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Desde El Salvador, la especialista Gabriela Villalobos profundiza en este reporte sobre el funcionamiento, contenido y adaptabilidad a los tiempos de pandemia del Índice de Desarrollo Humano (IDH). ¿Qué mediciones ofrece? ¿Qué eficiencia tiene? Se trata de un instrumento creado por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) que evalúa aspectos básicos de la vida de las personas. Gabriela Villalobos, de «Contexto Global» expone los puntos centrales que tenemos que saber del IDH, dfe sus variables que son usadas para la medición del mismo, y las dinámicas actuales en el proceso de globalización que estamos atravezando.

Desde el punto de vista del Informe sobre el Desarrollo Humano 2019 [1], donde mostraba un reflejo de cómo estaba el mundo antes de la pandemia COVID-19 y ahora tras la publicación del Informe sobre el Desarrollo Humano 2020 que presenta nuevos cambios, ya que, la prosperidad económica provista por la globalización y el libre comercio que ha visto en crecimiento en este último siglo, sufrirá cambios estructurales que son perceptibles y que se puede medir a través de los indicadores macroeconómicos; como lo es el Índice de Desarrollo Humano [2], para evaluar si el territorio aporta a sus habitantes un ambiente donde logren desarrollar una vida integral; a partir de eso, se propone a exponer como las variables del IDH pueden cambiar en un contexto globalizado que es complejo, acelerado y lleno de incertidumbre.
En términos generales, tras la caída del muro de Berlín el mundo tuvo cambios significativos y se empezó a cuestionar mucho sobre la calidad de vida que las personas llevaban, surgiendo consigo el paradigma de Desarrollo Humano, enfatizando que, el crecimiento económico es un medio para servir a fines humanos y no un fin en sí mismo; de esta forma, se empezó a cuestionar muchos los indicadores como Producto Interno Bruto o el Producto Nacional Bruto para medir la calidad de vida de las personas en una región determinada.

Definitivamente la renta per cápita fue por largo tiempo el más relevante indicador del nivel de desarrollo y los cambios en la renta per cápita habían sido comúnmente el indicador más notable en temas de desarrollo. Por otro lado, es gracias a los aportes en el tema de Desarrollo Humano por parte de los economistas Mahbub ul Haq y Amartya Sen que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), publicó su primer Informe sobre el Desarrollo Humano, introdujo el Índice de Desarrollo Humano (IDH) [3] como medición del nivel de éxito en las dimensiones básicas del desarrollo humano y ha sido aceptado ampliamente en el discurso sobre el desarrollo.
Expuesto lo anterior, podemos destacar que, este índice está compuesto por variables como la esperanza de vida, la educación o el ingreso per cápita, datos que están presentes al momento de cuantificarlo y que exponen datos que determinan el nivel de desarrollo humano de los países y cambios a lo largo del tiempo.
La publicación anual de los Informes de Desarrollo Humano llevó a que muchos países ambicionaran desarrollarse en sus propios procesos económicos y sociales, porque esto iba demostrando que a pesar que un país tuviera riqueza no significaba que era equitativo entre su población, dado que, persisten las desigualdades sociales y la exclusión en materia de participación en la toma de decisiones en los asuntos que competen a la mayoría de la población impulsado por la globalización.

Ahora veamos, es imposible no hablar de cómo la globalización no ha impactado directa o indirectamente en todas las esferas; ha propiciado el crecimiento de ciertas áreas y el declive de otras; de tal manera, están en juego derechos humanos debido a que no existen reglas justas y mercados equitativos, sírvase de ejemplo por mencionar algunos derechos como salud, trabajo y medio ambiente sano, que permite el desarrollo pleno de una vida digna.
Es importante destacar que la globalización no es un fenómeno que se pueda detener, es el eje dominante del sistema internacional, y que, a pesar de no ser nuevo debido a que su apogeo no se dio antes por las medidas proteccionistas que los países mantenían; actualmente nos lleva a procesos acelerados que el ser humano no está preparado y esto trae consigo nuevos desafíos que deben ser resueltos antes que lleve a futuros desequilibrios planetarios y sociales (véase figura 1). Conforme a, los resultados de más de una década de ajustes han demostrado que la pobreza y las desigualdades sociales y territoriales, en vez de disminuir aumentan (Toussaint, 2002).

 

Imágen «Los desequilibrios planetarios y sociales se refuerzan mutuamente»
Nota: la figura muestra una representación gráfica de los desequilibrios planetarios (los cambios del planeta que son peligrosos para las personas y para todas las formas de vida) y los desequilibrios sociales se agravan mutuamente. Fuente: Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano.

La globalización tiene ventajas y desventajas que sumar, su impacto ha permitido que el estudio del Desarrollo Humano prospere debido a su alcance internacional, el cuál va proponiendo nuevos indicadores como el Índice de Desigualdad de Género, el Índice de Potenciación de Género y el Índice de Pobreza Multidimensional; que permite percibir a los gobiernos sus fallos y logros a la hora de implementar políticas públicas; ahora bien, la globalización nos muestra las consecuencias de la interdependencia y cómo esta puede afectar, tomando como ejemplo a la pandemia mundial por coronavirus.

La pandemia de COVID-19 solo acelero cambios estructurales que iban a suceder, como podría ser el paso de la hiperglobalización [4] a la slowbalisation [5], lo que genera que las cifras sean más alarmantes y los desafíos abrumadores, generando incertidumbre, riesgos y problemas democráticos en los países que atentan a la calidad de vida de los ciudadanos, más en países calificados como medios o bajos. De acuerdo con el informe (PNUD 2020), el planeta está entrando en una nueva era geológica, el Antropoceno, o la era de los seres humanos, que se caracteriza por el estrés al que la acción humana está sometiendo a los sistemas naturales.

Ajuste de los valores del Índice de Desarrollo Humano estándar teniendo en cuenta las presiones planetarias: los valores ajustados del IDH son cada vez más negativos a medida que aumentan los niveles de desarrollo humano.
Nota: En los países con desarrollo humano alto y muy alto, dicho impacto tiende a alcanzar niveles elevados, reflejando una pérdida de desarrollo humano y las diferentes vías a través de las que sus trayectorias de progreso afectan al planeta
Fuente: Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano.

El Informe sobre el Desarrollo Humano 2020 (PNUD, 2020) introduce por primera vez el Índice de Desarrollo Humano Ajustado a las Presiones Planetarias (IDHP), una variante experimental del Índice de Desarrollo Humano (IDH), que hace explícitas las presiones humanas sobre el planeta y es además una herramienta para guiar las transformaciones requeridas frente a la crisis de sostenibilidad; más aún cuando es complejo llevar de la mano un alto Desarrollo Humano y un bajo impacto al ambiente cuando los países al tratar de recuperar sus economías están dejando de lado el impacto al ambiente que generan (véase figura 2). De esta forma si se agregó los recursos naturales como una variable, en un futuro el acceso a la tecnología será una constante que agregar tras la cuarta revolución de Derechos Humanos.

Para finalizar con lo propuesto, ningún indicador puede capturar absolutamente la riqueza, la amplitud y la profundidad del desarrollo humano, aplica igual al Índice de Desarrollo Humano, no puede proveer una imagen completa del desarrollo humano, por eso debe constantemente de apoyarse de otros indicadores e irse actualizando, según el contexto en el que se encuentre, la velocidad del conocimiento y su acceso está generando los cambios constantemente, por tanto, las variables del IDH este cambiando en un contexto globalizado de forma continua.

Por Gabriela Villalobos. Relaciones y Negocios Internacionales de la Universidad Evangélica de El Salvador. Subdirección de redacción de The Global Context.
Twitter @Villalobosm_

Referencias:
-Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2020).
-Informe sobre el Desarrollo Humano 2020. UNDP. http://hdr.undp.org/sites/default/files/hdr_2019_overview_-_spanish.pdf
(2020, 16 diciembre). Nuevo Informe Mundial de Desarrollo Humano evidencia desigualdad de género en Chile y evalúa impacto de los países sobre el medio ambiente. UNDP. -https://www.cl.undp.org/content/chile/es/home/presscenter/pressreleases/2018/nuevo-informe-mundial-de-desarrollo-humano-evidencia-desigualdad.html
-Una recuperación moderada, con daños que reparar. (2021, 5 enero). WorldBank.https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2021/01/05/global-economic-prospects

[1] Es un informe anual mundial con la información de cada país que prepara el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) donde analiza tendencias, identifica problemas y compara países y regiones. El informe divide los países en cuatro grandes grupos de desarrollo humano: muy alto, alto, medio y bajo.
[2] El Índice de Desarrollo humano (posteriormente se referirá a este como IDH) es un indicador creado con el fin de determinar el nivel de desarrollo que tienen los países del mundo.
[3] Se le reconocerá más delante por sus siglas.
[4] La hiperglobalización es producto de la intensificación de los procesos de convergencia y acercamiento de la globalización. Su razón principal radica en los avances tecnológicos de la actual segunda etapa de la sociedad de la información, en especial las tecnologías disruptivas.
[5] The Economist se refiere a la remodelación actual de la globalización como «Slowbalisation», un término utilizado por primera vez por el observador de tendencias holandés Adjiedj Bakas en 2015; que hace referencia que la globalización ha pasado de la velocidad de la luz a la velocidad de un caracol en la última década.

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