A continuación exponemos las principales reflexiones del Director de Equilibrium Global, Dr. Alberto Hutschenreuter durante su conferencia “El regreso de Rusia al orden interestatal”, ofrecida en la Universidad Abierta Interamericana el 29 de agosto a los cursantes e invitados de la Diplomatura en Relaciones Internacionales que dirige el Dr. Roberto Cacheiro Frías. Reflexiones en línea con las opiniones que se vienen expresando en Equilibrium Global, tanto en el portal como en la emisión radial del semanario de actualidad internacional, concordante con las mismas posturas que nuestro medio ha tenido en todo el proceso de crisis en el Este de Europa y que tienen como protagonista a Rusia. Particularmente, nuestro medio sigue una mirada moderada de criterio propio y con observación de los diferentes actores involucrados para una completa fotografía de la situación.
El especialista inició su disertación destacando las múltiples situaciones de tensiones, competencia y crisis que tienen lugar en el orden internacional, advirtiendo que las mismas tienen lugar en un entorno global indefinido y carente de aquello que los expertos denominan “políticas de orden mundial”, es decir, de normas aceptadas y acatadas por los principales sujetos de la política internacional: los Estados (de allí su preferencia por utilizar el concepto de relaciones inter-estatales).
Asimismo, destacó que prácticamente no quedan visiones prometedoras con relación a la configuración del orden internacional, como sí sucedió cuando finalizó la Guerra Fría. Sostuvo que si bien existen enfoques esperanzadores, predominan lógicas deletéreas, por caso, el ascenso de lo que Robert Kagan denomina “nacionalismo de gran potencia”, o aquellas “imágenes” en las que la “convivencia asimétrica” entre “zonas prósperas” y “zonas turbulentas” implica crisis internacional mayor, por caso, Europa-Nor-África.
El académico Huschenreuter señaló que no existe una nueva Guerra Fría, pues aquel enfrentamiento entre poderes mayores fue singular, a escala global y centrado en lógicas ideológicas casi irreductibles. Entonces, el mundo quedó sujeto a esa lógica. Lo que existe hoy es un deterioro de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos que no ocurre por Ucrania sino que proviene de los términos del desenlace de la Guerra Fría, cuando el actor “victorioso” mantuvo políticas de poder ante el “Estado continuador” de la exURSS, la Federación Rusa, mientras que este país desplegó una extraña política externa centrada en la defensa y promoción de los valores universales, loable sin duda, pero que desestimó intereses nacionales. Entonce, “Rusia no fue Rusia”.
En buena medida, dicha concepción rusa se fundó en la creencia de que Estados Unidos y Rusia habían ganado la Guerra Fría, pues derrotaron al comunismo soviético. De allí que la experta francesa Hélène Carrere d’Encausse se refiriera a la “Rusia victoriosa”. Pero no era esa la concepción estadounidense, que, frente a la posible emergencia de un nuevo reto que desafiara una vez más la supremacía de Estados Unidos, optó por mantener políticas (mayormente blandas) de poder que mantuvieran a Rusia en una situación de debilidad y lateralidad internacional.
Entre dichas políticas la ampliación de la OTAN al Este fue una de las que más despertó desconfianza en la dirigencia rusa respecto de los verdaderos propósitos estratégicos de Occidente para con ella. Pero el estado de postración de Rusia (Clinton fue contundente cuando sostuvo que “las posibilidades que tenía Rusia de influir en la política internacional eran las mismas que tenía el hombre para vencer la ley de gravedad”) era tal que solamente a través de una retórica cada vez más desafiante pudo expresar su reprobación.
El especialista recordó que la ampliación de la OTAN, una organización cuya continuación representó una anomalía en la política internacional, pues la experiencia señalaba que las alianzas desaparecían una vez que finalizaba la situación por la que fueron creadas), fue el hecho que más inquietó a los rusos; sobre todo cuando se produjo la segunda ampliación (o acaso tercer ampliación si consideramos que la unidad de Alemania en 1990 fue la primer ampliación de la OTAN).
La aproximación de la OTAN al territorio de Rusia volvió a hacer sentir a los rusos que el mundo siempre ha sido un lugar peligroso para ellos. Pero por entonces Rusia, merced a los buenos precios de las materias primas, se ordenaba hacia adentro y, por tanto, podía plantear enfoque externos menos retóricos. En estos términos, Putin representó el principio del regreso de Rusia al orden interestatal.
El ingreso de los países del Báltico a la OTAN implicó un seísmo geopolítico de proporciones para Rusia, pues significó una contracción espacial que redujo sensiblemente su capacidad de defensa nacional. Sin embargo, fue en 2008, cuando Rusia decidió recurrir a la técnica de maximización de poder más arriesgada, para utilizar el término de John Mearsheimer, la guerra, a fin de impedir una ampliación “ad portas” de la OTAN en el “bajo vientre” ruso, cuando “Rusia volvió a ser Rusia”, es decir, un poder dispuesto a defender sus intereses nacionales en el sensible exespacio soviético.
A partir de allí Rusia incrementó su capacidad de deferencia internacional, algo que quedó evidenciado en relación con Siria, Snowden, armamentos, “extranjero cercano”, Ucrania, espacio centroasiático, etc.
Por último, Hutschenreuter advirtió que si en Ucrania predomina una ganancia de poder para Occidente, esto es, el país finalmente se vuelve parte de la estructura política, económica y de seguridad occidentales, la tensión internacional aumentaría significativa y peligrosamente, pues ello implicaría una catástrofe geopolítica sin precedente para Rusia. En tal situación, Putin sería para Rusia lo que Gorbachov fue para la URSS: el responsable no de su desintegración como se responsabiliza a aquel, pues Rusia no se desintegraría, pero si de su derrota contundente ante Occidente. Pero antes que ello suceda es difícil apostar que Rusia no intentará, una vez más, maximizar poder.
Un completo panorama brindó el Director de Equilibrium Global sobre geopolítica mundial, historia, y actualidad y política exterior de Rusia, con una activa participación del público que interactuó con opiniones y preguntas durante las dos horas que duró la ponencia de Hutschenreuter.
En la jornada, el nuevo representante del medio “Russia Beyond The Headlines RBTH”, el corresponsal Dmitri Fomiykh, distribuyó a los participantes de esta charla, ejemplares del suplemento que se imprime junto al periódico “La Nación” en Argentina.
Desarrollo & Contenido
Lic. Martín Rafael López – Relaciones Internacionales Universidad Católica de La Plata.