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Elección Presidencial en Bolivia y el “voto extranjero”: las provincias argentinas en la primera experiencia electoral pandémica. Por Dra. Stella Juste

Restan solo algunos días para que los bolivianos asistan a las urnas y elijan a su próximo presidente. La decisión de Jeanine Añez de renunciar a su candidatura, mejoró las perspectivas de Carlos Mesa del Partido Comunidad Ciudadana (CC), principal rival Luis Arce, el candidato propuesto por Evo Morales para representar al MAS.
La dimisión de Añez a su candidatura y el apoyo a Mesa movieron el tablero electoral, abriendo la posibilidad de una segunda vuelta si Arce no consigue una ventaja mínima de diez puntos sobre el candidato CC.
Por estos días, los objetivos del MAS están concentrados en evitar el ballotage. Para ello, los esfuerzos se descentralizan a través de diversas estrategias y, una de ellas, radica en el punto adicional que puede otorgar el voto de los bolivianos residentes en el extranjero, especialmente en Argentina. Aquí es donde cobran relevancia las provincias argentinas que cuentan con números significativos de residentes bolivianos habilitados para ejercer su derecho a voto.
Los puntos geográficos en los que se concentran el padrón electoral habilitado para la votación coinciden con el distrito capital, provincia de Buenos Aires, Córdoba y, por supuesto, las provincias que comparten frontera con Bolivia, Salta y Jujuy.
Para estos gobiernos subnacionales de Argentina, su participación en la organización de los comicios en su territorio resulta la primera experiencia de gestión del proceso electoral en contexto de pandemia. Además de la particularidad del escenario, este evento sucederá en un momento en el que los contagios se aceleran y los sistemas sanitarios locales comienzan a saturarse. Todos estos desafíos enfrentan algunos de los gobiernos provinciales de Argentina en su primera experiencia electoral pandémica.

Entonces, ¿cómo se organizan las provincias para llevar a cabo este desafío? Se trata, ante todo, de una gestión multinivel en la que intervienen organismos provinciales y nacionales de ambos países. Las provincias han delegado la coordinación central en sus oficinas de relaciones internacionales, quienes han tomado el rol de órganos de coordinación general. Estas oficinas trabajan en vinculación con el nivel nacional de gobierno: Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio del Interior y su área electoral y fuerzas de seguridad. Y, al mismo tiempo, se vinculan con actores del Estado Plurinacional de Bolivia, específicamente con la Embajada de Bolivia en Argentina y los consulados acreditados, como así también con el Tribunal Electoral del vecino país. En el plano interno, las áreas de relaciones internacionales trabajan en comunicación con otras áreas de los gobiernos provinciales como ser las carteras de educación, salud, seguridad, asuntos municipales, entre otros.
En esta coordinación multinivel, las provincias llevan a cabo acciones de diversa naturaleza en vista a los comicios del 18 de octubre. Entre esas acciones se pueden mencionar la comunicación con los municipios que participarán de los comicios, el operativo de seguridad, la organización de los establecimientos escolares e instituciones dispuestas, la capacitación de las autoridades de mesa en cuenta a los protocolos sanitarios, entre otros.
Uno de los puntos centrales en un proceso electoral en tiempos de pandemia radica en los protocolos diseñados para evitar la concentración de personas en lugares cerrados y los consecuentes contagios. En tiempos normales, las escuelas en donde las votaciones se llevan a cabo, son puntos de alta concurrencia de personas a lo que hay que sumar las filas, esperas, y espacios cerrados. En tal sentido, Bolivia dispuso la implementación del “Protocolo de Seguridad Sanitaria para las Elecciones Generales del 2020” diseñado por el Órgano Electoral Plurinacional de Bolivia, aprobada por poder ejecutivo nacional de Argentina y publicada en el boletín oficial el 1 de octubre[1]. Además, existen medidas de seguridad instrumentadas por algunas provincias, como por ejemplo Jujuy, que diseñó un protocolo complementario a través del Comité Operativo de Emergencia provincial (COE). Estas medidas atienden a particularidades específicas de cada casa, y prestan atención no sólo a la cantidad de personas que circulen dentro de las instituciones destinadas para los comicios, sino el procedimiento de interacción entre las autoridades de mesa y los votantes. No todas las provincias argentinas se encuentran en igual situación respecto al impacto del COVID-19 y, mientras que unas han logrado mejorar la velocidad de contagio como Salta y Jujuy, mientras que Córdoba y Buenos Aires aún tienen comprometido su sistema de salud.
[1] Decisión Administrativa 1784/2020. DECAD-2020-1784-APN-JGM – Apruébase protocolo para el desarrollo de los comicios del Estado Plurinacional de Bolivia en el territorio de la República Argentina. https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/235609/20201001

El trabajo de los gobiernos provinciales en su rol organizativo de los comicios del Estado Plurinacional de Bolivia, se descentraliza territorialmente teniendo en cuenta aquellos departamentos con mayor cantidad de residentes bolivianos. Así, por ejemplo, en la provincia de Jujuy se vota en la capital, La Quiaca, Perico y San Pedro, que representan aproximadamente nueve mil ciudadanos bolivianos habilitados para votar, distribuidos en cuarenta y una mesas. La provincia de Salta cuenta con casi cinco mil personas empadronadas que sufragarán en la capital de la provincia, en los departamentos de Salvador Mazza y Orán. El caso de Córdoba fue distinto, porque el COE local suspendió las elecciones presidenciales en un primer momento, dado a la situación de contagios que atravesaba la provincia. Finalmente, adhirió al protocolo nacional para permitir que más de cuatro mil residentes no queden sin posibilidad de emitir su voto, habilitándose mesas en capital, Villa María, Río Cuarto y Villa Dolores. En la ciudad de Buenos Aires se habilitaron veinte y cuatro escuelas donde podrán sufragar alrededor de sesenta mil bolivianos; apertura controversial si se tiene en cuenta la negativa del Ministerio de Educación de Nación al regreso a clases, luego de que el gobierno de la ciudad presentare tres protocolos posibles. En provincia de Buenos Aires, las escuelas habilitadas serán veinticinco para alrededor de sesenta y un mil personas.
Cuando se analiza la respuesta de las provincias argentinas a participar de la organización de los comicios bolivianos en su territorio, las respuestas han sido dispares. Y es que no todas se encuentran en igual situación sanitaria para adquirir un compromiso de esa naturaleza en un momento en que el virus sacude a los sistemas de salud locales. En algunos casos, los gobiernos provinciales solo han acompañado poniendo a disposición los establecimientos educativos, mientras que, en otros casos, se evidencia una decisión que emana desde los gobernadores y que imprime mayor compromiso a la participación provincial.

Por Dra. Stella Juste. Doctora en Relaciones Internacionales. Docente unversitaria. Becaria Posdoctoral de la Unidad Ejecutora de Ciencias Sociales y Regionales. Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (UE CISOR CONICET). San Salvador de Jujuy, Argentina. En Twitter: @stellla_juste 

Fuente: [1] Decisión Administrativa 1784/2020. DECAD-2020-1784-APN-JGM – Apruébase protocolo para el desarrollo de los comicios del Estado Plurinacional de Bolivia en el territorio de la República Argentina. https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/235609/20201001

Nota: la autora agradece a la Secretaría de Integración Regional y Relaciones Internacionales de la Provincia de Jujuy y a la Secretaría de Relaciones Institucionales e Internacionales de la Provincia de Salta por la información compartida.

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