Equilibrium Global dialogó con el embajador helvético en la Argentina, Hans-Ruedi Bortis, quien hizo un balance de la relación bilateral. La importancia de su país en el mundo y los inmigrantes, algunos de los temas.
POR SEBASTIAN R. MUZI
Hans-Ruedi Bortis es el embajador suizo en la Argentina desde 2022, cuando presentó sus cartas credenciales en la Casa Rosada. Sin embargo, no es primerizo en nuestro país: ya había trabajado en 2003 como consejero de la delegación diplomática, enfocándose mucho en la relación con la diáspora helvética y visitando comunidades en Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Misiones y Santa Fe.
“Un diplomático tiene que ser curioso, abierto, viajero, flexible y un poco aventurero”, le asegura a Equlibrium Global en una amena entrevista. Esa definición parece englobar la política exterior de su gobierno, que busca tejer buenas relaciones internacionales y ser garante de la paz al no involucrarse en ningún conflicto.
“Nosotros no tenemos materias primas, con excepción de agua dulce. Tampoco acceso directo al mar, y disponemos de una topografía muy compleja. Pese a ello, Suiza mantiene relaciones políticas y comerciales con todo el mundo y tiene una economía abierta, global y competitiva. Además, un 30% de la población económicamente activa no tiene pasaporte helvético. En Suiza viven muchos extranjeros y un gran número de empresas y organizaciones internacionales tienen su sede en Suiza. De hecho, en el Congreso de Viena de 1815 las potencias europeas de la época reconocieron la neutralidad suiza, lo que facilitó el establecimiento de varias entidades internacionales como la Cruz Roja, Federaciones deportivas y culturales y Ginebra es la sede europea de las Naciones Unidas”, señala Bortis.
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– Suiza no es miembro de la Unión Europea pero tiene un acuerdo especial. ¿Cómo funciona este estatus y cómo es la relación en el presente?
– Suiza está en el centro de Europa y comparte los valores de los países miembros de la Unión Europea. Desde 1972 hay un acuerdo marco entre Suiza y la UE. Actualmente, más de 140 acuerdos bilaterales reglan esta muy estrecha relación. En diciembre terminaron las negociaciones para un nuevo marco legal que permite la participación de Suiza en el mercado común de la UE y viceversa. De hecho, hoy en día el 80% de los extranjeros que trabajan y viven en Suiza son oriundos de los países miembros de la UE. Para ilustrar la importancia de la relación comercial entre Suiza y sus vecinos es suficiente recordar que el intercambio entre Suiza y el Bundesland Baden-Würtemberg de Alemania es mayor que entre Suiza y todos los países de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
– Un asunto muy acuciante de la agenda política internacional es la guerra en Ucrania. ¿Cuál es la posición de su país sobre este conflicto?
– Con la invasión de Rusia a Ucrania, en violación del Derecho Internacional Público y Humanitario, Suiza, como toda Europa, enfrenta una guerra. Hoy unos 70.000 refugiados de Ucrania han podido permanecer en Suiza bajo un régimen de protección especial. Suiza adoptó todas las sanciones de la UE contra Rusia. Suiza mantiene un programa importante de apoyo humanitario a Ucrania. Asimismo, la cooperación en política exterior y de seguridad con la UE y la OTAN es una prioridad para nosotros.

– Los principios de la política exterior helvética son la universalidad (relaciones con todo el mundo), neutralidad (no adherir a una alianza militar como la OTAN), solidaridad (tradición humanitaria con la Cruz Roja Internacional) y la disponibilidad (Ginebra internacional, mandatos de protección). De 2023-2024 Suiza fue miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En 2024 Suiza organizó una conferencia sobre la guerra en Ucrania y en 2026 mi país asumirá la presidencia de la OSCE.

RELACION BILATERAL
En su mensaje de regreso a nuestro país, el embajador manifestó su alegría por “volver a cooperar con las sólidas instituciones suizas que están presentes en la Argentina”, resaltando las principales prioridades durante su misión: los acuerdos de libre comercio con el Mercosur, el transporte aéreo y la seguridad social, así como fortalecer la cooperación científica y fomentar el intercambio comercial y cultural.
– ¿Cómo está la relación bilateral entre Suiza y la Argentina?
– Hoy las relaciones bilaterales son buenas, variadas, pero con un importante potencial de crecimiento. En 1834 se instaló el primer consulado suizo para asuntos comerciales en Argentina. La Cámara de Comercio Suizo-Argentina que existe desde hace 87 años agrupa entre sus socios a 75 empresas suizas. Y el intercambio comercial es de USD 1,9 mil millones. En lo que se refiere a la inversión, Suiza está entre los primeros cinco países que realizan inversiones directas en su país. Regularmente llevamos adelante consultas políticas y económicas y contamos con un importante marco legal para garantizar un intercambio creciente con los acuerdos bilaterales en materia de comercio, de inversión, de tributación, judicial, de transporte aéreo y de seguridad social.

– Aquí se ha establecido un gran número de la diáspora suiza y también empresas de su país. ¿Qué representan y cómo se desarrolla la interacción con estos dos actores?
– Son tres los pilares de la presencia suiza en Argentina: primero la colectividad, luego la Cámara de Comercio Suizo-Argentina y la embajada. Entre 1850 y 1930 llegaron unos 50.000 suizos a la Argentina. Hoy habrá unos 300.000 descendientes de inmigrantes suizos. Actualmente en la embajada están registrados unos 15.000. Las primeras colonias agrarias, como las de Baradero y Esperanza, fueron creadas por suizos en 1856. Junto con otras colonias sentaron con su arduo trabajo la base de lo que luego se conocería como el ‘Granero del mundo’. Hoy, las 40 asociaciones suizas están coordinadas en la Federación de Asociaciones Suizas en Argentina (Fasra) y mantienen viva la cultura y las tradiciones de los inmigrantes suizos con proyectos como los talleres de historiadores sobre la inmigración; un museo virtual, el Swiss Camp o la Fiesta Nacional del Folclore Suizo en San Jerónimo Norte. Por otro lado, las empresas suizas de la Cámara de Comercio Suizo-Argentina generan más de 11.000 puestos de trabajo. La embajada apoya los proyectos de la Cámara, como por ejemplo Ecosuiza, que busca una economía sostenible y Acciones Positivas donde, en su 4ª edición, fueron evaluados más de 300 proyectos de empresas, ONG’s y particulares para un desarrollo económico y social integral.
– Finalmente, su experiencia personal y su trayectoria son un elemento de motivación para muchos estudiantes y graduados que consideran involucrarse en la actividad diplomática. ¿Cómo fue que decidió ser diplomático? ¿Qué consejos puede dar hoy a quienes busquen seguir su camino?
– Siempre quise trabajar para mi país, pero no únicamente en Suiza. Así entré en el servicio diplomático después de haber aprobado el examen de admisión. Un diplomático tiene que ser curioso, abierto, viajero, flexible y un poco aventurero. Es una vida fascinante, con muchas oportunidades, pero también con un sacrificio personal y familiar muy grande.
Por Sebastián Muzi. Periodista.
Columnista de Política internacional. Posgrado en de Investigación en Periodismo USAL-PERFIL. Creador de «Por las Embajadas», Diario LA PRENSA.