Comparte este contenido

Si el 2014 fue el último año en el que se corrieron las fronteras, desde el peso militar por sobre el peso del derecho internacional, hoy hay un contexto con similitudes. Rusia y Occidente con fricciones militares. Lautaro Piersigilli pregunta, ¿se pueden correr las fronteras en este 2022? Pues hay algunos puntos muy agudos para prestar atención. Siempre está la lista de los «conflictos congelados», pero Piersiguilli explica que hay fuerzas políticas que pueden llevar a que existan movimientos en las fronteras y que pueda haber cambios de status internacional en Europa y Asia. 

Y muchos, lo primero que pueden pensar es en el espacio post-soviético. Pero no es el único punto del planeta a observar cuando se trata de identificar en dónde están los asuntos no resueltos (o los que creemos que sí lo están) que pueden tener un giro y convertirse en un “movimiento de las fronteras”, cambiando la configuración del mapamundi tal como lo conocemos hoy.
Pero efectivamente, hacer una panorámica en el mapa global nos lleva primero a toda la esfera post soviética y pone a Vladimir Putin y sus decisiones en el centro de atención.
El 2022 comenzó intenso en término de fricciones. La crisis en Kazajstán quedó “algo lejos en el tiempo”, y nos mostró (entre otras cosas), un evento de las Relaciones Internacionales que no estaba en los pronósticos y que se resolvió sin que Occidente tenga tiempo de pensar en cómo reaccionar.
Pero la agenda está monopolizada por los movimientos militares en la frontera de Ucrania y la acusación de Estados Unidos a la Federación Rusa de una posible invasión. Pero ya unas semanas de movimientos políticos y militarles, algo queda en evidencia: no podemos esperar mucho de la diplomacia. Conversaciones y diálogo, ha habido; pero las tensiones no han mermado.
Un recurso conceptual muy oportuno puede ser el del escritor español Luís María Uriarte López, que en su texto “La Codosera: cultura de fronteras y fronteras culturales en la raya luso-española” de 1994, hace una interesante definición sobre las “fuerzas” que tienen capacidad de incidir en modificar las fronteras. Uriarte López remarca que “uno de los problemas más relevantes de la época actual es la comprensión de dos procesos sociopolíticos dialécticamente opuestos: por una parte, experimentamos fuerzas globales que tienden a eliminar fronteras. Son fuerzas de fusión (cohesión) social. Por otra parte, y simultáneamente, constatamos fuerzas locales que tienden a reforzar antiguas o a crear nuevas fronteras. Son fuerzas de fisión (atomización) social”.
Les propongo repasar algunos casos donde las posibilidades de que surja algún cambio, está determinado, más que por una “fuerza global”; por la determinación de un actor estatal con proximidad geográfica y con el monopolio de poder para decidir por encima de la voluntad de terceros.

Así que, sobre la base del Derecho Internacional, donde el concepto de frontera marca el límite exterior del territorio de un Estado; es decir, el límite (tanto terrestre como aéreo, fluvial y marítimo) de hasta donde un Estado ejerce su jurisdicción y soberanía.
Partiendo bajo esta lógica y teniendo en consideración las fricciones interestatales de las que somos testigos a diario es que cabe la pregunta, ¿cambiarán las fronteras en este 2022?

Taiwán

Sin dudas un caso de atención lo representa Taiwán, asunto que se arrastra desde la culminación de la guerra civil china entre comunistas y nacionalistas, donde las tropas lideradas por Mao Zedong fueron vencedoras; haciendo que los nacionalistas del Kuomintang se retiren hacia la isla (actualmente en disputa). (1)
Taiwán y China han sido gobernados por separado desde el final de la guerra civil, ya hace más de 70 años, donde los nacionalistas derrotados huyeron a Taipéi. Sin embargo, Beijing ve a Taiwán como una parte inseparable e indispensable de su propio territorio, a pesar de que el Partido Comunista de China nunca ha gobernado la isla, que todos conocen de su característica tan apreciada en occidente: sus valores y su sistema democrático, al que se adaptan unos 24 millones de habitantes.
A pesar de esto, la República Popular China tiene como objetivo, anexionar la isla de Taiwán, ya que, según la misma, les pertenece y es considerada por China como una provincia rebelde. Tal es la razón por la cual el Gigante Asiático realiza constantes maniobras militares es los espacios circundantes de Taiwán.
Las autoridades taiwanesas, por su parte, reclaman la presencia ilegal de unidades militares y su constante presión para ceder ante ellos, una actitud poco diplomática bajo criterio del gobierno de Tsai Ing-wen, quien pidió a China que detenga sus incursiones y maniobras militares cerca de la isla. Sin embargo, desde la perspectiva china, el gobierno de Xi Jinping asegura que busca conseguir la reunificación de la madre patria por medios pacíficos y que esta cuestión es aceptada tanto por sus nacionales como incluso, para los compatriotas residentes de Taiwán. (2)
Por su parte, el Ministro de Defensa de Taiwán remarcó que China ha intensificado su presión militar y diplomática sobre la isla, y que la tensiones entre ambas naciones aumento exponencialmente a diferencia de años anteriores. Y estas declaraciones tienen un motivo; remarcar que China se dedicó a aislar a Taiwán del resto del mundo, utilizando mayormente herramientas de carácter militar.

Recordemos que, a partir del 2000, la administración de Taiwán a cargo de Lee Teng-hui y los gobiernos posteriores, se mostrarían más favorable a los cambios constitucionales, conservando la idea de ir progresando en aras de lograr su libertad frente a China de una forma total y definitiva, y esta inclinación completamente opuesta a los intereses chinos. Y como es de esperar que esto se incremente este año con el gobierno taiwanés actual, esto es un auténtico dolor de cabeza para la República Popular China que ensayará al respecto alguna respuesta. (3)
En este sentido, Xi Jinping doblega la apuesta y asegura que tanto China como Taiwán son un mismo pueblo y que harán todo lo que sea necesario para unificarlos, esto incluye el uso de la fuerza. Y esto, puede pasar pronto.
Taiwán y sus lazos con occidente hacen el objetivo de anexión por parte de China, ya que la isla es un punto estratégico en Asia para los intereses de Estados unidos; debido a que pueden disponer de tropas y tener un punto físico directo de contención al Gigante Asiático, y, a su vez, Taiwán se procura preservar su libertad frente a la constante amenaza expansionista de China.
Sin embargo, esta última se mantiene fuerte y convincente. Y en línea con esto venimos leyendo tantos expertos en temas de seguridad y defensa que dicen que China podría, por un lado, atacar en los próximos años logrando su objetivo de “una sola China”. O bien, según miradas más benevolentes y en línea con lo que piensa Henry Kissinger, en realidad China no tiene la intensión de invadir Taiwán al menos en esta década.

Lo importante de toda esta situación es que tiene escala global, por ello preocupa al mundo si China reacciona en forma agresiva contra Taiwán.
La lucha por sostener una vía independiente por parte de Taiwán y en contraste la búsqueda de la reunificación en una sola y legítima nación por parte de China, nos lleva a identificar un potencial cambio de estatus internacional. ¿No es acaso un momento de la historia en donde China tiene la capacidad de decirle al mundo: esto es mío? Aún, vulnerando la voluntad del pueblo de Taiwán y violando el derecho internacional (como ya lo hizo en el Mar del Sur apropiándose de islas en disputa con Filipinas y Vietnam).

Ex Yugoslavia

Entonces, todos los que han estado sosteniendo por años que la disolución de Yugoslavia estaba mal hecha, pues parece que tienen razón. Bueno, el proceso sigue.
Y me permitirán tomar un punto de partida, directamente relacionado, la Resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas del 10 de junio de 1999, donde se habilita una intervención con objetivos humanitarios. El máximo órgano que vela por la seguridad mundial remarca: la adhesión de los miembros de Yugoeslavia a los preceptos del Acta Final del Tratado de Helsinki.
Pero no dice que la OTAN o cualquier fuerza ingrese a Serbia para asistir a Kosovo pueda luego, respaldar a Kosovo para que este (una provincia serbia), se convierta en un Estado independiente.
Pero así ocurrió y hoy 2022, somos testigos de un posible cambio, algo que era imaginable. Kosovo quiere integrarse a Albania. Los líderes políticos en Tirana dicen que la unificación “es inevitable”. Entonces estamos ante un proceso de cambio de estatus internacional (¿significa que, en Montenegro, en Macedonia del Norte o donde hay albanos también deberían unirse?).

Valle de Fergana

Y no es nuevo que exista una posibilidad de cambio en las fronteras en Asia Central, porque durante la época soviética se estableció una configuración muy engorrosa que entreveró las poblaciones de diferentes étnicas que pertenecían a diferentes repúblicas. Hoy, ya como Estados independientes, todavía acarrean problemas, pero con un aliciente: el agua y los efectos del cambio climático.
El Valle de Fergana, que lo comparten Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, es un área con varios puntos de disputa por motivos fronterizos. A los que sumamos, cambios de régimen y de control de ríos, donde se dispone de muy poco recurso hídrico, esencial para enfrentar la falta de empleo, la pobreza y los efectos de la pandemia en cada país. La cuestión se agrava más por motivos étnicos. Todo es un “combo” que puede derivar en un aplazamiento de las delimitaciones fronterizas y que esto, conlleve a su vez, a un conflicto armado. “Additional fears are related to wider issues pertaining to territorialisation and the emergence of new collective identities in the wake of the collapse of the Soviet Union” (Starr, 2011) (4)
En línea con esto ya tenemos un antecedente en julio 2010, con el saldo de 200 civiles muertos y muchos más que resultaron heridas durante los enfrentamientos en Osh y Jalal-Abad.
La violencia se dio inicio por varias razones, entre ellas, la combinación de tensiones étnicas, la recesión económica y el descontento político tras el derrocamiento del presidente de Kirguistán, Kurmanbek Bakiyev, en abril de 2010. Esto produjo una crisis humanitaria importante que se puede plasmar en cifras; entre 100.000 y 300.000 fueron los refugiados, en su mayoría de origen uzbeko, que buscaron escapar hacia Uzbekistán. Este es el incidente con violencia más próximo en la región, que en general es un complejo asunto que no puede estar afuera de la pregunta central del artículo; tanto por la naturaleza del problema que afecta a estas ex-repúblicas soviéticas como también porque está en la proximidad a la influencia de la Federación Rusa, entonces algo siempre puede pasar.

Transnistria

Sí, se puede ensayar un cambio que afecte a Moldavia. Mientras somos testigos del fracaso de la diplomacia en torno a bajar las tensiones en las fronteras entre Rusia y Ucrania, ya que seguimos la agenda de reuniones y diálogo, pero a la par hay militarización y desconfianza al punto de llevar la tensión al máximo. Un disparo por error puede salir muy caro. Pero, si nada ocurre, como así podemos esperar en Ucrania; mientras que todas las miradas están puestas en una geografía hay que prestar atención a otro asunto. En un ambiente de distracción, actuar con rapidez es una práctica que en Moscú saben bien. Y por ello el territorio separatista de Transnistria, sostenido por Rusia, puede encontrar “su momento” para seguir el paso de algún tipo de “declaración” que venga con el “reconocimiento” de Moscú y algún aliado. Los pasaportes, acá ya los emitieron. Entonces, hay probabilidades y no se puede ignorar que en Tiraspol llegue a pasar “algo raro”, siendo que también limita con Ucrania. No es nada oportuno que la Presidenta moldava Maia Sandu dijo a la TV de Rumania que “la guerra de Transnistria fue un intento de detener el proceso de independencia de Molvavia”. En “Pridnestrovia” (como llaman los rusos) está la misma agenda que dan motivos a Rusia: los ciudadanos reclaman no ser oprimidos en el uso de su lengua, su cultura, y no se sienten nacionales de Moldavia.
Pero tal vez una de las razones más fuertes para considerar Transnistria (donde Rusia tiene tropas asentadas con el concepto “fuerzas de paz”, armamentos y los ciudadanos tienen pasaporte ruso), donde se puede reflexionar sobre algo simple: con todo lo que representa este desgaste para Rusia y la militarización en las fronteras con Ucrania, ¿Vladimir Putin se va a quedar con las manos vacías?
Ya vimos tras el efecto “Maidan”, cuando Victor Yanukovich (presidente pro-ruso) fue destituido de su lugar, en el Kremlin reaccionaron con rapidez y “se llevaron algo” (aunque no por la vía legal).
Y con toda la atención centrada en torno a Ucrania, es posible esperar un “movimiento” en otro lado. Ya lo hemos visto: el “error de cálculos en el 2014, fue de “Made in Europa”. Y con una característica, en Putin decide y actúa rápido, más allá de las expectativas en Occidente de esperar que tal línea representa un límite

Comentario final  

Hay una lista muy larga de problemas fronterizos irresueltos, muchos se mantienen congelados o las “agitaciones” del presente no tienen la fuerza de cambio que llegue a producir un impacto.
Pero estos son los casos que tienen hoy muchos elementos políticos en su entorno para que se produzca algún cambio, para que emerja algún nuevo “estatus internacional”.
Certezas, no las podemos tener cuando se trata del futuro. Pero si disponemos de los elementos en base a eventos de las Relaciones Internacionales que han estado asociadas con el intento de modificar las fronteras; así mismo, la evidencia empírica nos lo demuestra: esto estará presentes porque así es la naturaleza del poder.
El asunto será que, esos emprendimientos, tengan o no el respaldo y la legalidad del sistema jurídico vigente. De lo contrario, estaremos viendo nuevamente más casos donde aplica: el poder por sobre el deber.

Por Lautaro Piersigilli
Relaciones Internacionales, Universidad de Belgrano
En Twitter: https://twitter.com/LautaroPiersig1

Referencias:
[1] El Economista; https://eleconomista.com.ar/internacional/china-vs-taiwan-estados-unidos-tension-continuara-duda-escalara-n49060
[2] DW made for minds; https://www.dw.com/es/taiw%C3%A1n-pide-a-china-frenar-aventurismo-militar/a-60308001
[3] Foreign Affairs Latinoamérica; https://revistafal.com/el-asunto-de-taiwan/
[4] Ferghana Valley: The Heart of Central Asia. By S. Frederick Starr. Routledge Taylor & Francis Group London and New York. 2011
[5] Climate Diplomacy; https://climate-diplomacy.org/case-studies/livelihood-conflicts-ferghana-valley

Translate »