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Desde nuestra red de alianzas con expertos y think-tanks en diferentes capitales del mundo, Zachary Fillingham nos escribe desde Toronto, acerca del multilateralismo y aspectos de la crisis de liderazgo en el sistema internacional de naciones. El Director de Publicaciones de “Geopolitical Monitor” opina que el multilateralismo es un asunto de seguridad global, donde las potencias deben entenderse para ordenar la transición de sistema internacional y poner más atención en la relación Estados Unidos-China que en Estados Unidos-Rusia. Compartimos reflexiones de Zachary Fillingham:

Pregunta: Estamos en una década de cambios y transformaciones en la configuración del sistema internacional, rumbo hacia un sistema multilateral. ¿Es un problema para la seguridad internacional? ¿Pueden los Estados poderosos contener los efectos de este nuevo sistema?

Zachary Fillingham: Sea o no un problema, el multilateralismo será un asunto de seguridad global importante en base a cómo la transición sea manejada por las grandes potencias implicadas. ¿Jugará China con las reglas del actual sistema internacional o tratará de cambiarlas, como es su prerrogativa como potencia mundial? ¿Aceptará el pueblo estadounidense, y por extensión de su gobierno, el declive de la hegemonía estadounidense o tratará de mejorar sus involucramiento a pesar de la nueva realidad global? Es cierto que hay cuestiones que podrían desencadenar conflictos entre los EE.UU. y China -Taiwán y Japón, para nombrar dos ejemplos, pero también hay razones para creer que esta transición de potencia hegemónica no acabará como otras en el pasado, en particular como el caso de la caída de los Imperios Británico y Romano. Por una parte la transición será más lenta, si no se producen nuevas grandes catástrofes económicas, y uno de los principales catalizadores de post-conflicto -la lucha por los mercados y los recursos- ha sido teóricamente retirado por nuestro actual sistema de libre comercio globalizado.

Pregunta: El conflicto Ucrania crece día a día y la situación se torna preocupante. ¿Cuál es el papel de la geopolítica ante un conflicto “congelado”?

Zachary Fillingham: La geopolítica tiene un impacto distinto en diferentes «conflictos congelados», ya que todo gira en torno a los aspectos “geo”, desde las ambiciones de poder en espacio territoriales. En el caso de Ucrania, vemos al gobierno ruso tratando de establecer una zona neutral entre su frontera y la influencia occidental. Esto no es sorprendente dada la historia de Rusia; lo que sorprende es su voluntad de hacer alarde de las normas del orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial (por lo general un papel reservado para los Estados Unidos), y en esto vemos evidencia de que estas normas están siendo erosionadas. En referencia al error de cálculos de Occidente.

Pregunta: Hoy vemos el fenómeno “Estado Islámico”. Algunos analistas internacionales dicen que es nuevo paradigma de seguridad de Occidente. ¿Qué piensa usted al respecto? ¿Y cuál es su opinión sobre el choque de civilizaciones y la división étnica-religiosa en el mundo?

Zachary Zachary Fillingham: Yo no soy un creyente de algún determinado «choque de civilizaciones». La única razón por la cual esto es una teoría aún, es para para aparecer en la prensa, vender periódicos y revistas. Cuando uno realmente profundiza en las cuestiones que impulsan al auge del Estado Islámico, encontrará el desempleo, la mala gobernanza y la influencia desestabilizadora de patrocinadores extranjeros ocupados en sus interminables guerras de poder.
Recordemos que el levantamiento sirio comenzó como una protesta de campesinos contra el gobierno de al-Assad, después de una sequía sin precedentes en la región. Así que tal vez el cambio climático provocó la excusa de la guerra civil siria, siempre hay grupos que buscan cualquier razón de desencanto para quebrar el equilibrio y acceder a alguna cuota de poder. Lo que sucedió después -los acontecimientos que nos llevaron a la dramática propagación del Estado Islámico- fue un trágico cóctel de un sinnúmero de causalidades aleatorias. Aunque nos encontramos atraídos a catalogar la situación como un “choque de civilizaciones” para simplificarla y hacerla comprensible, resulta imposible aplicar este concepto para desentrañar este complejo proceso histórico.
Y una nota final, si hay algún ‘choque de civilizaciones’ conduciendo la expansión del Estado Islámico, este es en todo caso, entre la división entre sunitas y chiítas, dentro del propio Islam.

Pregunta: Finalmente Europa, los analistas internacionales consideran que es un gigante económico pero un enano político. ¿Posee Europa una diplomacia independiente o depende de las directrices de Washington?

Zachary Fillingham: Europa siempre será un enano político, siempre y cuando mantenga su actual estructura institucional. Es simplemente demasiado difícil de seguir una estrategia de política exterior previsora y audaz, cuando esta presente esta perpetua preocupación por no molestar a las partes constituyentes de la UE (que podría simplemente ignorar la unión, bloquear futuros intentos de reforma, o, en casos extremos, castigar a Bruselas con un referéndum de entrada o salida).
Con ningún ejército continental o incluso voluntad política, las opciones de la UE continuarán siendo limitadas en el escenario mundial. En su indecisión para seguir adelante o no con las sanciones de aislamiento contra Rusia por el asunto Crimea y misma postura de Washington en solidaridad con Ucrania, uno podría estar inclinado a pensar que se evidencia la ruptura entre la UE y la política exterior estadounidense, dando lugar al forjamiento de su propio camino. Sin embargo, ciertamente es sólo un temor a las repercusiones económicas, las cuales serían mucho más inmediatas y directas para Europa antes que para los EE.UU. Algunos podrían decir que esto es otro ejemplo de la fijación de la unión en la ganancia a corto plazo (el retroceso económico de las sanciones rusas) a expensas de la estrategia a largo plazo (el precedente de seguridad establecido en las puertas de Europa).
Hablando de las puertas de Europa, la condena más contundente de la política exterior de la UE, en mi opinión es Libia. Allí, la situación de seguridad es grave, se encuentra deteriorándose, y lo más importante: esto es el resultado directo de la acción militar de los Estados-miembro de la UE. Que la Unión no sienta ninguna obligación de estabilizar Libia es lamentable. Pero, más aún, que no esté preocupada por un Estado fallido (cerca de sus fronteras), y sobre todo considerando que es clave para la seguridad energética del continente, es simplemente negligente.

Desarrollo & Contenido
Martín Rafaél López – Relaciones Internacionales Universidad Católica de La Plata

Zachary Fillingham: es Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de York y posee una maestría en Estudios Chinos por la Universidad de Londres (SOAS). Allí, escribió su tesis sobre las consideraciones de seguridad política de China en Asia Central. Gracias a su fluido mandarín, Zachary fue beneficiario de la Beca Huayu del Ministerio de Educación de Taiwán y pasó años trabajando y estudiando en Taipei. Ha trabajado extensamente como escritor, editor y traductor, y ha sido consultado para algunas de las empresas financieras más grandes del mundo. Las principales áreas de especialización Zachary son la política del este de Asia, el nacionalismo chino y la seguridad alimentaria.

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