Compartimos reseña del trabajo presentado por Lic. Soledad Mayansky en programa radial “Equilibrium & Tu voz al Mundo” de la Universidad Abierta Interamericana. Este resumen explica en forma generalizada el mapa de religiones en el extremo oriente. China, Japón, Corea; entre los estado-nación mas influyentes y más dinámicos en el factor multicultural.
Comenzaremos con el chamanismo coreano, entendiendo por chamanismo una religión, centrada en la creencia en buenos y malos espíritus, que pueden ser influidos solamente por los chamanes. La figura del chaman además posee la capacidad de comunicarse con estos y mediar entre ellos y los humanos, transportarlos a unos y otros de un plano a otro, o transportarse a sí mismo entre planos (realizar viajes/proyecciones astrales), utilizar un animal por tótem, etc. Para realizar la mayoría de estas actividades la chaman o mudang -en el caso coreano, ya que es un chamanismo de origen matrilineal- utiliza la danza con música percutida para entrar en trance y lograr así la proyección. Cada aspecto de este ritual es fundamental: los instrumentos musicales que siempre deben de ser de percusión para lograr colocar la mente de la chaman en estado alfa, generalmente son pequeños tambores, que poseen unas cuerdas en sus lados con pequeñas bolillas, que al girarlo golpetean la superficie percutible del tambor. La indumentaria, que suele estar recubierta de pequeños espejos, los cuales simbolizan portales hacia otras dimensiones, curar enfermedades, etc.
Los dones que posee una mudang, sean de origen natural, o adquiridos por entrenamiento con otra mudang (en este último caso suele discutirse la validez de dichos dones), suelen distinguir a la chaman de otro ser humano ordinario. En Corea para demostrar que una persona puede ocupar el lugar de mudang debe poseer determinadas características: debe haber sufrido una enfermedad psicológica, que altere su comportamiento cotidiano (dejar de comer, vagabundear, etc.) por más de ocho años, y debe curarse solo sin asistencia médica. También debe de llevar a cabo los ritos para comunicarse con los espíritus; y fundamentalmente debe ser reconocido como el guía espiritual de su comunidad y satisfacer sus necesidades.
Entonces, existen dos tipos de chamanas o mudang: aquellas que han sido elegidas por los dioses para cumplir este rol, y aquellas que han heredado de sus familias la vocación.
Actualmente, el chamanismo ha sufrido un fuerte debilitamiento, y se cree que la mayoría de las personas que recurren a ellos son de bajo estrato socio-cultural. Aun así, es bien sabido que muchos empresarios importantes, directores y herederos de chaebols (mega corporaciones coreanas), suelen recurrir a ellas por su capacidad de adivinación, para prever el futuro, realizar un ritual de purificación o simplemente que actúe como casamentera.
Otra de las religiones más importantes en todo el noreste asiático es el budismo, del que repasaremos brevemente sus principios fundamentales en general. El budismo surge en la India hacia el siglo V aC. con su fundador Siddharta Gautama o Sakyamuni (el sabio del clan Sakya en la India). Según la historia de la vida de Buda, él fue un príncipe kshatriya (una de las castas más altas), que se casó y fue padre de joven, vivió toda su vida dentro del palacio familiar, pero en una oportunidades él logró salir. En la ciudad el presenció cuatro aspectos de la vida que lo hicieron reflexionar: un anciano, un enfermo, un cadáver y a un monje asceta. Esta experiencia marco profundamente la mente de buda, que había vivido sobreprotegido dentro de su palacio. Ante esto, surgen en su mente nuevos cuestionamientos sobre la existencia humana, se decide y abandona el palacio para encontrar respuestas. En un principio lleva una vida ascética, con prácticas rigurosas y grandes privaciones, pero se percata que este camino no lo ayuda a encontrar las respuestas que busca, entonces decide buscar las respuestas por sí mismo, con gran introspección y practicar la meditación. Él, después de varios días de meditación, logra alcanzar la iluminación y llega a comprender la verdadera naturaleza universal. Entonces decide dar a conocer este conocimiento y comienza a predicarlo. Según el Buda existen cuatro nobles verdades: 1) la existencia humana es dolor, 2) la causa de este sufrimiento es el deseo, 3) la extinción del deseo acaba con el sufrimiento, y 4) el camino para la extinción del deseo es la óctuple senda (8 caminos: recta visión, rectas aspiraciones, recta palabra, recta conducta, recta vida, recto esfuerzo, recta mente y recta contemplación). Siguiendo la óctuple senda se logra la iluminación y por lo tanto también la liberación del ciclo de re-encarnación y el fin del sufrimiento.
Según el budismo no existe el yo individual –anatta-, esto se mantiene en todas las escuelas del budismo. La ilusión de la existencia de un yo o ego produce apego: el nacimiento genera apego a la vida, este genera deseo. El deseo crea sensaciones o percepciones de contacto, que mediante los sentidos genera la concepción de individualidad o ilusión de consciencia individual. Esta ilusión o engaño – mara- sobre la verdadera naturaleza del universo crea karma debido a la ignorancia.
Realizando un análisis funcionalista, podemos decir que el budismo surgió como una respuesta cultural reaccionaria al sistema de castas. Buda sustituyó la idea de dioses remuneradores de las acciones buenas y malas, por una justicia inmanente a los actos mismos, al contrario de la concepción hinduista.[1] Mientras que en el hinduismo la salvación estaba reservada a la casta brahmánica (la casta más importante de la India: los sacerdotes), Buda acentuó la igualdad entre los hombres para obtener la liberación.
Existen dos grandes ramas de budismo, el hinayana o pequeño vehículo y el mahayana o gran vehículo. Sus nombres se refieren particularmente a si una vez alcanzada la iluminación o estado de budeidad[2] se funden con el absoluto (arhant) o si deciden regresar, en forma de manifestación, para ayudar o otros seres a alcanzar la liberación también (bodhisattva). Esta es la diferencia fundamental entre ambas ramas.
El ciclo de reencarnación o rueda del samsara, se produce en ambos casos debido a la acumulación karmica, tanto de Karma positivo como negativo[3]. Cuando se produce la liberación del cuerpo material (en el caso del budismo hinayana) o la extinción de la ilusión de tal (según el mahayana), se produce la liberación entre la prakriti o materia y el purusha o cuerpo sutil, pero durante este proceso de separación se produce la re contaminación del purusha con materia karmatica, esta contaminación genera nuevamente la ilusión de la existencia del ego o yo en el purusha, desencadenando nuevamente el ciclo de encarnación.
Estas diferencias son fundamentales, si tenemos en cuenta que la rama del budismo que se expandió por el este asiático es la mahayana, que se había expandido por el norte de la India, y cree que por una cuestión de mayor proximidad geográfica fue la que se extendió por el este de Asia. Conocer estas características nos ayuda a comprender mejor determinados aspectos de la conformación del pensamiento del este asiático. El budismo que penetro primero en China y de ahí progresivamente se expandió hacia Corea, Japón y el resto del este asiático. Llegó a China a mediados del siglo I dC. y se adaptó a la mentalidad china. Su afirmación definitiva sería en el siglo VI dC. Entre las sectas budistas en China podemos mencionar:
El amidismo: fue desarrollado en China y Japón, originado en el noroeste de la India. Se introdujo en China hacia el 150 d.C., y se estableció en el 350 al fundarse la Escuela de la tierra pura o Tendaishu, donde Buda aparece como salvador o Buda Amitabha “Buda de la luz infinita”. Creen que con solo invocarlo por su nombre se puede alcanzar la salvación. Por lo tanto, esta secta hace énfasis en la devoción para alcanzar la liberación. También le rinde culto al Buda histórico Shakyamuni, Avalokiteshvara o “Buda de la Gran Compasión” y a Maitreya (el Buda que vendrá en el futuro para restaurar la doctrina budista) entre otros.
Ch’an: la palabra Ch’an deriva de la palabra sanscrita dhiana, que significa meditación y hace referencia directa al método para alcanzar la iluminación en el que se centra esta escuela. Fue llevado a China por un monje de origen indio, Bodhidharma. Se desarrolla durante los siglos IX y X. Su característica principal, tal vez es su especie de fusión entre el budismo propiamente dicho y el taoísmo. Posee una ausencia de ritual y no es dependiente de las escrituras. Esta Escuela budista en Corea se llamó Son.
El budismo llegó a Corea desde China hacia fines del siglo IV dC. Y fue convertido en religión de Estado, que posteriormente colaboró con la llegada del culto a Japón. En Corea las principales sectas Chinas tomaron su propia forma, “modelada” por la tradición cultural coreana.
En el caso de Japón, llegaron varias escuelas budistas que ya habían pasado por los tamices culturales de China y Corea. Entre estas se encuentran:
Amidismo: llevado a Japón a fines del siglo X. Allí se subdividió en otras sectas, de las cuales las más importantes son:
-Jodo Shu o secta de la “tierra pura”: inspirada en los Sutras sukhavativyuha (tierra feliz o pura).En el aparece la figura de Ananda, su discípulo, como Amitabha, que hizo una serie de votos para salvar a todos y mediante su mérito creó un reino llamado Tierra pura o Sukhavati. En Japón esta Escuela fue fundada por el monje Honen Shonin.
-Jodo Shishu o “verdadera tierra pura”: Esta Escuela se desprende de la anterior, y fue fundada por el discípulo de Shonin, Shinran Shonin, quien destacó que sólo la fe y la invocación de Buda eran útiles para alcanzar la salvación. Cristalizó el nembutsu (la invocación mantrica consecutiva y sostenida de Buda Amitabha), como medio para alcanzar la liberación después de la muerte física.
-Zen (Ch’an china): llevada a Japón desde China en el siglo XIII dC. por el monje Myoan Eisai. Posteriormente sus enseñanzas fueron profundizadas por el monje Eihei Dogen, quien no se limitó a la vida monacal, sino que participó de la vida social japonesa. Este monje hace hincapié en que se llega a la liberación por medio de la práctica del zazen (meditar sentado para poner la mente en blanco, libre de pensamientos).
-Nichiren: lleva el nombre de su fundador, un monje que vivió en el siglo XIII dC., es una secta de origen japonés, escindida del amidismo, que también tomó algunos componentes shintoístas. Se divide en las Escuelas Nichiren Shoshu y Nichiren Shu, la primera le otorga al monje fundador el titulo de Buda original, y le da prioridad a sus enseñanzas. La segunda lo considera solo como un bodhisattva, y se basa en sus escritos y en el Sutra del loto, tal como el mismo Nichiren hizo en vida. Esta Escuela en general tuvo mucha influencia durante los periodos militares de Japón por acentuar aspectos propios de Japón, que se buscaban en el pensamiento nacionalista.
Desde su llegada, los valores del budismo mahayana entraron en juego con otras corrientes de pensamiento propias de la zona como el confucianismo y el taoísmo. Se estableció una compleja relación entre estos, por un lado se podría decir que los principios budistas resultaron compatibles con estas filosofías, lo que facilitó su aceptación cultural. Aunque inicialmente, se estableció una suerte de relación dialéctica entre las religiones y filosofías mencionadas, producto de la competencia entre los nuevos seguidores del budismo y los de las diferentes corrientes de pensamiento. Este enfrentamiento sucedió principalmente entre el taoísmo y el budismo, por cuestiones políticas y filosóficas. De todas formas, con el tiempo las diferencias fueron superadas y el budismo se instauro como la religión principal de la zona, adquiriendo características propias de las culturas receptoras. Con esto me refiero a que, si bien China es la “madre cultural” de la región y que junto con Corea y Japón compartía y comparte el confucianismo y el budismo, cada uno de estos territorios poseía su propia identidad cultural, con características propias únicas, que los diferenciaba y diferencia aun en la actualidad.
- Dharmakaya o el “cuerpo de la ley”: que se refiere a la ley o dharma que rige el universo. Es atemporal y eterno, es la verdadera realidad búdica que representa la iluminación del Buda.
- Sambogakaya o “cuerpo glorioso”: es el cuerpo de luz, ideal o resplandeciente. Resultado de sus buenas acciones y es la forma en que se manifista en las doctrinas de la “tierra pura”. Sólo alcanzado por el bodhisattva.
- Nirmanakaya o “cuerpo de transformación”: es el cuerpo terrenal con el que Buda se manifiesta a los hombres para revelarles la doctrina. Es el llamado “Buda histórico” Sidharta Gautama.