Desde nuestra red de alianzas con think-tanks en diferentes capitales del mundo, compartimos las opiniones desde Bucarest al respecto del asunto “Gagauzia”. Se trata de un territorio autónomo dentro de Moldavia donde la injerencia y dependencia de Rusia es muy alta, un enclave que forma parte de los conflictos no resueltos desde la época de la caída de la Unión Soviética. Sin resonancia en la prensa, los ciudadanos de Gagauzia sostienen sus aspiraciones de separarse por completo de Moldavia y para ello llevaron a cabo un plebiscito que las autoridades de Chisinau entienden como una “intención separatista”. Por el momento, Gagauzia es un conflicto que no tienen nada de “adormecido” y que puede causar otro dolor de cabeza a la Unión Europea, siendo los sucesos de Crimea y la afinidad de Moldavia al eje Occidental y a la OTAN. Reporte de Vanina Fattori para acercarnos las reflexiones del analista de GEOPOLITICS.RO, Andrei Radu.
Antes de discutir sobre el referéndum que tuvo lugar en Gagauzia el 2 de febrero de 2014, necesitamos una mejor comprensión del contexto global en el que este evento se llevó a cabo, una instancia de votación popular que no se hubiese llegado a cabo si la República de Moldavia no tomaba el camino hacia la Unión Europea.
Gagauzia, una región situada en el sur de la República de Moldavia, toma su nombre a través del las personas que viven allí. Tiene una economía basada principalmente en la agricultura y a diferencia de la mayoría de los ciudadanos de su estado vecino, es de etnia turca, con un habla y dialecto de la lengua turca. La población de la región representa sólo el 4,4 % de la población total de la República de Moldavia y se concentra principalmente en Comrat y algunas aldeas cercanas.
En 1994, tras largas negociaciones con Chisinau, declaró su independencia de la República de Moldavia. Así, ha obtenido el estatuto jurídico de «región autónoma especial». A diferencia de la situación con la otra región separatista, Transnistria, la relación con las autoridades de Chisinau no estuvieron marcadas por grandes tensiones a partir de entonces.
Esta iniciativa de las autoridades Comrat de organizar un referéndum sobre la política de relaciones exteriores de la región se produjo después de que Moldavia había firmado la Asociación Oriental con la UE en la Cumbre de Vilnus.
Aunque el referéndum no fue declarado en conformidad por el Tribunal Legal de Comrat y siendo una decisión ilegal e inconstitucional, la población se llamó a votar sobre la cuestión de la política exterior de la República de Moldavia concerniente a si se aceptaba la integración hacia la Unión Europea o hacia la Unión Aduanera de Rusia, Bielorrusia y Kazajstán, también se decidía si estaban de acuerdo o no de que la región autónoma especial deba declarar su independencia en una situación en la que la República de Moldavia podía perder parte de su soberanía. Esta segunda pregunta era en referencia al llamado «peligro de unificación con Rumania.”
La población rusa en la región y aquellos que quieren una relación más estrecha con Moscú, no están contentos con los avances en la relación entre Moldavia y la UE, así, instigado por las autoridades locales, el 70 % de ellos votaron y decidieron a favor de Rusia. En este contexto, los resultados de la votación mostraron la opción de política exterior de los que viven en Gagauzia, sirviendo a los intereses del Partido Comunista, que es para la integración de la República de Moldavia en la Unión Aduanera de Rusia, Bielorrusia y Kazajstán. Algunos analistas y políticos moldavos consideran que los movimientos separatistas y anti- europeos que se forman en Comrat son apoyados por Rusia, quien ha advertido a Moldavia, en muchas ocasiones, que tendrá problemas si continúa la situación de establecer relaciones estrechas con la UE y firmar la Asociación Oriental; el referéndum es sólo una de las diversas acciones que Moscú ha planeado.
Este aspecto también puede afirmarse en el reciente análisis de Stratfor, quien puso en relieve que el mensaje más importante, enviado a las autoridades de Chisinau a través de este referéndum, fue el hecho de que Rusia mantiene un alto nivel de influencia y de medios de acción en el país, de modo que las decisiones adoptadas por el Gobierno de Moldavia deben tener en consideración los intereses de Rusia.
Las reacciones de los políticos acerca del referéndum son disímiles, ello difiere de acuerdo a los partidos políticos que representan. Por su parte, el Primer Ministro Iurie Leanca afirmó que el referéndum fue «un intento de querer demostrar un fenómeno de separatismo», además expresó su pesar sobre los ciudadanos de Gagauzia por dejarse manipular. Los partidos de la coalición del gobierno han dado una declaración común en la que condenan el referéndum y afirman que la responsabilidad de esta situación recae en el Partido Comunista.
El Partido Liberal, a través de la voz del presidente del partido, Mihai Ghimpu, quiere que Formuzal, el líder de Comrat, sea destituido de su función oficial como miembro gubernamental de Moldavia. Para que ello, se debe presentar un proyecto para modificar la legislación correspondiente a los fines de materializarlo.
Como se esperaba, el Partido Comunista ha declarado que está satisfecho con los resultados de la votación, teniendo en cuenta que el referéndum que tuvo lugar el 2 de febrero fue «absolutamente legítimo y democrático”.
Este tema queda en la atención pública, a causa del caso de derecho penal que se abrió en la Fiscalía General de Moldavia sobre la cuestión del referéndum y debido a las evoluciones y acontecimientos al respecto que van a tener lugar en el contexto electoral del año 2014.
Desarrollo & Contenido
Vanina Soledad Fattori
Artículo Publicado en Geopolitics.Ro y redactado por Andrei Radu: http://geopolitics.ro/gagauzia-buturuga-mica-in-care-se-impiedica-parcursul-european/