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En 1966, para conmemorar los 150 años de paz ininterrumpida de Suecia, se funda el Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz (Stockholm International Peace Research Institute, SIPRI). Hoy, es una, sino la más prestigiosa organización independiente en la esfera internacional que desarrolla investigación sobre los problemas de la paz y conflictos. El foco central de las publicaciones del SIPRI, giran en torno al desarme y los límites en la carrera armamentística. Es una reflexión sugerida para los lectores de “Equilibrium Global”, tratar de recordar cuando ha sido la última vez que se ha leído un reporte del SIPRI en la prensa, realmente es muy poca la resonancia que medios de comunicación masiva dan a la relevante información sobre el curso del comercio mundial de armamentos.
Justamente, uno de los objetivos centrales del SIPRI es promover la transparencia en la seguridad y la limitación de armamento, pero con tan pocas menciones en la prensa, parece que no es noticia que venda ni que a la prensa corporativa le importe mucho difundir.
En esta nota les acercamos un reporte para conocer datos sobre un reciente informe que trabaja sobre los países que pertenecen la Organización del Tratado del Atlántico Norte OTAN y la relación con el crecimiento del presupuesto militar.
La base de datos del SIPRI contiene series cronológicas coherentes del gasto militar de 171 países desde 1988, y de los estados miembros de la OTAN desde 1949, o desde cuando estos se unieron a la alianza transatlántica. Los datos sobre el gasto militar por país se muestran en los siguientes formatos:
-en moneda local, a precios corrientes.1988-2013
-en dólares estadounidenses, al (2011) los precios y tipos de cambio constantes, 1988-2013
-en dólares corrientes, convertidos al tipo de cambio de cada año (no de la OTAN antes de 1988)
-como porcentaje (%) del producto interno bruto (PIB), 1988-2013
-per cápita (no de la OTAN antes de 1988)
-como porcentaje del gasto del gobierno (no de la OTAN antes de 1988)

Aclaramos que los datos del SIPRI sobre el gasto militar se basan en fuentes abiertas, incluyendo un cuestionario SIPRI que se envía anualmente a todos los países incluidos en la base de datos. Para algunos estados miembros de la OTAN, y para la mayoría de los datos sobre los miembros de entonces y la OTAN antes de 1988, los comunicados de prensa anuales de la OTAN sobre Datos Financieros y Económicos de la Defensa de la OTAN son una fuente clave. Los datos se procesan para lograr una serie temporal coherente que son, en la medida de lo posible, de conformidad con la definición SIPRI de los gastos militares, que se detalla en las fuentes y métodos.
¿Cuál es la definición de gastos militares del SIPRI?
La definición de los gastos militares del SIPRI trata de incluir todo el gasto en las fuerzas y actividades militares en curso. En concreto, la definición de los gastos militares del SIPRI incluye el gasto corriente y de capital en:
Las fuerzas armadas, incluidas las fuerzas de mantenimiento de la paz; los ministerios de defensa y otros organismos gubernamentales dedicados a proyectos de defensa; fuerzas paramilitares cuando juzga para ser entrenados, equipados y disponibles para las operaciones militares; y actividades espaciales militares.
¿Gasto militar es lo mismo que el gasto en armas?
No. El gasto militar significa el gasto militar en general, incluyendo los gastos de personal (es decir, los salarios y los beneficios de las tropas y personal civil), operaciones y mantenimiento (es decir, el gasto en suministros generales, servicios y transporte), equipo (por ejemplo, los brazos, otro equipo militar y el equipo no militar), la construcción (por ejemplo, de las bases militares) y la investigación y el desarrollo.

La dinámica de la OTAN
En junio de 2011, en medio de la operación militar que la OTAN desplegó en Libia, Robert Gates, entonces Secretario de Defensa de Estados Unidos, declaró que “Europa no puede tener una perspectiva colectiva desvalorizada, sino reforzada, y que disminuir los presupuestos y esfuerzos para la defensa colectiva le representaría al continente el deterioro de las fuerzas de la OTAN en tiempos en que los riesgos aumentan para Europa y para el mundo”. También el representante ante la OTAN, James Stavridis, del Comando Supremo Europeo de la OTAN, argumentaba que «si el gasto en defensa sigue disminuyendo, la OTAN puede no ser capaz de replicar su éxito en Libia en otra década».Army NAT
Durante el proceso de crisis económica que afectó a toda Europa, muchas voces se alzaron contra el aumento presupuestario que reclamaban los líderes de la OTAN, pero el oficio político de estos ha sabido comunicar e influenciar a los países miembros para que no disminuyan sus aportaciones para no dejar de dotar a la alianza de los recursos económicos necesarios para “manejar las nuevas amenazas globales”.
Hoy la OTAN representa al 13 % de la población mundial, cercana al 50 % del PIB mundial y que gastan en defensa el 62 % del gasto militar de todo el planeta.
Para tener una proporción del dinero que Washington aporta: en 1953 durante la Guerra de Corea, la Alianza realizaba un gasto de unos 740 millones de dólares, donde EE.UU. aportaba unos 586, el 79 %, frente al 21 % de sus socios europeos. Posteriormente el gasto descendió, en 1959, hasta los 549 millones, de los que 408, el 74,4 %, correspondía a EE.UU.
En 1968, con ocasión de la Guerra de Vietnam, el gasto se elevó hasta los 782 millones donde EE.UU. aportaba 602, el 77 %. Finalizado este conflicto el gasto se reduce progresivamente en un 25 %, situándose en 1976, en 590 millones, donde EE.UU. aportaba 350, el 59,4 %.
En el año 1990, en un contexto de escenarios bélicos en el mundo, el presupuesto de la OTAN giró en torno a los 942 millones, donde 572 correspondieron al aporte de Washington, es decir el 60,7 %.
En este contexto, son varios los altos funcionarios de la Casa Blanca que siempre han dirigido un mensaje a sus socios europeos para que “se esfuercen” a la par de los Estados Unidos. Como el caso de Robert Gates, en oportunidad de ser Secretario de Defensa, dijo que los países europeos no debían pensar que en el futuro que EE.UU. seguirá cubriendo sus carencias militares.
Algunos datos que da a conocer el informe del SIPRI:
Entre los países que han doblado su gasto militar entre el año 2004 y el 2013 podemos observar que Rusia ha incrementado en un 108% su gasto militar, actualmente su gasto es de $87837 millones de dólares, a la vez que su PBI se incrementó en un 39%. Y el caso más significativo viene a ser China que actualmente tiene un gasto militar de más 188.460 millones de dólares, un aumento de 170% desde el 2004, mientras que su PBI ha aumentado en un 140% desde esa fecha.
La proporción del gasto militar mundial de los 15 estados con mayor gasto 2013 nos muestra que, entre sólo dos estados concentran casi el 50% del gasto militar mundial: EEUU con un 37% y China con un 11%. Más lejos aparece Rusia con un 5%, Arabia Saudí con un 3.8%, Francia con un 3.5% y Reino Unido con un 3.3%.
En el área de defensa, en la última década y tomando el año 2001 como referencia, EE.UU. ha incrementado su gasto en el 66 %, en tanto los países europeos lo hicieron en un 16 % en promedio. Mientras que China lo aumentó en 189 %, India en 54 %, Rusia en 82 %, y como referencia de América Latina, Brasil el 30 %.
Como siempre repetimos en “Equilibrium Global”, que no faltará presupuesto, no faltará creatividad y no faltará apoyo de los estados; la evolución de la tecnología en materia de armas y la argumentación sobre de “nuevos desafíos”, van a seguir sosteniendo el nivel de producción de armamento en el mundo.
La “mirada romántica” por el anhelo de la paz mundial y el desarme, queda muy distante de la realidad que nos reflejan desde el SIPRI.

Desarrollo – Contenido
Eric Paredes

Acceso a informe SIPRI: http://www.sipri.org/research/armaments/milex/milex_database

Fuentes complementarias:
http://www.brookings.edu/~/media/research/files/papers/2012/7/military%20spending%20nato%20odonnell/military%20spending%20nato%20odonnell%20pdf.pdf
http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2013/DIEEEO69-2013_GastosDefensaOTAN_PerezMuinelo.pdf

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