Comparte este contenido

Kaliningrado es una ciudad fundada por los Caballeros de la Orden Teutónica en el siglo XIII y en su pasado fue conocida como Königsberg (capital de Prusia Oriental). Lleva su nombre en honor a Mijaíl Kalinin, uno de los fundadores de la Unión soviética. Pasó a formar parte de Rusia en 1945 tras concluir la Segunda Guerra Mundial. Tal es su importancia que, en su momento, la Unión Soviética consideraba integrarla a la Republica Socialista Soviética de Lituania pero su peso geopolítico la integró a Rusia. Richard Wagner [1] y Ernst Theodor Amadeus Hoffman [2] vivieron allí así como el célebre filósofo Immanuel Kant, quien tuvo grandes palabras para ella:
«Una gran ciudad ubicada junto al mar y a orillas del río. Una ciudad idónea para el comercio marítimo y la exploración de tierras lejanas. Una ciudad como Königsberg, en la desembocadura del río Pregel, es muy apropiada para la expansión tanto del conocimiento humano como del mundo”.
Kaliningrado es un oblast [4], esto es un sujeto federal, una entidad subnacional o región (cercano a lo que nosotros denominaríamos provincia). Su particularidad es que es un exclave, es decir, que no se encuentra conectada al territorio ruso (se separa por aproximadamente 360 km en línea recta) sino que limita con Polonia y Lituania (países miembros de la OTAN).
Kallinigrado es un sitio naturalmente estratégico y tiene elementos geográficos, como su salida al mar, que revalidan su rol estratégico para la geopolítica de la Federación Rusa. Por ello, son un asunto sensible en el Kremlin su economía, las posturas electoralistas de cara a nuevas elecciones (marzo de 2018), y por supuesto la militarización del oblast.
Por ejemplo, en los últimos 6 meses, reemplazó su gobernador por un enviado de Moscú, Anton Alikhanov [5], un economista del Ministerio de Industria y Comercio. Aparte de los vectores mencionados, la imposición de un hombre del Kremlin pone a raya a las elites locales que permitan pensar cualquier atisbo de rebelión y pone coto a las relaciones con los países vecinos, que en definitiva, ponen en riesgo la identidad del oblast. A propósito de esto último, es importante destacar que un 50% de su población es inmigrante y todo el oblast tiene una importante ligazón con su pasado alemán. Pero hay elementos para evaluar que esta es una estrategia repetida y que no ha arrojado los mejores resultados, ya que la imposición de un delfín político confronta los intereses de la población local y compromete los intereses más importantes de Moscú.
Desde lo militar, quizás la variable más importante y visible de este oblast, Kaliningrado es la primera línea de defensa del gigante [6]. Allí se pueden encontrar sistema de defensas s400 como buques equipados con misiles Kalibr y sistema de misiles costeros Bastion (una variante del misil p800); pero fundamentalmente los Iskander, los misiles con capacidad nuclear que permiten la creación de una zona denominada ‘Anti-Access/Area Denial’ (A2/AD) o área de denegación. Kaliningrado es la punta de lanza rusa para defender los intereses en el Báltico y proyectar fortaleza. Es un sujeto de contención y disuasión. A pocos kilómetros del territorio polaco, donde en el poblado de Morag descansa una base de misiles de la OTAN.

Moscú no ha logrado promover un gran impulso para esta región y ha quedado preso del dilema de ese crecimiento; porque un Kaliningrado fuerte puede hacer mella en las decisiones que Moscú busque imponer en un futuro.
Es así que su producción está atada a la propia circulación de sus bienes con el territorio ruso integrado. Su mercado interno es pequeño y depende de exportaciones costosas, considerando la cuestión logística. Además, por la distancia con Rusia, sus capacidades de suministros están presas de los altos costos de transporte por un lado y las trabas de importación por el otro. No sólo eso, el turismo es un recurso de poca capacidad de explotación porque un tercio de su territorio está vedado a la población por cuestiones de seguridad. Y para finalizar, solo el 40% de los impuestos recaudados recaen en el presupuesto del oblast, el resto queda en manos de la arbitrariedad de Moscú.
A su favor, Kaliningrado es la Región del Ámbar. El 90% de este recurso a nivel global se halla en esta pequeña región y, por supuesto, está en manos de una empresa estatal llamada Rostec [7]. Pero aun tamaña ventaja no le permite gozar de una autonomía energética. Desde 2013, la instalación de una planta nuclear se ha visto frenada porque la potencial electricidad generada aun hoy no tiene a quien venderse [8]. Por otro lado, la población del oblast es significativamente más emprendedora y creativa en términos comerciales que los del resto de la federación rusa. Las propias limitaciones de su hábitat así lo han dispuesto.
Algo importante para recalcar es que Kaliningrado será parte del circuito de encuentros del Mundial de Fútbol 2018 [9]. Así como Sochi en ocasión de los juegos olímpicos invernales de 2014, su condición de anfitrión permitirá a Putin desplegar las capacidades rusas y emitir un mensaje de prosperidad, además de representar esto un beneficio económico por ser una plaza del Mundial.
De Kaliningrado es posible que pueda surgir (lo pondría en “potencial”) la primera noticia probablemente en caso de un conflicto entre Rusia y la OTAN. Los escenarios que los expertos europeos evalúan siempre coinciden en la región del báltico y la situación que el Dombass ucraniano puede disparar una escalada bélica (de hecho, gran parte del despliegue de la OTAN en el Báltico y la intensa actividad de entrenamiento de las tropas de la alianza euroatlántica son siempre considerando estratégicamente a Kaliningrado.
Parte de estas evaluaciones pueden verse en The War Room [10], un unitario emitido por la BBC. La presencia de Iskanders [11] es un elemento de conflictividad que puede permitir problemáticas ligadas a las malas lecturas y desatar un conflicto de gran escala. Por supuesto, el debate recae en si su posicionamiento se debe a una estrategia ofensiva o defensiva dependiendo de quién emita el mensaje. Para la OTAN, representa una señal de agresión hacia las antiguas repúblicas soviéticas mientras que para Moscú es un elemento de disuasión ante el avance de la OTAN.

Esta región estuvo cerrada durante mucho tiempo a todo lo que es mundo exterior, únicamente los rusos podían ingresar, tal vez una muestra de debilidad que este territorio se “escapara” de la esfera de la Federación Rusa. La tierra del influyente filósofo Immanuel Kant tiene mucho aún de enigmático que parece un lugar poco relevante, pero en el presente, muchos elementos permiten considerar que Kaliningrado es indudablemente un enclave estratégico.

Por Martín Rodríguez Osses – Analista Internacional
Relaciones Internacionales USAL
[1] http://www.wagnermania.com/biografia/
[2] http://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/hoffmann.htm
[3] http://www.webdianoia.com/moderna/kant/kant_bio.htm
[5] http://foreignaffairs.co.nz/2016/10/07/meeting-with-anton-alikhanov/
[5] https://www.ukrinform.es/rubric-politic/2150408-en-lituania-llaman-la-militarizacion-de-kaliningrado-un-reto-para-la-otan.html
[6] https://www.osw.waw.pl/en/publikacje/raport-osw/2016-12-23/kaliningrad-oblast-2016-society-economy-and-army
[7] http://rostec.ru/es/about/article/580
[8] http://www.nuclear-heritage.net/index.php/Nuclear_plant_near_Kaliningrad_%E2%80%93_bad_story_that_must_be_ended_immediately
[9] http://es.fifa.com/worldcup/destination/cities/city=35137/
[10] https://goo.gl/5sghmL
[11] https://cdnmundo1.img.sputniknews.com/images/14775/15/147751588.jpg

Translate »