de visado para ciudadanos turcos por parte de la Unión Europea.

Equilibrium Global: en el 2020 hemos sido testigos de la Segunda Guerra de Nagorno Karabaj entre Azerbaiyán y Armenia. Habiéndose alcanzado un armisticio entre los beligerantes, con el rol de la Federación Rusa como garante, ¿puede compartir usted la perspectiva de Ankara acerca de la actual situación del Cáucaso?

Embajador S. E. Vural Altay: como he puntualizado en muchos artículos y cartas de lectores que he enviado a los más prominentes diarios argentinos durante el período de más duros de los combates entre Azerbaiyán y Armenia, Turquía no dudó en absoluto en demostrar su apoyo político y moral hacia Azerbaiyán. No solamente debido a nuestros lazos tan particulares que nos unen, sino por el hecho de que Azerbaiyán está ubicado en el correcto lado del Derecho Internacional. La liberación de la mayoría de los territorios ocupados de Azerbaiyán es la perfecta ilustración de la legitimidad de su causa: el reestabelcimiento de su integridad territorial en concordancia con el Derecho Internacional, las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y las decisiones de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) para alcanzar una paz y estabilidad duradera en la región.
Pese a las 4 resoluciones el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (Res. CSNU 822, 853, 874 y 884) que llaman a una inmediata, completa e incondicional retirada de las fuerzas ocupantes; Armenia continuó esa ocupación de casi el 20 por ciento del territorio de Azerbaiyán por 30 años. La ocupación armenia ha causado profundo sufrimiento, desplazando a un millón de azeríes de sus hogares, de su tierra natal.

En los hechos, Armenia jamás intentó ser parte de la solución. En vez de ello, buscó el estancamiento de las conversaciones en el seno del Grupo de Minsk, desde donde se ha abogado por la solución del conflicto de Nagorno Karabaj. A final de cuentas, Azerbaiyán recuperó la mayor parte de sus territorios ocupados y Armenia experimentó una amarga derrota que ha traído un malestar político y social al país. Si Armenia hubiera puesto su energía en comprometerse realmente en negociaciones pacíficas para resolver el conflicto, se habría evitado un enfrentamiento armado. Y por supuesto, se hubiera evitado tanto daño y destrucción. Sin embargo, es muy penoso observar que toda esa animosidad y belicosidad sigue presente en algunos círculos de la diáspora armenia, que por estos días reclama la renuncia del Primer Ministro. Ahora que la ocupación de Karabaj llega a su final, y luego de un largo periodo de continuos esfuerzos de varios actores de la comunidad internacional; sería aconsejable para Armenia y los armenios orientar sus esfuerzos a contribuir a la paz, estabilidad y serenidad en la región, en lugar de dar discursos de odio y esparcir el rechazo hacia el pueblo y la nación de Turquía.
Turquía jamás se posicionó a favor de continuar el conflicto y la guerra, que se ha desarrollado en su espacio geográfico inmediato. Sin embargo, la paz que necesitamos es aquella que se alcanza de buena fé, y que es duradera. Así es que en continuidad nuestro compromiso con la protección de la paz en el Cáucaso, tomamos parte en las actividades de monitoreo conjunto con Rusia en las zonas post-conflicto. En áreas establecidas en los territorios azeríes liberados de la ocupación, con el objetivo de prevenir violaciones al alto el fuego en Nagorno Karabaj. Turquía continuará trabajando para alcanzar la estabilidad y paz duradera en el Cáucaso Meridional.

Equilibrium Global: algunos países como Yemen, Siria e Irak sufren conflictos armados de larga duración, y una de las consecuencias que emerge es el gran número de refugiados y desplazados. ¿Cuál es la situación de Turquía en relación a este problema? Es un asunto muy agudo que está focalizado en Medio Oriente pero que atrae preocupación mundial.

Embajador S. E. Vural Altay: debido a su particular localización geográfica, como puente entre Asia y Europa, Turquía ha sido un país de tránsito de migrantes irregulares por muchos años. Sin embargo, debido a su crecimiento económico de años recientes, Turquía se ha convertido en un destino de interés para estas personas. Recientemente, los crecientes conflictos e inestabilidades en Siria, Irak y Afganistán han creado nuevos flujos migratorios.
Con la guerra civil en Siria entrando en su décimo año, alrededor de 13 millones de sirios han tenido que abandonar sus hogares; mientras que al menos 6 millones de ellos han buscado refugio en países vecinos. Turquía no ha ahorrado esfuerzos en extender su mano hacia las personas sirias en necesidad y situación vulnerable, y continuará haciéndolo. Hoy, Turquía mantiene su posición de liderazgo en el tema: más de 4 millones de refugiados viviendo en nuestro territorio nos otorgan el primer lugar en el mundo en cuanto a la acogida de refugiados. De esas 4 millones de personas, 3.600.000 son sirias.
Proveemos a los refugiados de un amplio rango de servicios, como educación y salud; estableciendo altos estándares para la comunidad internacional en cuanto la gestión de los migrantes. Continuaremos poniendo el hombro para afrontar la carga humanitaria de la crisis siria. Más aún, hemos gastado mas de 40 mil millones de dólares estadounidenses para el bienestar de los refugiados sirios (Incluyendo la contribución de gobiernos municipales y ONGs turcas). Sin embargo, esta cuestión que crea preocupación global debe conllevar responsabilidad global. Continuaremos haciendo lo que podamos, pero la comunidad internacional no debe olvidar que nuestras posibilidades y capacidades no son infinitas. Entones vamos a seguir llamando a la comunidad internacional, especialmente a nuestros asociados de la Unión Europea, a incrementar los esfuerzos por encontrar soluciones en esta cuestión, en las bases de una carga equitativa y una responsabilidad compartida.
Sin embargo, la contribución de la comunidad internacional permanece lejos de satisfacer las expectativas. Por ejemplo, de acuerdo con el trato alcanzado entre Turquía y la Unión Europea en marzo de 2016, el bloque debe transferir 6000 millones de Euros como soporte financiero para asistir a los migrantes sirios, pero este monto de dinero aun no fue transferido en su totalidad.
Nosotros creemos que cerrar las fronteras, construir vallas o rechazar a los inmigrantes y empujarlos de vuelta a su país de origen no es la respuesta a los desafíos que enfrentamos. En su lugar, debemos trabajar en proteger la dignidad y los derechos de las migrantes y crear mejores vías de acceso legales para ellos. A final de cuentas, la única solución a la migración irregular es eliminar de raíz sus causas, entre las que se incluyen guerras y conflictos, terrorismo, violaciones a los derechos humanos, efectos del cambio climático y depresiones económicas.

Equilibrium Global: finalmente, queremos saber acerca del actual estado de las relaciones de Turquía con los países sudamericanos, especialmente con Argentina, Uruguay y Paraguay. En el actual contexto y considerando los posibles escenarios post pandemia ¿Cómo cree usted que podrá evolucionar nuestra relación? ¿Cuáles son las claves para mejorar sus vínculos?

Embajador S. E. Vural Altay: en línea con su política exterior humanitaria y emprendedora que mencionaba al comienzo, Turquía continúa tomando un activo rol en los foros internacionales, desde las capacidades para proyectarse más allá de su propia vecindad. Esta proyección, por supuesto, incluye una política de acercamiento de Turquía hacia América Latina y la región del Caribe, y está en línea con lo que nuestra diplomacia ha establecido hace dos décadas. Podemos decir que esta estrategia ha comenzado a dar sus frutos en los últimos años. Uno de los principales factores a subrayar es que Turquía y los países latinoamericanos, en general, están regidos por principios que son compartidos; tales como la democracia, el estado de Derecho y la economía de libre mercado.
El principal objetivo de nuestra política hacia los estados latinoamericanos puede resumirse en los siguientes puntos: incrementar el número de contactos de alto nivel, mejorar las relaciones económicas y comerciales por medio del establecimiento de consejos bilaterales de negocios; también a través de la participación en ferias comerciales de Latinoamérica y la creación de comisiones económicas conjuntas. Todas las posibilidades de expandir nuestra red de representaciones diplomáticas y consulares, posibilidades de cooperar y fortalecer los marcos legales, de reforzar las relaciones militarles, y de incrementar la interacción en la esfera cultural; todas estas acciones son concordantes con incrementar la visibilidad de Turquía en la región y son parte de nuestos objetivos. Son las acciones en las que estamos enfocados, a los fines de poder intensificar las relaciones, tanto con los países como con las organizaciones multilaterales de la región.
Continuamos expandiendo nuestra red diplomática en Latinoamérica. Al momento tenemos 16 Embajadas y un Consulado en la región. Próximamente inauguraremos una Embajada en Montevideo.
Y respecto al escenario post Covid-19, es muy difícil hacer predicciones acerca de impactos concretos en el sistema Internacional, pero todos sabemos que para la agenda política mundial obviamente nada será igual que antes. De todos modos, sin dudas que hay mucho que hacer y por y trabajar desde la cooperación entre los estados, y se pueden observar muchas áreas de complementación que representan beneficios mutuos. Porque ciertamente, ahora el mundo necesita más cooperación que nunca. En mi humilde opinión, creo que nuestras relaciones con Argentina, Uruguay y Paraguay –como con los demás países Latinoamericanos- pueden ser estratégicamente delineadas sobre las bases de la cooperación.
Hasta la aparición de la pandemia del Covid-19, teníamos una próspera actividad comercial entre Turquía y Argentina, con un saldo de balanza favorable para el país sudamericano. Naturalmente, el volumen del comercio, que fue de 713 millones de dólares estadounidenses en 2019, ahora ha disminuido a 688 millones debido al impacto global que han sufrido las economías y la baja que han experimentado en el último año. Ambos países son miembros del G20, y gozan de un protagonismo en la esfera política y económica en sus respectivas regiones; Turquía y Argentina tienen un gran potencial para fortalecer sus relaciones. Y como tambián se pueden complementar, tienen la posibilidad de expandirse en muchas áreas. Estamos contentos de saber que las políticas de ambos lados van hacia ese destino, tienen un mismo horizonte.

Considerando el actual telón de fondo de la política y la economía internacional, creo que el modo más efectivo de evitar los retrocesos en el mundo post-pandémico será apoyarse en asociaciones bilaterales. Y en enfocarse la concreción de proyectos innovadores. La compañía “GSATCOM”, que se conformó como Joint Venture, se estableció como resultado de la estrecha cooperación entre INVAP (Investigación Aplicada) y TAI (Turkish Aerospace Industries Inc.); y sin dudas que constituye un excelente ejemplo en este sentido. Otra forma de cooperación ejemplar es la llevada a cabo por nuestra aerolínea de bandera Turkish Airlines con el Club Atlético River Plate, quienes firmaron un acuerdo de patrocinio el 1º de Septiembre de 2019 por un periodo de tres años. Confío en que estas acciones contribuirán a fortalecer la visibilidad de Turquía, del mismo modo que nuestra relación bilateral de diversas esferas.
Sin descuidar nuestras relaciones con el MERCOSUR, como bloque comercial prominente de la región, le asignamos bastante importancia a nuestras relaciones comerciales bilaterales con cada uno de sus miembros Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil. El acuerdo mutuo alcanzado entre el MERCOSUR y la Unión Europea bajo la forma de Acuerdo de Asociación de 2019, ha sido bienvenido por nuestra parte. Debido a nuestra membesía en la Unión Aduanera de la Unión Europea, es importante relanzar las negociaciones para concluir un Acuerdo de Libre Comercio Turquía – MERCOSUR tan pronto para sea posible. Por ello, seguimos pidiendo a los países miembros su apoyo en esta cuestión.

Desarrollo & Producción: Martín Alejandro Pizzi. Twitter: @martin_pizzi

El Sr. Embajador S. E. Vural Altay es licenciado en Administración Pública de la Universidad Técnica del Medio Oriente. Ingresó al Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Turquía en 1984. Trabajó en la Dirección de Economía y en la Dirección de Asuntos Consulares; fue Secretario en la Embajada de la República de Turquía en Nairobi. Vice-Cónsul y Cónsul en el Consulado General de la República de Turquía en Essen. Luego se desempeñó como Primer Secretario en la Dirección de Europa del Este y Asia, y entre 1992 y 1993, en la Dirección del Cáucaso de la cancillería turca. Continuó su carrera como Primer Secretario en las Embajadas de la República de Turquía en Italia y en Azerbaiyán. El Sr. Altay prestó funciones como Primer Secretario y posteriormente como Consejero en la Misión Permanente de Turquía ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Sirvió como Director de Departamento en la Dirección de OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), Control de Armas y Desarme; y fue Consejero y Representante Permanente Adjunto en la Representación Permanente de Turquía ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Entre 2003 y 2005 fue designado como Cónsul General de la República de Turquía en Burgas, Bulgaria. En el período 2005-2007 trabajó como Director de Departamento en la Dirección General Adjunto de la OTAN y de Asuntos de la Seguridad y de Defensa en la Zona Europa-Atlántica. Luego fue Director General Adjunto de la Dirección de Energía, Agua y Medio Ambiente. Entre 2009 y 2014 fue nombrado Embajador de la República de Turquía en Abu Dabi. Luego designado en el rango de Embajador como Director General para Asuntos Políticos Bilaterales del Cáucaso, Asia Central y Europa del Este en la cancillería turca en el año 2015, cargo en el cual se desempeñó hasta fines del 2018. Asumió funciones como Embajador de la República de Turquía en Buenos Aires en diciembre de 2018.

En redes sociales, Embajada de Turquía en Argentina en Facebook, y en Twitter @TCBuenosAiresBE

 

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