Compartimos el testimonio de la investigadora Svetlana Cebotari que nos ofrece desde Chisinau su perspectiva de la guerra entre Rusia y Ucrania tras haber sido lanzada la «operación especial» donde las fuerzas militares rusas han invadido territorio ucraniano. La seguridad, los efectos y las preocupaciones en este país que comparte frontera con Ucrania. Alejo Inza materializó una charla con la Dra. Cebotari y en esta publicación podemos acceder a la mirada desde Moldavia sobre los acontecimientos en Europa del Este.
Alejo Inza: ¿Podría describirnos cómo se ha percibido en la dirigencia política de Chisinau el ambiente de crispación y ascendente militarización en las fronteras entre Rusia y Ucrania previo a la invasión?
Dra. Svetlana Cebotari: lo que ha estado sucediendo en el Este de Ucrania durante los últimos años afecta directamente la seguridad de República de Moldavia.
Y en nuestro país, en Europa también, se ha hablado en forma constante de un posible escenario del concepto «Novorossia». Y finalmente hoy asistimos a la invasión y bombardeo directo en todo el territorio de Ucrania.
La operación militar de Rusia es compleja y está en pleno apogeo. Las tropas de la Federación Rusa atacan en todas las direcciones y, mientras estamos realizando esta entrevista, se dirigen hacia la capital Kiev.
La estratégica ciudad Kherson, situada en el Sur del pais, ya fue en parte capturada.
La ciudad de Izium en la región de Kharkov, una parte está en ruinas. La ciudad de Odessa ya está bajo ataque.
Las fuerzas ucranianas luchan en varios frentes, pero han perdido el control de varias bases militares y aeropuertos y la zona de Chernóbil.
Y pronto veremos que el campo de batalla va a ser en Kiev, donde está concentrada la mayor Resistencia de las fuerzas ucranianas.
El tablero nos muestra hoy las conquistas en sureste de Ucrania, nos muestra cómo en la práctica se implementa el proyecto «Novorossia».
De manera que Moscú implementa su estrategia de dominar una franja que llega a la frontera inmediata de la República de Moldavia, especialmente en las inmediaciones del segmento sur-este de la frontera con Transnistria.
Otro tema es el tema de los refugiados. Más de 108.000 ciudadanos ucranianos han entrado en la República de Moldavia. Y esto, no se anticipaba, no se percibía en las dimensiones que vemos. Y la crisis humanitaria está en curso.
La mitad de esta afluencia de inmigrantes continuó hacia la Unión Europea.
Por el momento, la República de Moldavia está haciendo todo lo posible para ayudar a estas personas. Pero quién sabe cómo pueden resultar las cosas más adelante; me refiero al asunto de los desplazados.
La seguridad interna del país comienza a ser más vulnerable, ya que detrás de esta tragedia de los que se ven forzados a huir de los bombardeos y asedio militar de Rusia, en Moldavia existe una fragilidad que no garantiza que no aumente el nivel de delincuencia. Sumado a otras consecuencias como desempleo. Nadie estaba preparado para tan aguda situación. Todo lo que se percibía antes, los posibles escenarios, no eran ni cercanos a como hoy están sucediendo las cosas.
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Alejo Inza: ¿Podría especificar la postura de Moldavia al respecto de los eventos del 2014, cuando Rusia se anexó Crimea y se desató el brote separatista de las provincias del Este de Donbass y Donest?
Dra. Svetlana Cebotari: la ocupación de la península de Crimea por parte de la Federación Rusa en 2014 fue una amenaza real para la República de Moldavia y su propia seguridad.
Entonces, ¿Cuál puede ser la posición de Chisinau al respecto? Hay que analizarla teniendo en cuenta que nuestro Estado se enfrenta con el problema de la presencia del separatismo y de las fuerzas militares rusas en su propio territorio. Y entonces, por supuesto, Moldavia no ha reconocido y nunca reconocerá a Crimea como parte de la Federación Rusa.
Alejo Inza: para la audiencia en América Latina, muchos tienen presente, muchos no, el asunto de Transnistria. ¿Podría explicar brevemente qué impacto puede haber y cuáles son las preocupaciones en su país?
Dra. Svetlana Cebotari: Transnistria se ha convertido en un peligro latente, porque los más de dos mil soldados rusos estacionados, de los cuales 400-500 son categorizados como pacificadores, pueden convertirse en cualquier momento en militares activos.
En 2011, Rusia trajo alrededor unas cinco tandas de armas y equipos militares a Transnistria. Y fue a través del tránsito por Ucrania. Parte de todo ese material bélico fueron llevados a través del puerto de Odessa.
Esto sucedió antes de la anexión de Crimea, por lo que se pone en evidencia de la preparación de la Federación Rusa para una operación militar. Y con los recursos movilizados, hoy tiene la capacidad de trasladar en forma inmediata a Transnistria entre 20 y 30 mil reservistas.
¿Quiénes están en Transnistria? Estamos hablando de tropas de la KGB que están como parte de lo que llaman el Ministerio de los Asuntos Internos de Transnistria, donde incluso han incorporado refuerzos kazajos.
En el contexto de los eventos en Ucrania, desde el comienzo de las acciones militares rusas, Tiraspol (la ciudad central y administrativa de Transnistria) tenía una posición neutral, pero nadie nos garantiza que esta posición se mantendrá.
En la prensa, en la opinión pública, esto está siendo ignorado.
Y, el acercamiento de las fuerzas militares rusas que están avanzando en la ocupación del territorio de Ucrania hacia la frontera de la República de Moldavia, es un paso estratégico para Moscú al obtener una conexión directa en nuestro país a través de Transnistria.
Este es uno de los escenarios de Moscú.
Y este escenario, es una amenaza real para la seguridad y la integridad territorial de Moldavia.
Alejo Inza: muchos observadores señalan que el respaldo de la UE es poco profundo en la práctica, aunque en la actualidad apoyaría a Ucrania. ¿Cómo juzga el comportamiento de la UE en general? Especialmente, en países como Alemania, Hungría, entre otros.
Dra. Svetlana Cebotari: la crisis ruso-ucraniana, así como las tensiones entre la Federación Rusa y los Estados Unidos, han contribuido al fortalecimiento de las fuerzas occidentales contra la Federación Rusa.
Como vemos con lo que ocurre en Ucrania, hay que tomar en serio todas las hipótesis de guerra.
En las condiciones actuales, con el nivel de fricciones y con una guerra en curso en la región; hoy vemos definitivamente un fortalecimiento de las fuerzas de la OTAN y la UE.
Pero, otro tema, es cómo esto se movilice en la práctica.
En este sentido, tenemos que identificar la posición de otros actores como Hungría, o Alemania; que tienen una postura diferente a la de otros miembros de la UE.
Probablemente algunos países están en posición condicionada, por la dependencia energética de Federación Rusa. Esa dependencia hace que algunos Estados estén forzados a no ser parte de la presión que hoy Occidente despliega como respuesta a la agresión rusa. Hoy puede haber bloqueo, sanciones; pero no serán eternos y algunos países serán los primeros en aflojar la presión contra Rusia.
Tenemos que considerar, la firma del acuerdo energético de largo plazo de Hungría con la Federación Rusa. Este acuerdo refleja una dependencia, donde Budapest se ve forzado a tener que estar afín a los intereses de Moscú, aún frente a la situación actual de invasión de la Federación Rusa en Ucrania.
Alejo Inza: Finalmente, en términos geopolíticos ¿Qué beneficios obtiene Rusia? ¿Usted considera algún desgaste para Moldavia en esta situación?
Dra. Svetlana Cebotari: en el contexto de las tensiones ruso-estadounidenses, muchos expertos se preguntan cuáles serían los beneficios y cuáles serían las pérdidas de la Federación Rusa.
Y como vemos lo que ha ocurrido con la agresión armada de la Federación Rusa en Ucrania, las consecuencias ya son muy graves. Y los ciudadanos rusos, ya lo están viviendo.
Las sanciones occidentales han afectado directamente al lado más vulnerable de Rusia, la economía.
También, la intervención de Rusia en Ucrania abrirá, lo que ya se palpita, un emerger de revueltas por parte de los simples ciudadanos rusos que están contra la guerra y quienes son los más afectados por el aislamiento económico del país.
Ya vemos la reacción de algunos oligarcas rusos que se rebelan contra la guerra de Putin. Todo esto, posiblemente conducirá, a una revuelta mayor en Rusia y no es descabellado descartar la idea de una caída del régimen de Putin.
Por ahora, lo que tenemos como resultado, es que Rusia se está convirtiendo en un Estado aislado del mundo.
Y este aislamiento lo está condicionando Occidente, es una señal que no puede leerse como debilidad, en cuanto a la fuerte respuesta al ataque de Rusia.
Y es probable que la “operación especial” de Rusia logre la desestabilización total en Ucrania. Como lo vemos en las negociaciones, Rusia pretende repetir la fórmula del 2014 para obtener beneficios territoriales.
En las actuales condiciones, la Federación Rusa busca demostrar que es un actor con una posición de fortaleza en la arena internacional; como un Estado que no acepta las reglas del juego político occidental.
Ya conocemos, la Federación Rusa considera a la OTAN como la principal amenaza para su seguridad. Esto está estipulado en los documentos oficiales de Rusia: la concepción de la política exterior, la Doctrina Militar, la Doctrina Militar Naval.
El deseo soberano de Ucrania de unirse o adherir a la OTAN es la razón principal por la cual la Federación Rusa lleva a cabo esta invasión.
Como Moscú considera a Ucrania como un territorio que se encuentra dentro de su esfera de influencia e interés geoestratégico, no acepta la ampliación de la OTAN en sus inmediaciones, o directamente en su frontera.
Rusia necesita una zona de amortiguamiento.
Esta acción militar a gran escala en Ucrania es una trageda para el mundo eslavo. El Presidente Vladimir Putin pretende inducir una estrategia de miedo a través de estos masajes contundentes y los ejercicios que realiza sin contemplación en el factor humanitario.
El propósito de estas masacres y de esta demostración de fuerza por parte de la Federación Rusa, y con todo el despliegue que ha estado realizando en los meses pasados, es por supuesto, una señal para desafiar a Occidente. Porque el 10 de febrero tuvo lugar la reunión de los países que participan en el formato de Normandía, fue la segunda reunión de este formato que se había convertido en un mecanismo consensuado para que la vía diplomática pueda resolver las cosas.
Y mientras esto ocurría, veíamos el desafiante movimiento militar ruso a los intentos de encontrar una solución y tratar de seguir una hoja de ruta que verdaderamente podría haber llegado a buen puerto y resolver pacíficamente esta tensión.
Me parece que lo que tenemos en este momento, en el contexto de este entorno de seguridad en el que nos encontramos, es más bien la estrategia de un miedo inducido. El miedo que está provocando la Federación Rusa es un objetivo estratégico, pero con resultados tácticos.
Cuando mantienes un miedo, puedes lograr algo más que una guerra. Esto lo tienen en claro muchas escuelas de seguridad y defensa. Lamentablemente, sospecho que estamos ante el uso de esta estrategia.
Algunos militares occidentales se preguntan por qué la lentitud del convoy militar de 60 kilómetros que va camino a Kiev. Es parte mediática de la acción militar a gran escala. Se argumentan problemas logísticos, también una férrea resistencia ucraniana; pero todo ese costo de movilizar y mantener esta operación es parte de la estrategia para obtener resultados mientras ahoga y presiona a las autoridades de Kiev.
Pero en término de los costos de la intervención de Rusia en Ucrania, los humanitarios aún no dejan de contarse. Los económicos, ya son visibles. Y los pagará Rusia.
Dra. Svetlana Cebotari. Doctora en Ciencia Política y Licenciada en Filología y Licenciada en Ciencia Política por la Universidad Estatal de Moldavia (UEM). Profesora asociada de la Facultad de Relaciones Internacionales, Ciencias Políticas y Administrativas de la UEM. Investigadora del Centro de Estudios Estratégicos, de Seguridad y Defensa de la Academia Militar «Alexandru Cel Bun» (Ministerio de Defensa de la República Moldova). Autora de mas de 270 trabajos científicos, incluidas 4 monografías y 3 libros de texto. Campos de investigación de interés: Política exterior de la República de Moldova, geopolítica, política exterior de la Federación de Rusia, seguridad internacional, geoestrategia, políticas migratorias internacionales y cooperación regional. Habla español, inglés, ruso, italiano y francés.
Desarrollo Producción
Alejo Inza. Relaciones Internacionales Universidad Torcuato Di Tella
En Twitter: @AlejoInza