Cuando hablamos del curso de las relaciones internacionales y más precisamente del orden mundial, podemos decir que su futuro es incierto e impredecible, pero si ponemos la mirada a sucesos transformadores podremos entrever algunas tendencias: Europa es un caso.
En el viejo continente se evidencia un indicador que comienza a instalarse cada vez con mayor fuerza en las diferentes realidades políticas de los países europeos. Nos referimos a la transformación socio-demográfica producto de la cantidad de personas que profesan el Islam, un factor que está en aumento desde hace algunos años y que pone en debate la convivencia social. Hoy vemos grietas y divisiones sociales en diferentes Estados, provocando movimientos radicales y sentimientos de islamofobia. Ejemplo de ello ha sido Alemania con Pegida, un movimiento contra los refugiados, aunque éste se manifiesta contra el Islam previo a esta crisis humanitaria de los refugiados. Sumado a los efectos que acarrea el BREXIT.
Pero sin dudas, la crisis de refugiados ha puesto en jaque los valores universales europeos como así también la integración. Según el país o ideología política, la idea-fuerza del proyecto comunitario se bifurca en diferentes visiones. Justamente el caso más reciente lo hemos visto en Reino Unido con el resultado del Brexit, acentuando la fatiga institucional por la que transita la Unión Europea. Nos encontramos con muchos matices frente a la pregunta ¿por cuál Europa hay que trabajar? ¿Por la visión desde Berlín, la de Varsovia, la de Letonia?
Es en este complejo escenario que Eslovaquia asume la Presidencia del Consejo Europeo para este segundo semestre del 2016. Son muchos los desafíos que tendrá que superar, difícil de resolver en tan sólo 6 meses, pero si podrá dejar establecidas las bases o planes políticos para enfrentarlos. Hoy el gran problema no sólo son los efectos residuales de aquella crisis económica, sino que además la crisis de refugiados, los efectos residuales del Brexit y demás complejidades estructurales que aquejan al proyecto de la Unión Europea. En los últimos años, más precisamente, desde la crisis financiera mundial 2008, Europa no termina de salir de un problema que rápidamente debe afrontar otros dolores de cabezas que debilitan su institucionalidad.
Diferentes visiones, diferentes matices
Frente a la fragmentación de visiones, un representativo antecedente es el eco de voces que se escucharon en el foro GLOBALSEC 2016, que se realizó a mediados de Abril en la capital eslovaca, Bratislava, donde los contenidos de esta conferencia tuvieron que ver con los temas de seguridad desde el prisma y los intereses de Europa central.
Un encuentro multilateral realizado desde el apoyo e iniciativa del Grupo Visegrad V4, integrado por Polonia, la República Checa, Hungría y Eslovaquia, donde justamente, Bratislava comparte muchos puntos en común y sobre los cuales sus esfuerzos de política exterior están orientados a fortalecer la perspectiva del V4 frente a los nuevos escenarios globales.
GLOBALSEC 2016 se llevó a cabo para abordar una urgente y necesaria Estrategia Europea de Seguridad Mejorada. Una directiva que aboga por una mayor estructura de defensa en un contexto donde las fricciones entre OTAN y Rusia han alcanzado los máximos niveles de tensión desde el fin de la Guerra de Fría.
Son países considerados como actores estratégicos, principalmente Polonia, donde la Alianza Transatlántica lleva los mayores ejercicios militares de los últimos años.
Hablamos de una región que se ve afectada por lo que sucede en el Báltico como también en Europa del este. Una zona donde cualquier movimiento de Occidente como de Moscú será interpretado como una demostración poder y percibido como una amenaza a sus respectivos intereses.
Grupo Visegrad V4
Si bien algo ya hemos adelantado, creemos conveniente tener presente que pasaron 25 años desde la conformación del este Grupo y 12 años desde la adhesión de estos países (Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría) al bloque de la Unión Europea. A partir de entonces los vínculos entre ambos bloques demostraron que tanto la UE como el V4 se necesitan mutuamente.
Desde la caída de la cortina de acero, el grupo de países V4 ha buscado desarrollar una cooperación más estrecha con la UE, basada en valores compartidos que se materializó en esfuerzos y trabajo conjunto a fines de beneficiar sus respectivos intereses. Sin embargo, los tiempos han cambiado y aún quedan diferentes cuestiones por resolver. Tal como lo menciona la declaración conjunta del grupo V4 en su 25° Aniversario fundacional: “hoy la UE enfrenta un estado de ánimo diferente a sus inicios, una nueva búsqueda de identidad y un re pensar de los objetivos comunes».
Tanto el V4, la OTAN, como la UE, ya superaron el rol de simples garantes de bienestar y hoy son socios europeos, una comunidad de intereses y objetivos comunes. Pero las diferentes percepciones de seguridad y los cambiantes escenarios, llevan nuevas preocupaciones al Grupo. En efecto, identifica que uno de los ejes de acción, por lo menos a mediano plazo, será el fortalecimiento de la confianza interior para entrelazar y fortalecer los lazos con la UE.
En este sentido en los últimos años se han propuesto mejorar la colaboración en los procesos de reforma de sus socios en los Balcanes Occidentales y sus «partners» en el Este para acercarlos aún más a la UE utilizando su experiencia como guía.
Una presidencia europea con visión desde el Grupo Visegrad
Entonces, tras lo descripto al momento, podemos entrever que los intereses y el rol del V4 en la UE no son secundarios y como tal provocan una significativa influencia en la región. No obstante, la presidencia eslovaca representa un escenario de oportunidades para potenciar el protagonismo de V4. El país tendrá presente su interés en perspectiva al Grupo.
Eslovaquia, integra el trío actual de países a cargo de la Presidencia del Consejo de la UE junto a los Países Bajos y Malta; durante este segundo semestre tendrá la misión de presidir el Consejo. Como hemos mencionado en líneas anteriores, una tarea que deberá afrontar en un contexto de grandes desafíos y cambios en la ideología europea.
Mientras que los Países Bajos ha ejercido la Presidencia 12 veces, Eslovaquia la asumirá por primera vez en la historia desde 1 de julio al 31 de diciembre de 2016.
El sistema de Presidencia del Consejo Europeo está establecido por un grupo de tres Estados que rotarán cada 6 meses el cargo. En ese semestre será uno el que presida y los otros dos estarán en carácter de colaboradores. Esta troika elegida establece objetivos a largo plazo y elabora un programa político común de cara a los 18 meses que llevarán a cabo la Presidencia.
Actualmente este trío lo componen, Países Bajos quien ocupo el máximo cargo hasta 30 junio 2016, Eslovaquia que asumió el 1 julio y Malta que lo hará el 1 de enero 2017. De esta forma, los tres han estipulado los principales lineamientos de dicho programa político común:
- Empleo, el crecimiento, la competitividad.
- Una Unión que proteja a todos los ciudadanos.
- Una Unión de energía con una política climática a futuro.
- Libertad, seguridad y justicia.
- La Unión como una gran potencia mundial.
Por su parte, para este segundo semestre, Eslovaquia en su rol de presidir proponer profundizar y hacer hincapié en los siguientes ejes:
- El crecimiento económico.
- Un mercado digital único.
- La creación de una Unión de Energía.
- Migración.
- Ampliación de la UE.
Desafíos que deberá asumir Eslovaquia en su Presidencia
A la luz de lo escrito en líneas anteriores, entonces, Eslovaquia no sólo tiene la responsabilidad de presidir las reuniones en todos los niveles del Consejo, contribuyendo a garantizar la continuidad del trabajo de la UE en esta institución, sino también llevar a otro nivel de negociación los intereses del Grupo de Visegrad.
Sin embargo, habrá otras cuestiones que recaerán sobre Bratislava, sin dudas, el principal desafío cómo encarar la toma de decisiones frente la salida de Reino de Unido de la Unión Europea, pero también deberá tener presente el resto de la agenda como los ajustes y modernización que sugiere Bruselas sobre la política de la Asociación Oriental, enfocada a un amplio espacio geográfico que incluye desde Ucrania a Armenia y hasta los Balcanes. Además, deberá tratar el asunto de la liberalización de los visados de ciudadanos ucranianos, una promesa de las autoridades europeas que Hungría y Polonia (miembros de V4) miran con recelo. Budapest y Varsovia han movilizado personal militar a la frontera con Ucrania debido al descontrol de circulación de armas y en prevención que bandas de delincuentes no aprovechen el contexto de belicosidad de los ucranianos para cruzar hacia el centro de Europa sus actividades ilícitas.
Al frente de la presidencia de la UE, albergará una serie de encuentros y foros siendo anfitrión de los encuentros de todos los Comités, para lo cual deberá preparar su estructura logística y de seguridad para recibir a políticos de toda Europa.
Ahora más que nunca, un eje conceptual de esta presidencia es llevar el mensaje de integración y unidad, por ello una labor particular será atraer a Polonia al seno de las políticas que establecen las instituciones de la UE. Mismo caso con Hungría, siendo que unilateralmente Budapest adopta una particular y poco solidaria política de asilo con el flujo de refugiados.
Europa no ha terminado de recuperarse de una crisis, como ha sido la griega, que otra montaña de dificultades erosiona la credibilidad de las instituciones. Es un momento de “fatiga” para el proyecto europeo, donde las divergencias ponen a los europeos en un tránsito dificultoso para sostener los pilares de las propias instituciones; instituciones que siempre fueron una sólida base fundamental del proyecto comunitario.
En general, el país quien asume la Presidencia tiene que contagiar un espíritu tal donde sus funcionarios se convierten en “euro-optimistas”.
Hasta el 31 de Diciembre de este año Eslovaquia estará al frente de la Presidencia europea y por lo tanto, frente a las fuerzas centrífugas opuestas. Por un lado estarán las políticas de “piloto automático” de cara a los compromisos asumidos en referencia a los valores europeos, y por otro, estará la dura realidad.
Desarrollo & Contenido
Ariel Zaiser – Relaciones Internacionales y Gobierno UADE
Site oficial de la Presidencia de Eslovaquia: https://sk16.eu/es/ (español)
Fuentes:
-Globasec 2016. http://www.globsec.org/globsec2016
-Visegrad Group. http://www.visegradgroup.eu/
-Ministerio de Asuntos Exteriores y Europeos de Eslovaquia.
https://www.mzv.sk/web/en/slovak_presidency_in_the_council_of_the_european_union
-Presidencia de Eslovaquia.
http://www.eu2016.sk/en/programme-and-priorities/priorities-of-the-slovak-presidency
-Consejo Europeo. http://www.consilium.europa.eu/es/council-eu/presidency-council-eu/
-Globosec Policy Institute.
http://www.cepolicy.org/publications/view-central-europe-should-visegrad-leaders-be-concerned-about-growing-fragmentation
-European Dialogue. http://www.eurodialogue.eu/V4%20divergences%3A%20symptom%20of%20a%20deeper%20crisis%20in%20Europe%3F